miércoles, 16 de abril de 2008

PRETENDE HACER CREER

EJE PARA TODOS

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1. ¿QUIÉN SOY ESENCIALMENTE?

¿Cuáles son mis cualidades, dones, virtudes personales por las que me amo y me aman de verdad?
Esas cualidades y dones son mi Esencia, es el centro de mí ser, La Presencia Divina dentro de mí. Mi Esencia es alegre, justa, transparente, creadora; ella me permite abrirme camino en la vida, vivo el presente lleno de vida. Estoy abierto al mundo, me alimento profundamente del amor que recibo de todas partes. Tengo fe.
Además de mi Esencia, también llevo conmigo una estructura que me conecta con el mundo: mi historia y la de mis antepasados, mi racionalidad y mi sensibilidad. Todas ellas me llaman a pensar en el pasado, a reaccionar de mala forma, a mirar para el lado nunca satisfecho, deseando más.
Esta es mi dualidad.
En el comienzo de la historia, el ser humano estaba integrado. Había una armonía entre ambas potencias del ser. NO son ni malas ni buenas, sólo que no están en armonía. Mi misión es sanar mi estructura y armonizarla con mi Esencia y así descubrir la felicidad. Todos buscamos dar y recibir amor. De distintas maneras, todos necesitamos querer y ser queridos, aceptados, considerados. Por ello estoy armonizándome.
Armonizar mi yo estructural (genética) con mi ser profundo (esencia) para así lograr la paz.
* Preguntas para síntesis:

2. ¿QUÉ.SON.SENTIMIENTOS?
¿Cuándo me he sentido abandonado?
Son “la irradiación de nuestras respectivas esencias”
Los sentimientos son nuestro interior, lo que llevamos por dentro, ellos captan nuestra forma de ver y de sentir, son como un espejo donde esta reflejado todo lo profundo de nosotros. Tengo sentimientos de luz y de sombra. Mis sentimientos luminosos me dan fuerza y bienestar, sentido de plenitud, de vida, de totalidad y de esperanza. Mis sentimientos sombríos interfieren mi placer, agotan mi energía y me dejan extenuado, sintiéndome bloqueado, vacío y solo.

Mis sentimientos son un sexto sentido, el sentido que interpreta, ordena, dirige y resume los otros cinco. El lenguaje de los sentimientos es el medio por el cual me relaciono conmigo mismo. Si no soy capaz de comunicarme conmigo mismo, no puedo comunicarme con los demás.
Mis sentimientos son la reacción a lo que percibí por medio de los sentidos y éstos dan forma a mis reacciones futuras: si llevo en mí mucho enojo no resuelto, voy a tender a ver el mundo también lleno de enojo. Por esto, el mundo es y será para mí lo que yo mismo creé, porque yo he influenciado ese mundo. Si soy responsable frente a mis sentimientos, soy también responsable frente a mi mundo y, con ello, adquiero verdadera independencia y el único poder real que merece ser obtenido.
Si pierdo contacto con mis sentimientos, pierdo contacto con mis cualidades más humanas: “Siento, luego, soy”.
Preguntas para síntesis:
¿Me siento amado,, por quienes?
¿Me doy cuenta que mi pareja me ama, de verdad? ¿me he sentido defraudado/a?
Si no siento, ¿Para qué vivo?

2. YO, ¿PARA QUIÉNES SOY?

Pertenecer a otra persona es “vincularme” con ella de tal manera que circunstancias, emociones y actos no rompan mi relación. Esto no significa que vaya a ser un juguete de los demás o que me vaya a dejar dominar por ellos. Tampoco significa que yo me despersonalice y renuncie a ser yo mismo para derretirme en el otro.
Gracias a mis relaciones más significativas: mis padres, la familia inmediata, las personas con las que trato habitualmente, la gente de mi comunidad y de mi iglesia.
Cuando me doy cuenta que pertenezco a otras personas trato de llevarme bien con ellas, de ir continuamente renovando y mejorando mi relación. No es fácil.
Realmente es hermoso pertenecer a alguien, claro que esta relación no se da de la noche a la mañana. Requiere de tiempo para desarrollarse, y debe mantenerse siempre. Me siento feliz al saber que soy importante para los demás y que los demás son importantes para mí, el poder profundizar y renovar estas relaciones me hace crecer y sentirme útil.

Preguntas para reflexionar.

1. ¿Cuáles son mis relaciones más significativas?

2. ¿Me llevo bien con los que me rodean?

3. ¿Para quién soy importante?, ¿Quién es importante para mí?

4. ¿A quién pertenezco?, ¿Con quién realmente estoy comprometido?

5. ¿En qué momento de mi vida me sentí mas amado, por qué?

4-AMOR-DE ACEPTACIÓN

¿Qué es lo que más me agrada de mí?
A veces mis compañeros o en mi casa me hacen sentir como que no soy bueno para nada, que no sirvo. En esos momentos me siento tan mal, porque ni siquiera yo sé quién soy o cómo soy. Quiero saber mi identidad y más que nada deseo ser tratado como persona y que me quieran.

Para amar necesito descubrir mi esencia profunda, desde donde descubro mi fuerza, mi roca, mi ser, mi verdadero valor y me descubro con una fuerza profunda dispuesta a dar la vida por los que se aman, por los que amo.

¿Cual es tu esencia, aquello hermoso, más allá de tu cuerpo, por lo que tú te amas y eres amado?

Canción: “Sé bueno contigo mismo”.

Preguntas para reflexionar.
1. ¿Me siento útil en mi casa, en mi colegio?

2. ¿Qué me hace parecerme a mis amigos/as, compañeros/as de curso?

3. ¿Qué significa para mí ser diferente?
4. ¿Qué significa para mí estar en un país tan lejano del mundo?
5. ¿con quién chateo, para qué me sirve?


5. TENGO UN GRAN REGALO PARA TI, SOY YO MISMO.

Hay momentos en los que me siento muy solo, ni siquiera conmigo mismo me siento bien.
Muchas veces me hago preguntas de las cuales nunca encuentran respuestas. La pregunta que más gira dentro de mí es: ¿Quién soy? ¿Para qué sirvo? Y no hallo respuesta.
Me siento feliz cuando puedo comunicarme con otras personas. Comunicarme es recibir y entregar mi mensaje. Del total de los mensajes que me entregan o entrego, el 93% de éstos son corporales y sólo el 7% es verbal.
Comunicarme es entregarme y ser acogido, comprender la verdadera comunicación consiste en el don y aceptación mutua del verdadero yo de cada uno.

“el COMPARTIR es para el amor lo que la sangre es para el cuerpo”

A veces mis compañeros o en mi casa me hacen sentir como que no soy bueno para nada, que no sirvo. En esos momentos me siento tan mal, porque ni siquiera yo sé quién soy o cómo soy. Quiero saber mi identidad y más que nada deseo ser tratado como persona y que me quieran.

Canción: “Sé bueno contigo mismo”.

Preguntas para reflexionar.

1. ¿Cuándo me siento sólo?, ¿por qué?

2. ¿Me es fácil comunicarme con los demás?

3. ¿Te has sentido sólo dentro de tu familia, por qué?

3. ¿Me siento sólo en mi colegio?

5 “RECIBIÉNDOTE, ME ENTREGO”

¿¿Me escucho realmente a mi mismo??
Escucharme a mi mismo, escuchar a Dios y escuchar a los demás van de la mano porque tengo un solo corazón.

Escuchar de verdad no solo es estar atento con los oídos bien abiertos, sino con el corazón para recibir al que desea comunicarse conmigo.
Si yo deseo que exista comunicación en el mundo, en cualquier relación que yo tenga, debo estar abierto a escuchar más porque yo me doy cuenta que deseo pertenecerles a esas personas, y así yo doy el primer paso. Así será más fácil lograr que la relación sea profunda.

Cuando alguien tiene necesidad de ser escuchado por mí, yo dejo de lado todo lo que estoy haciendo para disponerme enteramente a escucharlo. NO puedo seguir trabajando o leyendo, o no puedo interrumpirlo con mis palabras, dejo que la persona hable primero. Las personas son más importantes. Esto me hace sentir persona plena.
1. ¿Cuánto de mi doy a los demás, por qué?

2. ¿Siento que mis cercanos se entregan por mí?

7. EN LA MEDIDA QUE DOY, RECIBO.

Siempre me preguntaba si alguna vez encontraría la felicidad. Sentía la felicidad tan lejana de mí, puesto que la buscaba en las grandes cosas, y estaba equivocado. La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas y se construye día a día. Yo hoy lo he comprobado y soy una persona feliz de la vida que el Señor me regaló, lo siento como un precioso don, antes me sentía defraudado, sin felicidad.
Para mi ser fiel o es solamente hacer o dejar de hacer algo para agradar a la otra persona, o por darle en el gusto, sino llevar a esa persona en mi corazón, muy bien grabada y hacer de esa persona lo más valioso para mí. Soy feliz y me doy cuenta que la felicidad se realiza cuando me doy a los demás, a aquellos a quienes deseo pertenecer y que me pertenecen.
Soy fiel a las personas que amo porque ellas me entregan felicidad, porque son personas especiales y preferidas para mí.
1. ¿Dónde encuentro mi felicidad?

2. ¿Me doy cuenta que he encontrado mi felicidad, y que me hace sentir?

3. ¿Qué hago por la felicidad de los demás y como lo podría lograr?

8. “EL PERDÓN LLEVA A LA FELICIDAD”

“¡Por favor, perdóname!” Estas tres palabras procesadas tan simples y a la vez tan hermosas para quien las recibe y para quien las dice, las sentía muy lejanas de mí; yo no era capaz de pronunciarlas por orgullo, por amor propio herido.
Mis sentimientos son mi verdad; no puedo negarlos, disfrazarlos ni esconderlos, ni racionalizarlos, porque si lo hago, me producen dolor.
Cuando me siento dañado o lesionado, me siento “mal”. He perdido algo. Si es importante mi pérdida, es importante mi daño.
Debo cuidar mi reacción ante el dolor y no cerrarme creando defensas impenetrables, porque me va a resultar difícil manejar mis sentimientos y puedo perder de vista mi problema. Me defiendo para protegerme de mayores daños, pero no me doy cuenta de que gasto tanta energía que me desgasto inútilmente poniendo una barrera contra la realidad. Es preferible que soporte el dolor hasta que ceda. Es una decisión valiente y adecuada.
Si formo lazos superficiales es porque tengo temor de acercarme demasiado a otras personas; tengo miedo de que me abandonen, de que me traicionen o me rechacen, aunque aparento que nada me llega. Pero si me aíslo de otras relaciones, sin duda tendré poca felicidad, porque, por huir del dolor, me aíslo de la dicha. Si creo defensas rígidas viviré un mundo neutro sin color, sin movimiento ni variedad.

La alegría se opone a mi dolor, con ella me nutro. Si no puedo aceptar que puedo ser herido, tampoco seré capaz de dar placer a otros. Debo abrirme en ambos casos. Mi alegría es creer firmemente en el bien.

1. ¿Soy capaz de perdonar sinceramente?

2. ¿Cómo me siento cuando perdono, por qué?

3. ¿Por qué y para que perdonar?


Uno de los atributos de la persona es la libertad.
Una libertad que se va ganando y por la cual hay que luchar cada día. Si la persona no se decide a ser un guerrero-que-conquista constantemente la libertad, entonces se convertirá en víctima del ambiente
y de las circunstancias.


Con cariño para mis hijos espirituales de los Encuentros.
JOSÉ FORBES sdb

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