Sobre el éxtasis espiritual
Es plenitud permanente y muy
intensa.
Es salir de la rutina sin caer
en bajezas.
Es dejar salir de mi egoísmo
a mi Ser profundo y hermoso.
Es llegar a Dios.
Es una profunda experiencia
espiritual.
(Un novio feliz)
Nadie ha visto a Dios Amor,
pero si nos amamos llegaremos al éxtasis: el éxtasis del amor que dura las 24
horas del día.
¿En qué consiste el éxtasis de
una pareja sana? Consiste en todo lo sublime que se vive en una pareja madura
en el amor, La relación sexual plena es algo singularmente misteriosa, armónica
y sin bajezas. El éxtasis la transforma en un exquisito compartir durante todo
el día, que se vive de distinta forma por distintos tipos de personas, pero
donde siempre se mezcla in tensamente lo humano con lo divino, Es tan hermosa
la comunicación profunda antes y después de una relación sexual pura, que permite
manifestar y recibir ternura y delicadeza, al mismo tiempo que vivimos sabiéndonos
elegidos el uno para el otro, por Dios Amor, para ser felices en plenitud. La
disponibilidad que demuestro para mi pareja, que es lo más importante para m va
dando lugar a ese “compartir profundo, con silencios, gestos, miradas y
palabras que se transforman en una oración de agradecimiento porque sé que
también me ama y elige”. El éxtasis se convierte en una especie de bálsamo
curativo, es hacer el amor todo el día con detalles, como despertar a mi pareja
con un desayuno, prepararle una tina espumante tibia, llamarla por teléfo no a
su trabajo, ir a verla a su oficina. Ser una esponja cuando me cuenta las
grandes o pequeñas dificultades del día, sin interrumpir. Recibirla con un rico
plato de tallarines, perfumada la casa y con mil gestos de cariño a quien me
acompaña en la vida.
Nuestras individualidades se
transforman en “un solo ser’ (como dice la Biblia) que se dona por amor y que
luego continúa esforzándose para enriquecer a la pareja, en un compartir de
sentimientos profundos, llenos de ternura, Qué maravilla más grande resulta el
tiempo de compartir antes, durante y después de la relación sexual. Hay riquezas
inexploradas y descubrimientos maravillosos que a medida que transcurre el
tiempo se llenan de más intimidad y ansiedad por conocer más del otro. El amor
tiende al infinito. Nos permite llegar a niveles insospechados de confianza y
ganas de desarrollarnos, de hacernos crecer mutuamente, Al estar dispuestos a
entregar lo más valioso de nosotros sin pedir nada a cambio, estamos
alimentando nuestra ansia de infinito. Si ustedes se aman como pareja en esta
forma, van a trasuntar al DIOS INVISIBLE, “El estará entre ustedes y Su Amor
dará sus frutos en ustedes y en sus hijos” (ver 1 Juan 4, 12). No somos las
cosas que hacemos, o nuestro dinero o posesiones materiaes, somos las personas
que nos damos y recibimos con alegría, con amor, responsabilidad y placer
genero so. Nos disfrutamos al comprobar que antes de elegir- nos nosotros, El
ya nos tenía elegidos (ver Génesis 2, 24-25 y Juan 15, 16-17). Esta alegría es
comunicativa, nos sentimos plenos porque somos valorizados en todo nuestro ser
profundo, pero es un resultado que no se improvisa, que no es casual, que no es
fruto automático de un encuentro pasional, sino de un lento camino de
conocimiento mutuo, de una fe sólida en creer todo lo que el otro dice sentir
hacia mí. Es una confianza absoluta en la sinceridad y autenticidad del otro.
Se acaban las mentiras, falsedad y engaños; mi confianza pide una entrega sin
garantía, plena de gozo, gratuita, porque sí, porque le amo” y porque te amo,
te creo, y porque te oreo, me fío, y porque me fío, me entrego, y tú puedes
hacer de mí lo que quieras. Si nos amamos de ser a ser (de corazón a corazón),
Dios Amor está presente realmente entre nosotros, lo sentimos, lo vivimos. Esto
implica no dejarme estar, cada día me capa cito en todas las ciencias, artes,
poesía. Esto es el éxtasis Espiritual
Para
compartir:
• ¿Cuál es el plan de Dios
Padre frente al éxtasis?
¿Cuál es el éxtasis de los
santos? Explica.
• ¿Se puede lograr el éxtasis
espiritual después de una hermosa relación sexual, completa lenta?
Nosotras somos como la montaña
rusa
En sus relaciones, las lotas se
alejan para luego volver; ellas suben y bajan en su capacidad para amarse y
amar a los demás. Al bajar su autoestima, la lola se siente sola y vacía, por
lo tanto, necesita que la llenen de amor. Este es un ciclo constante que
desconcierta al hombre, pues espera que la mujer sea fuente de placer, alegría
y cariño, como cuando empezaron a amarse; si la mujer se siente infeliz, su
pareja no sabe qué hacer y su reacción es enojarse, “arreglaría” como si fuese
un artefacto, o dejarla sola “hasta que se le pase”.
Es entonces cuando ella
necesita más que nunca a su pareja, pero de una forma muy especial; acompañarla
mientras está triste, escuchar sus sentimientos, solida rizar con ellos sin
enfadarse ni sentirse frustrado, ni tampoco ofrecerle soluciones, sólo escuchar
de verdad evitando el impulso de influir en ella desde la perspectiva racional
masculina. Sólo con su amor, atención y apoyo, el varón ya estará haciendo por
ella algo que equivale al mejor regalo.
Para conversar
¿Sabemos estar juntos y felices
en las subidas y baladas de la montaña rusa? TQM PEPE.
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