viernes, 20 de abril de 2012


“Nos fascinábamos” -
Suponiendo que nos estábamos amando, pero ahora
Descubrimos que recién estamos aprendiendo a amar


En el inicio de nuestro pololeo todo era primavera. Nos agradábamos mutuamente, y con muchos besitos, nos gratificábamos, sintiendo el cielo más azul, y el rojo de las flores, como los de sus labios, más carmesí. Creíamos amarnos muy bien. No habíamos descubierto que en este gran amor cada uno de nosotros amaba a su pareja porque sentíamos agrado en amarla, sacándole una ventaja a esa aventura. Cuando sentíamos es tagratificación rica, creíamos que eso era amar y que dábamos tranquilos, porque pensábamos que siempre sería así.
Hasta que tuvimos nuestros primeros roces o dificultades, ¿Cuáles fueron nuestras primeras e inevitables peleas? Ella me atacaba. Me indicaba con sus ojos llenos de rabia y con su dedo acusador: “Tú fuiste”, Lleno de vergüenza te digo: era nuestro egoísmo, mío y de ella. No me había dado cuenta de lo egoísta que soy, me creía buenito. Cuando la abrazaba me buscaba a mi mismo, y no tanto de hacerla feliz a ella. El pololeo entre otras cosas es la capacidad de elegir, siendo
distintos, realizar juntos una comunión de personas. Así podemos preguntarnos: ¿En qué hemos crecido como personas? Para los creyentes el tercero invisible es JESÚS Él Señor.
Para los no creyentes por el momento son los valores que les dan sentido a la vida.
La necesidad psicológica y espiritual vital para ras personas y para las parejas del siglo XX es lograr un amor profundo, que si es verdadero, no muera nunca:
El AMOR ES ENTREGA SIN LIMITES Ni CONDICIONES. Brota de mi SER profundo, que es de origen divino. Este amor verdadero es desinteresado, es buscar la verdad y el bien verdadero para el otro, perdona siempre. No espera gratificación, No puedo ser tan patudo y esperar de ella que me corresponda automáticamente a las atenciones que le hago. Este amor no se vende ni se compra. Además muchas veces pasó al revés, las cosas que buscaba cada uno eran tan distintas que surgían los conflictos. Al comienzo prácticamente teníamos los mismos gustos, pero no preguntábamos cosas profundas. No había problemas; pero, cuando tarde o temprano aparecieron algunos “gustos”, “formas” de actuar y personalidades, sensibilidades y reacciones diferentes a los mismos estímulos, aparecieron también los contrastes familiares: “Mi mamá me enseñó así”, y el otro contesta: “A mí qué me importa, anda a vivir con tu madre”. Los enfoques diferentes de una misma situación.
Compartamos en pareja
• ¿Alguna vez te has sentido en las nubes, en una burbuja, y luego te das cuenta de que no era real? Comparte.
Como  nos hacen descubrir que no es fácil, ni automático entenderse, muchas veces ella dice no, queriendo decir sí.
¿Cómo me libraré de estos tentáculos? Me di cuenta de que amar es una tarea de todos los días, Todos los días tengo que aprender a. amar y a mejorar mi relación con mi pareja. Me di cuenta de que es distinto “amar a mi pareja que “agradarme en mi pareja”. Hoy aprendí que amar es poner nuestra unión en el centro de mis proyectos. Cuando busqué mi propia satisfacción, me perdí. Fui egoísta, lo reconozco, pero empecé a cambiar. Dejé de amarme a mí mismo aprovechándome de otro, y logré amar mejor. Fue difícil tarea. Ahí entendí lo que dijo Jesús: “No hay amor más grande que darla vida por el otro en los pequeños y grandes momentos.
“En el amor se gana perdiendo lo que significa que cuando yo cedo, sé perder, renunciar a algo legítimo mío por el bien de ella, salgo ganando. Así aprendí a amar, venciendo mi natural egoísmo (mi yo cerebral fanático) para que ella viva feliz, para que también aprenda a renunciar por mí.
Mi amor partió súper interesado, y fue madurando a medida que fui capaz de dejar de lado el egoísmo. No es que le falte interés, pero ahora es un interés centra do en ella. Lo importante es ella, tengo mucho interés en ella, pero es desinteresado. Es como mi mamá que luchaba para que yo comiera, lo que claramente lo hacía por mi propio bien, y no por el de ella. Me acuerdo con gratitud inmensa cuando acosado por la fiebre ella me cuidaba día y noche. Ella estaba sufriendo amando, no estaba gozando. Se estaba entregando y exponiéndose a contraer la enfermedad. Por eso, afirmo una vez más que partí sin amar verdaderamente, y sostengo que la familia y mi pololeo es la escuela del gran amor. Mi dilema fue: “aprendo a amar y acepto que no sé lo suficiente y me esfuerzo por aprender”, o sencillamente “si no aprendo y me resisto a amar, la vida me empujará al fracaso, por no saber manejar mis brotes de egoísmo y mi rechazo a los desafíos del amor de todos los días”.

La televisión, la radio y otros medios de comunicación abren las compuertas del hedonismo, de la búsqueda del placer por el placer, en las formas más degradantes que te puedas imaginar. La consabida frase “hagamos el amor” da para todo... muchas veces está llena de mentiras y muchas veces no tiene nada de amor; parece simple técnica, posiciones más o menos, DIOS ES EL AMOR y nos regaló un solo mandamiento:
“Ámense los unos a los otros como yo los amo”. El cambiar de parejas, usar artefactos para gozar más, NO ES AMOR. Mi meta sigue siendo amar como El nos amó, El puro placer en mi vida siempre me dejó con gusto a poco, siempre quise más. Cuando aprendí a amar, descubrí el secreto de la felicidad, que es entregarme desinteresadamente descubriendo después que todo el universo es un regalo para mí.

¿Cuáles han sido las dificultades con tu pareja? ¿Cuál fue la causa de cada una de las  dificultades o peleas?
• ¿Tienes d a escuchar  lo bueno y malo que te puedan decir, siempre que no te ataquen?
• ¿Cómo se sanan las heridas de pasado?
• ¿Es señal de madurez guardarse las rabias, enojos? heridas, violaciones, por temor de irritar desilusionar a tu pareja? Explica.
Para
Ellos lo saben todo y andan trasmitiendo

Para los varones el hombre es importante alcanzar sus objetivos por sí mismo;
Para él es muy relevante la autonomía.
Por ello no pide ayuda, y si la mujer le ofrece auxilio que no ha sido pedido, él se ofende, pues piensa que no lo considera capaz.
Por su parte el hombre puede ofender profundamente a la mujer aconsejándole lo que debe hacer cuando ella le comunica sus sentimientos, Al hombre le es difícil comprender que la mujer sólo necesita ser escuchada
1
“El egoísmo nace en el yo cerebral en cambio en mi ser profundo nace el amor verdadero, sin mancha de egoísmo. Hoy día abundan  separaciones, nulidades, amantes, y esa frase que dicen las parejas: “Si no me resulta, me separo”, sin luchar para superar el egoísmo que es la causa de todas  separaciones y fracasos en el amor. La relación de pareja no es un negocio que se lleva a cabo sólo si conviene y que cuando no funciona, se acaba, En este caso yo me convertí en un objeto de convivencia, tomo o dejo según mi gusto personal; eso es ser egoísta.
En esta escuela de amor, funciona el deseo ardiente de perfeccionar a la otra persona y a mí mismo en una creciente voluntad de amar, desarrollar el proyecto de vida que  de felicidad. Cuando se busca entre dos, le felicidad constituye una comunión de personas que nos estimula  constantemente a realizarnos, transformando obstáculos  de todos los días en preparar a   crecer, en lugar de chocar entre y contra ellos. Me di cuenta en mi vida de que cuando yo amaba abrazando a mi pareja, aparecía una felicidad espiritual sin límites, Así aprendí a amar, paso a paso, acentuando siempre los resultados positivos, y corrigiendo con tono, tino, tacto, y ternura. Por último, me di cuenta de que éramos aprendices, de que estábamos en el pre-kinder en e aprendizaje de amor. El último día de nuestra vida, vamos a presentar nuestro diploma de  escuela  de la vida, como pasaporte indispensable para entrar a  otra vida de felicidad sin Carlos llegó corriendo a mi casa. Llegó con un pañuelo en la cara lleno de sangre, llorando, se lo quitó, y me mostró una herida de oreja a oreja. Su mamá, alcohólica, al no soportar las palabras hirientes de su hijo que rechazaba su enfermedad, y dándose cuenta que había vaciado todo el vino en el baño, tomó una copa, la rompió y le hizo esa herida. Yo lo consolé, lo llevé a la posta, y mientras esperábamos después de que le pusieron los puntos, lo invité a volver a su casa y a reconquistar a su mamá con palabras tiernas y amorosas. La mamá estaba muy arrepentida, el niño ya no tenía la cara inquisidora y furiosa con que miraba a su madre, ahora tenía una actitud amorosa y comprensiva con la que empezó a cambiar la relación con ella, me llamó por teléfono, fui a su casa, le pidió perdón a Dios y a su hijo. Y él a su vez también le pidió perdón por su actitud, cerebral, brutal y egoísta que tenía para con ella. Y así se dio cuenta de que la madre era solamente una víctima, de que ella tenía una enfermedad y no solamente un vicio. El joven mostró una preocupación desinteresada por su madre, hasta que des cubrió que amar a su mamá es salvarla, liberarla de esa enfermedad. Así despertó en ella el deseo de salir de esa psicoóependencia letal. -COMPARTE: Has conocido hechos parecidos y que te hace sentir todo esto Gracias por compartir de corazón a corazón. Pepe


























No hay comentarios: