jueves, 10 de abril de 2008

DEL MONOLOGO AL COMPARTIR

Del MONÓLOGO al COMPARTIR plenos de Amor


Lucas, el evangelista, nos cuenta el episodio de la pérdida y posterior hallazgo del Niño Jesús. Cuando, a los 12 años de edad, fue con su padre a Jerusalén. Sus padres, que lo han buscado llenos de angustia, lo encuentran por fin en el templo, conversando con los “doctores de la ley”, los teólogos y maestros de aquellos tiempos.


Un chico de 12 años en medio de adultos que bien podrían ser sus padres o abuelos. Un chico de 12 años en medio de intelectuales, de universitarios, de profesores. .

Y, ¿qué hace allí Jesús? Está sentado en medio de ellos, está tranquilo, tiene todo el tiempo necesario para conversar.

Los escucha, porque es un niño a quien le interesa la conversación de los adultos.

Les pregunta, porque es un niño deseoso de saber más, de entender mejor. Y comparar su descubrimiento con la de los doctores de su tiempo.

Les contesta, Los adultos que lo rodean le preguntan porque les interesa oír sus respuestas, saber lo que piensa, lo que opina.

José Forbes nos entrega un libro de preguntas. Preguntas que un adulto les hace a los niños. Preguntas para conversar, para intercambiar ideas, para aprender y enseñar; preguntas para pensar y para hacer pensar; preguntas para crecer y para hacer crecer; preguntas para establecer entre un adulto y un niño una amistad basada en el respeto mutuo y en el intercambio lleno de interés y de confianza.
Este singular “Manual de Filosofía” se originó en el templo de Jerusalén, hace cerca de veinte siglos. Allí se puso en práctica el método para el “compartir” entre niños y adultos: Escuchar, preguntar y contestar, o sea, intercambiar, dar y recibir, que es el secreto de una relación fecunda y grata entre padres e hijos, entre maestros y alumnos.

Después del Concilio Vaticano II, un obispo quedó tan entusiasmado con el tema del “COMPARTIR”, muy debatido en el aula, que, donde iba, daba charlas sobre el tema, y los sacerdotes contaban con humor que su obispo practicaba con maestría “el monólogo sobre el COMPARTIR”.

Pepe Forbes ha eliminado el monólogo. Sólo queda el COMPARTIR. Nos enseña a EXPRESAR lo que PIENSO y SIENTO;”Esto es” compartir” ,que es mucho mas enriquecedor que el “dialogo”,(que es expresar solo pensamientos e ideas) y al hacerlo, nos abre un camino de enriquecimiento para niños y adultos. ¡Gracias por mostrarnos ese camino y por enseñarnos a caminar por él!


Bernardino Piñera
Arzobispo Emérito de La Serena


MI TESTIMONIO

Soy padre, no madre, ni profesor de filosofía, ni filósofo profesional, a quienes el libro está explícitamente dirigido, pero lo he disfrutado igual. He disfrutado el que la más pequeña de mis hijas respondiera preguntas del libro y otras que se me ocurrieron a propósito de sus respuestas inesperadas hasta quedar sinceramente maravillado de su agudeza. Creo que lo mismo ocurre con todo niño o niña. También habla del libro el que pudiera tenerlo en su pieza, y que se le leyera una pregunta todas las noches. Es el único libro al cual ha concedido esos honores, y no es un libro de láminas en colores o complejas. Es un pequeño manual “ambulante,”porque lo he encontrado en los distintos lugares de mi casa.

Quizás el Padre Forbes logra sus objetivos docentes en relación a la filosofía como asignatura concebida al modo tradicional. O quizás no. Eso lo dejo a los pedagogos. De algo estoy cierto como padre y formador, y es que el autor logra algo tan importante; el disfrutar el pensar junto con mis hijos, gozar el descubrir la riqueza de su pensamiento, de sus vivencias de sus sentimientos, el saber de esos compañeros míos de vida que son los hijos.

Compañeros que ven la vida y la viven y piensan desde otra altura, desde otros ritmos que las más de las veces he olvidado, quizás perdido y que reencuentro gracias a ellos, colores, olores, texturas, profundidades remo- tas para mí, con una frescura que nos asombra.

¡Qué deleite oírlos!, Descubrir la profundidad de su saber, la viveza y la creatividad de sus caracteres. Y ¡qué pena! Descubrir que muchas veces no tenemos tiempo para dejarles pensar por sí mismos espontáneamente, para apreciar la riqueza que no muestran, porque no esperamos lo suficiente.

Algo más, qué brillo de consideración, de sentirse aceptada y valorada, qué gozo en los ojos de la más pequeña, cuando le pregunto por lo que sólo ella recuerda, lo que en su mundo es relevante, y a partir de allí piensa y descubre. Su tete, el color del amor para ella sin peso. ¿Y..qué le puedo enseñar yo cuando me dice que el amor no pesa, pero que es rojo. Y un corazón, que no hay amor en el sol, que sí lo hay en todos, y que el universo tiene corazón? ¿Dónde está el corazón del universo? Me contesta señalando con un dedo hacia lo alto, como si fuese obvio.

Estimado Pepe, no puedo dejar de agradecer a Dios el que haya gente como tú, que asume la causa de los niños y busca permanentemente ayudarnos a darles el espacio que merecen y necesitan.

Dr. Jorge Cárdenas Brito

PREGUNTAS PARA COMPARTIR DE JOSÉ NIÑO
1.- ¿Qué recuerdos hermosos tienes de tu infancia? ¿Por qué?
2.- ¿Cómo llegaste a este mundo? ¿Sanito, parto normal?
3.- ¿Le has preguntado a tu mamá todo acerca de tu infancia? ¿Qué has aprendido de ella?
4.- ¿Cómo fueron tus primeros años de vida?
5.- ¿Cómo era tu cuna?
6.- ¿Has pasado hambre, sed, frío, dolor? ¿Cuándo? ¿Por qué?
7.- ¿Por cuánto tiempo tu mamá te dio de su leche? ¿Por qué?
8.- ¿Recibiste golpes alguna vez? ¿Cómo fue?
9.- ¿Cuándo, dónde, y por qué lloras? ¿Para qué sirven los castigos corporales? ¿Qué expresan?
10.- ¿Has jugado a hacerte el invisible? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué te sirvió?
11.- ¿Cuándo te has sentido muy solo? ¿Qué te hace sentir?
12.- ¿Es muy común encontrar niñitas solas? ¿Por qué?
13.- ¿Qué produce en el alma ésta soledad de amor?
14.- ¿Quién ama a las niñas y niños tristes?
15.- ¿Qué se puede hacer cuando tu mamá o papá están solos y tristes? ¿A quién representan tus papás aquí en la tierra?
16.- ¿Qué te sucede cuando té falta algo “aquí en el pecho?”
17. - ¿Qué sientes cuando no te contestan a tus preguntas?
18. - ¿Qué sientes cuando terminan las horas de clase y ves que no aprendiste nada?¿Quién va salvar a tus papás, si andan mal?
19. - ¿Cómo cantan los canarios? ¿Se comunican entre ellos?
20. - ¿Quién les enseñó a cantar tan bien?
21. - ¿Por qué se caen las hojas de los árboles?
22. - ¿De qué se alimentan las hojas?
23. - ¿Cuál es el canto del viento? ¿Cómo suena?
24. - ¿Para qué sirve el viento?
25.- ¿Todos los vientos son buenos? ¿Por qué?


PRESENTACIÓN

Feliz te presento este pequeño trabajito de ética y filosofía para niños, sobre todo frente a la gran cantidad de malos ejemplos de nosotros, los adultos, en el recto uso de las platas, sexualidad transcendente y de un cuanto hay alrededor del niño hermoso, del recto uso de los medios para ser felices. Ardientemente deseo prevenir a nuestros niños de esta gran crisis moral que se nos viene encima. La filosofía y la ética en sí son, en todos los tiempos, ciencias válidas. Este aporte va dirigido al “cómo” hacerlo hoy con nuestros niños, tales como ellos son. Ojalá este pequeño método te pueda servir.

A pesar de los miles de años de la historia del hombre, aún no hemos podido encontrar las respuestas a las dudas universales. y pareciera que ya no tenemos tiempo para detenemos a pensar; Nos hemos dejado invadir por la tecnología, especialmente por la televisión. Casi se podría decir que nuestra capacidad de asombro está desapareciendo, que cada día nos cuesta un poco más comunicamos y compartir lo que la vida nos ha enseñado y lo que aún nos falta por conocer. Nuestro pensamiento se aleja del razonamiento lógico y analítico, que es el que permite encontrar respuestas adecuadas y creativas a nuestras inquietudes, y sólo nos contentamos con encontrar respuestas pragmáticas que sirvan de parche; soluciones instantáneas, pero no definitivas. Evitamos el diálogo, porque la mayoría de las veces sólo nos conduce a discusiones sin sentido, donde cada uno trata de imponer al otro su manera de pensar y desperdiciamos así la oportunidad de crecer con las experiencias de otro.

Reflexionando un poco acerca de esto, pareciera que nuestro futuro está acechado por la rutina, la monotonía, la falta de color en nuestros pensamientos e ideas. ¡No, no es así!, Porque en esta tierra hay muchos cazadores de respuestas en esta moderna selva de comunicación, de imágenes y sonido; Ellos tienen su propia visión de la vida (a veces, mágica); Sus respuestas están llenas de audacia y analogías nuevas; están libres de prejuicios y llenos de la ingenuidad original; son capaces de maravillarse con las cosas más sencillas de la creación; sus palabras provienen de la unión de un mundo de fantasía con su yo hermoso; Están en comunicación con su ser y son los que están más cerca de Dios. Esos son los niños.
Pensando en ellos fue que un día Matthew Lipman creó el proyecto “Filosofía para Niños”, que busca fomentar la capacidad de pensamiento durante la niñez y la adolescencia. “Si conseguimos llevar a los niños hacia la reflexión, el análisis, la discusión y la argumentación, entonces los estamos conduciendo a razonar filosóficamente”, comenta el profesor Lipman. Para aplicar este proyecto, se toma un curso de niños y se divide en grupos pequeños; un monitor los guía y los incentiva a pensar en forma crítica y analítica. Para esto, se utilizan algunos “cuentos, dibujos con los cuales los niños se identifiquen, y luego se discute y conversa en un clima de respeto, para tratar de llegar a un acuerdo final.

Como educador, y basado en mi vocación de salesiano, tomé este proyecto en mis manos y lo apliqué con alumnos durante diez años. Me sorprendí con los resultados obtenidos, las respuestas alcanzadas por los niños, las preguntas formuladas, la apertura que se produce cuando me comunico de igual a igual. Un día, por ejemplo, pregunté a unos niños de ocho y nueve años de edad cómo iban a resucitar, a lo que ellos me respondieron: “Felices, transparentes, con muchos niñitos y niñitas, como mis abuelitos, como Heman, como Jesús”.
“Filosofía para niños” es una oportunidad para aprender de los más pequeñitos la candidez de los primeros años de experiencias y novedades. Invito a todos mis hermanos educadores ya quienes tengan cerca a un niño a que, basados en una metodología como ésta, guíen los primeros pasos de quienes conformarán nuestra futura sociedad, para que sean mujeres y hombres del mañana en plena comunicación consigo mismos y con la comunidad.

En el siglo que ya comienza, queremos regalarte las herramientas para ser libre responsablemente. Para aprender a pensar con el ser. Para unir todas tus potencialidades (como la inteligencia, la libertad, la voluntad, el amor verdadero), envolviéndolas con el celofán de tu sensibilidad, en el cofre de tu cuerpo. Si cada niño es un pequeño embajador divino, la riqueza está dentro de él. Este trabajo es una herramienta mejorable para descubrir el motor que impulsa a este niño a crecer él mismo. Estos manuales son chilenitos, para nuestra cultura. Es muy mala estrategia pegar telas (métodos nuevos)nuevas sobre trajes viejos .No resulta, se rompen .Estoy muy preocupado por las reformas educacionales de nuestra América,que cae en ese delito. NuestrA AMÉRICA NECESITA URGENTE NO UNA “REFORMITA EN QUE SE GASTAN MILLONES INÚTILES”. CHILE necesita urgente una TRANSFORMACIÓN profunda. Enseñarle a pescar es la cosa y no darle migajas de “pescados”,el niño nuestro es “filósofo desde los tres, y medio años. Se maravilla con todo lo creado,se pregunta y se responde sabiamente y después te hace las preguntas para compararlas con las de él.
OBJETIVO:
EL PARA QUÉ

En el siglo que ya comienza, queremos regalarte las herramientas para ser libre responsablemente. Para aprender a pensar con el ser profundo. Para unir todas tus potencialidades (como la inteligencia, la libertad, la voluntad, el amor verdadero), envolviéndolas con el celofán de tu sensibilidad, en el cofre de tu cuerpo. Si cada niño es un pequeño embajador divino, la riqueza está dentro de él. Este trabajo es una herramienta mejorable para descubrir el motor que impulsa a este niño a crecer él mismo.

IMÁGENES Y CUENTOS
Un cuento, un video una imagen vale más que mil palabras, y estamos en el siglo de la imagen. Estos dibujos están hechos con cariño, pensando en cada niño que los va a mirar o escuchar. El niño tiene su propio saber a la altura de su edad, es un volcán de preguntas” Mayeuticas”. Las imágenes y los cuentos son socráticas, es decir, llevan un mensaje adentro, son sanas, no tienen malezas, son sugerentes, ávidas de respuestas, para producir ideas, pensamientos, sentires, emociones, intuiciones, reflexiones, nuevas preguntas que cada niño lleva en lo más profundo de su ser.
SABER PREGUNTAR : )

Son preguntas profundas, adecuadas al niño, decenas para que tú puedas elegir las adecuadas a tu auditorio. Son ellos los que harán los comentarios y tú quien guiarás las conversaciones en la búsqueda de la verdad colectiva y unitaria. No tengas miedo de que ellos puedan compartir, discrepar y buscar consensos, sin malezas, con respeto recíproco.Es super importante exigirle el máximo respeto a las personitas a cada uno de tus pequeños filósofos. Es conveniente hacer un buen rayado de chancha. Aquí no se dan notas. El niño se evalua por si solo,porque le crece una” auto estima” sana.”Me di cuenta que“ no soy porro”,como me dice mi profe.

En uno de estos encuentros filosóficos, una niñita de 8 años comentó: “Me di cuenta de que sabía más de lo que yo creía”. Ahora sé más.

¿Qué más se puede decir ante tal elocuencia?

EL ENTORNO

La civilización actual está buscando el acercamiento global, la unificación de los países y la desaparición de los límites ya caducos. Sin embargo, a pesar de que esta nueva actitud sea positiva, aún se encuentra a un nivel muy superficial, a nivel cerebral. Es por esto que nosotros intentamos que el niño descubra el motor de su ser, el amor, la conformación de su persona, los porqué y para qué de su actuar.

Siempre les hemos enseñado a los niños contenidos que amplían sus conocimientos, pero cuando llega la hora de analizar los acontecimientos de la vida o de la historia de los hombres, no saben por dónde empezar y se pierden la oportunidad de conocer más aún lo que pasa a su alrededor. No se genera más ciencia.

Queremos darle al niño de hoy el pasaporte a la sabiduría de la vida: él sabrá cómo aprovecharla, porque el secreto está dentro de su ser. Está habilitado por El. NOTA: Tú hijito o discípulo tiene las “dentritas, prolongación de las neuronas mielinizadas, son super potentes para maravillarse, preguntarse y formular respuestas. Otro día “Martín me pregunto;¿Por qué el cielo y el lago son azules?¿Qué tiene la luna del sol?

METODOLOGÍA
Papá, mamá, colega, joven: aquí tienes algunas sugerencias para que logres hacer preguntas profundas acerca de todo lo que concierne a tus hijos y un pequeño diagnóstico para que veas en qué fases de su crecimiento ético y filosófico se encuentran.

I.- Aspectos importantes para hacer preguntas

1) Descubrir él o los temas de fondo, de cada día en que tu hija(o) manifestó un adelanto o retraso.
2) Ponerte en alerta frente a dudas o cosas que merezcan más atención para encauzar a tu hijo hacia su Ser.
3) Analizar previamente cómo abordarás el tema con él(ella), con bondad siempre.
4) Maravillarse con lo que los niños puedan saber además acerca del tema.
5) Analizar un hecho significativo para el niño.
6) Descubrir cuántos aspectos puede tener una misma actitud, peleas, gritos, resonancias. ¿el por qué? de cada una de ellas.
7) Organizar las preguntas de acuerdo a los diferentes aspectos que interesa compartir en familia.
8) Que ellos se hagan preguntas entre sí y escríbelas, agrégalas.

II.- Respecto a las preguntas profundas en sí

1) De preferencia breves y de una línea, no sexistas.
2) Abiertas: no para un sí o un no solamente.
3) No relativas a algo muy simple, sino haciendo brotar en ellos la verdad.
4) Divergentes: es decir, que tengan más de una respuesta.
5)Creativas: que encierren nuevas preguntas que ellos hagan.
6) No darle toda la información; dejarlo con el gustito.
7) Preguntas que abarquen todo su ser: su cerebro, su inteligencia, su sentir, su corporeidad. Su Amor.

III.- El modo de preguntar

1) Organiza un sistema para que cada niño responda por lo menos una vez.
2) Si hay más personas, hacer grupitos que elaboren respuestas.
3) No abanderizarse: amarlos a todos como son. Alentarlos a realizar lo que dice Jesús: “Cuando hay dos o más reunidos en mi nombre, ahí estoy yo, que soy la verdad”.

AUTO-EVALUACIÓN

PARA TI, MAMA
Pequeño “Sócrates, Platón, Arístides”.

1.- ¿Pido ayuda a mis hijos con más frecuencia últimamente7
2.- ¿Siento a mis hijos más ingeniosos en comparación a como eran hace cuatro meses7
3.- ¿Descubro que las ideas de los niños me desafían a reflexionar sobre cosas en las que nunca había pensado antes?
4.- ¿Aprendí algo de la conversación de mis hijos en lo que se refiere a fallar a una promesa?
5.- ¿Expresan ahora sus ideas en otras formas: el arte, la danza, el drama, el canto?
6.- ¿Están más aptos mis hijos ahora para ayudar a sus compañeros a expresar sus ideas con más claridad?
7.- ¿Son más considerados entre ellos o con los demás?
8.- ¿Me consideran los niños como alguien que también está preguntando acerca de muchas cosas todos los días?
9.- ¿Son tolerantes los niños ante la diversidad de opiniones sobre algún tema?
10.- ¿Manifiestan un respeto hacia un método de la búsqueda?
11.- ¿He permitido que uno de mis hijos condujera una sesión? Si la respuesta es sí, ¿lo hizo tan bien como yo?
12.- Últimamente, ¿han estado leyendo los niños con más cuidado?
13.- ¿Han sido más reflexivos en sus respuestas?
14.- ¿Han estado más cuidadosos en su escritura este mes recién pasado?
15.- ¿Parece haber un mayor sentido de comunidad en la casa?
16.- ¿He dado a mis hijos la práctica suficiente en el razonamiento analógico?
17.- ¿Pueden mis hijos reconocer las analogías buenas de las malas?
18.- ¿Pueden los niños crear sus propias analogías?

Este pequeño trabajo tengo el agrado de presentarle a JOSE PERSONA de don SAUL SCHKOLNIK, quien con alegría recibió esta noticia, de hacer filosofía con su obra y con gusto me autorizó a ello. Desde aquí mil gracias.

NB. Me he dado cuenta que a los niños no le gustan los diminutivos, les fascina que los llamen, los interpelen, por sus nombres de pila. Así se eliminan los famosos Síndromes de papitos y mamitis. Por este motivo y muchos más, aquí lo llamaremos por JOSE. Ser hombre ser mujer es ser persona.

PREGUNTAS MAYEUTICAS
Soy un poco así, como Sócrates: él decía que actuaba un poco como la partera, quien realiza una tarea parecida. Así como ella hace nacer, yo sugiero con preguntas, con miradas, gestos, para que nazcan, broten ideas, pensamientos, sentires, emociones, intuiciones, reflexiones, nuevas preguntas que cada niño(a) lleva dentro de su ser, que están en harmonía con los demás valores (mi yo egoísta sensible corporal).



Yo soy personita, un SER profundo que ama.Un Yo cerebral lindo, que piensa bien, cuando tiene la voluntad libre de estar en armonía con las demás potencias de ser

··· Yo Cajón ···

Yo fui el tercer hijo de una familia de muchos hermanos. Al nacer, mi hermana mayor se hizo cargo de mí, me colocó en un cajón y me alimentó no en forma muy regular; pero lo suficiente como para sobrevivir. Mis primeros años de vida, Yo Cajón los pasé en ese cajón, mirando las tablas rotas del cielo. Cuando sentía hambre lloraba y mi hermana me daba leche o agua: pero ella no siempre estaba en la casa y entonces alguna persona molesta con mi llanto, dándome un golpe le gritaba: “¡ya niño, cállate!”.Y Yo Cajón asustado, me callaba. Después de tres o cuatro golpes aprendí a no llorar, y me acostumbré a esperar a que mi hermana llegara y se acordara de mí.

Yo Cajón aprendí a pasar inadvertido, a confundirme con el cajón y permanecer callado para evitar los castigos. Así fue como Yo Cajón comencé a hacerme invisible: nadie jugaba conmigo, así nadie me hablaba, nadie me veía. Cuando llegué al colegio, sentí una gran soledad: ya no estaba ni siquiera mi hermana. Me sentí rodeado de muchos niños solos, cada uno llevando su soledad de un modo diferente quizás, pero siempre tristes: eran chicos agresivos, sumisos o indiferentes. También aquí pasé inadvertido. Poco a poco fui desapareciendo, mi puesto pareció quedar vacío, y Yo Cajón me volví invisible. Sin embargo, tuve la sensación de no ser el único, sentí que la sala, que sabía repleta de chicos, parecía desierta.

A medida que fui llegando a los cursos superiores, más y más chicos se desvanecían. Los profesores parecían hablar, pero los lolos no decían nada, y quizá tampoco escuchaban: en la sala sólo había una masa de lolos anónimos. Pensé que tenía que haber algo oscuro dentro de esos lolitos que se habían quedado sin palabras, sin risas y sin llanto, pero no pude descubrir el secreto de esa oscuridad, para encontrar ese algo.

Yo Cajón era otro más entre los lolos, pero no acepté ese mundo de gente inadvertida. Recordando el hermoso canto de los pájaros, la melodía de la lluvia, el susurro de las hojas, creí seria hermoso ser una hoja y volar hasta arriba de los árboles, escuchar todas esas voces y contarles todas mis inquietudes.

Y Yo Cajón me transformé en una hoja, y con una fuerte ráfaga de viento me elevé y me elevé.

Nadie notó que Yo Cajón me había ido...

··· Hoja voladora ···

Yo Hoja me detuve en la copa de un árbol grande para hablar con las hojas. “¡Hola hojas!,” Les dije, “yo soy Hoja Voladora y vengo a conversar con ustedes.” Como las hojas no hablan, y aunque lo intenté varias veces, nunca me respondieron. Entonces quise hablar con los pájaros, pero no sabia trinar y les hablé con las palabras que conocía: “Hola pájaros,” les dije, “yo soy Hoja Voladora y me gustaría hablar con ustedes.” Los pájaros no conocen las palabras, no entendieron y volaron asustados. Traté por fin de conversar con la lluvia, pero las gotitas sólo sabían decir “click”, ya todo lo que dije sólo pudieron contestar repitiendo siempre “click, click”. Yo hoja pensé: “¡OH!, Tampoco puedo hablar con la naturaleza...” y decepcionado me alejé del árbol dejándome llevar por la brisa. Fue entonces, mientras flotaba en el aire, que sentí que el viento me hablaba.

- ¿Dónde vas? -le preguntó el viento.
- Me voy lejos, -respondí, donde no vuelva a ver a nadie nunca más.
- ¿Y de qué huyes? ¿Acaso de ti mismo?
- ¿Huir de mí?.. No, huyo de lo oscuro, porque no me siento comprendido.
- Los hombres siempre huyen de ellos mismos -insistió el viento-. Es fácil huir, -comenté- es más fácil que comprender, ¿Has tratado de comprenderlos tú a ellos? ,
- ¿Y por qué debo hacerlo yo? -pregunté extrañado.
- Lo mismo pregunta cada uno de ustedes, pero prefieren escapar unos de otros y todo el tiempo están huyendo -reflexionó el viento.

Yo Cajón me elevé aún otro poco y contemplé ese mundo ajeno y sordo. “Haré la prueba,” pensé. Acepté y comencé a descender suavemente.

Mi idioma son: los colores, los perfumes: las formas son como los mimos, las hojas secas tienen un sonido triste, están sin vida.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR
1.- ¿Porqué te gustan los árboles? ¿Qué hojas son las más lindas? ¿Hablan las hojas entre sí? ¿Cómo bailan? ¿Para qué sirven?
2.- ¿Qué le contestaron las hojas a Yo Hoja Voladora?
3.- ¿Qué sientes al estar arriba de los árboles? ¿Qué tienen las hojas?
4.- ¿Cómo se ve el mundo desde las alturas?
5.- ¿Es cierto que, las alturas provocan vértigo?
6.- ¿Cómo suenan las gotitas de lluvia abundante?
7.- ¿Por qué suenan así?
8.- ¿Cómo habla el viento suave?
9.- ¿De quién huye el viento? ¿Por qué el viento pasa?.
10.- ¿Tú huyes de tu sombra? ¿Por qué?
11.- ¿Qué dones o cualidades hermosas tienen los niños? ¿De dónde salen los terroristas si también tienen estos dones?
12.- ¿Quién eres tú realmente? Suma todas tus cosas buenas si puedes y verás que Dios no hace basura.
13.- ¿Quién entonces contamina a las personas y a la naturaleza?
··· Hoja carta ···

Hoja Carta fui acercándome al barrio en que había vivido y divisé al cartero. Este golpeó a una puerta y entregó una carta; la lola que la recibió se alegró mucho. Golpeó a otra puerta y entregó otra carta y la mujer que la recibió movió la cabeza disgustada. Sentí curiosidad al ver aquello, porque el cartero nunca había dejado una carta para mí en mi casa. Convirtiéndome en carta me deslicé dentro del morral del cartero.

Seguí su recorrido y al terminarlo miré satisfecho el bolsón pensando que estaba desocupado; pero, ¡bah!, todavía quedaba una carta en el fondo, sin dirección ni remitente.

- ¿Y tú de dónde saliste? -Me preguntó.
- Soy José –respondí- y quiero preguntarte por qué nunca dejaste una carta en mi casa.
- Será porque nadie te escribió ninguna -repuso el cartero.
- ¿Y qué hay que hacer para que alguien te escriba una? -pregunté.
- Mira, generalmente desean contarte las cosas que hacen cuando están lejos o para revelarte lo que no se atreven a decir personalmente -dijo el viento, luego pensó un momento y añadió- Por eso mi trabajo es tan hermoso, yo ayudo a las personas a comunicarse entre sí, a ser más personas, más trigo.

Entonces, Hoja-carta recordó su promesa al viento.

- Eso me interesa -dije- porque yo quiero comprender a la gente.
- Lo principal es el compartir -afirmó seguro el cartero- aunque con pena debo decir que es la falta del compartir de corazón a corazón lo que nos falta en el mundo.
- Yo siempre tuve ese problema, siempre fui muy callado –recordé.
- No te engañes -indicó el cartero- no es el silencio el que aisla, a veces el silencio dice más que muchas palabras. Pero los hombres son ruidosos, producen ruidos de máquinas, de golpes, o de esa música estridente que rebota en los vidrios y en las personas sin penetrar, en ellos, sin decir nada. Esos ruidos sirven para impedir que oigan lo que quisieran decirse.
- ¡Pero yo he escuchado a los hombres compartir! –exclamé.
- Pronuncian palabras pero no las oyen, -dijo el cartero- el no decir nada lo ocultan debajo de pomposos discursos.
- Y es tan fácil compartir, -dije- me doy cuenta ahora que lo hago contigo.
- Es que somos un par de desconocidos, y hasta donde yo te veo eres una cosa, un pedazo de papel -dijo el cartero- pero cuando hay que mirarse a los ojos, ahí es donde asoman las pasiones los intereses o los prejuicios; créeme, entonces es mucho más difícil. ,

Ambos permanecieron un rato en silencio, luego el cartero agregó:

- La gente prefiere comunicarse con los demás mediante objetos, mediante regalos, dinero o cualquier cosa que diga por ellos los que no se atreven a decir.
- Son tímidos los hombres -dije.
- Y temerosos -añadió el cartero- Temen al rechazo, al ridículo, la incomprensión, y temen ser heridos en sus sentimientos, por eso tienen miedo hasta de tener sentimientos.

El cartero miró su reloj.

- Oye -agregó- tendrás que disculparme, pero hoy es el cumpleaños, de mi esposa y como quiero expresarle mi cariño, le compraré un vestido, así que tendré que dejarte.

Me miró y me preguntó: “¿Qué hago contigo?”

- Déjame en el aire -le pedí.

Me convertí nuevamente en hoja, me elevé por los aires. El viento me vio llegar y burlón me preguntó:

- ¿Qué, tan luego ya te cansaste?
- Es que no entiendo nada -contestó hoja voladora desalentado- Ese hombre con el que hablé sabe que los sentimientos debieran decirse mirándose a los ojos, pero cuando él tuvo que hacerlo, hizo todo lo contrario, justo lo que él rechazaba.
- Tú estás haciendo lo mismo -lo increpó el viento-, me aseguras que tratarás de compartir con los hombres, y como no puedes hacerlo de inmediato, abandonas tu tarea.

Y tomando a Hoja Carta en un remolino lo elevó girando. “Es cierto lo que dice, pensó José, debo volver a intentarlo”.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Qué hace el cartero?
2.- ¿Has recibido alguna cartita? ¿Por qué la gente usa más el internet en lugar de las cartas?
3.- ¿Para qué sirven las cartas y tarjetas de navidad?
4.- ¿Qué sienten las personas cuando reciben cartas?
5.- ¿Para qué sirven los fax, telegramas?
6.- Cuándo una personita golpea tu puerta para pedir un pedazo de pan, ¿Qué haces, qué sientes?¿Cómo te comunicas con el señor Jesús?
7.- ¿Cuál es tu dirección? ¿Y tu mail?
8.- ¿Qué harías si te pierdes en la calle?
9.- ¿A quién le pedirías ayuda si te perdieras?
10.- ¿Te gusta escribir? ¿Para qué sirve la escritura? ¿Qué pasaría si nadie escribiera?
11.- ¿Sabes lo que es un diario de vida, y para qué sirve?
12.- ¿Te has sentido solito o solita?¿Los celulares mandan imágenes? ¿Cómo?
13.- ¿Quién es la persona que nunca te va a fallar?
14.- ¿Tú te sientes con derecho a que te contesten?
15.- ¿Le tienes miedo al silencio? ¿Por qué?
16.- ¿Cómo te sientes tú con las personas ruidosas?
17.- ¿Qué es la contaminación acústica? ¿Cómo se combate?
18.- ¿Quién es el que hace más ruido en tu casa?
19.- ¿Has sentido alguna vez que has hablado, sin que te escucharan?
20.- Cuándo te pegan o te hieren, ¿Qué haces, qué sientes?
21.- ¿De qué manera es mejor decirle a tu mamá o papá que los quieres? ¿Con palabras o en una cartita?...... Pero ahora ME estoy convirtiendo en un “e-mail”.Estoy feliz porque sin querer queriendo soy invisible y de un dos por tres puedo estar en muchas partes al mismo tiempo.....no necesito ni sobres, ni estampillas, menos cartero, llego de un soplo. Estoy creciendo. Además estoy chateando con varios. Pero sabes que en el fondo necesito el computador...en el cielo va a ser todo transparente, al instante sin necesidad de un computador.

··· Hoja moneda ···

En la esquina estaba sentado el flautista ciego. La hoja carta se convirtió en moneda, me dejé caer en el tarrito que tenía junto a él.

- Gracias, señor, que el... -masculló el ciego pensando que alguien le había dado una limosna.
- No des las gracias, amigo -le dijo Hoja Moneda - no soy moneda solamente, mi nombre de pila es José invisible.
- ¿José... José... ?, ¿y quién es José? -preguntó el ciego sin dejar de tocar su flauta. Ese nombre no me dice nada, ¿A cuál de los dos tipos de hombres perteneces tú?
- ¿Cómo puedes hablar de dos tipos? -dije indignado- Todos los hombres somos diferentes: tú eres ciego, yo soy invisible, otros son sordos, otros son... casi enteros. Pero eso no me importa; a mí me interesa conocerlos a todos. Ya que sé que lo más importante es el compartir de corazón a corazón.

El ciego interrumpió su música y exclamó:

- ¿Quién dijo semejante barbaridad? Has de saber, pequeña moneda, que lo fundamental es entender qué es la bondad; por eso te digo que hay dos clases de personas: los que dan, esperando recibir algo a cambio, y los que no dan; por supuesto, esos son los peores.
- ¿Y los que piden? -pregunté ingenuamente - ¿De qué tipo son?
- Todos los hombres piden, en eso sí son iguales -afirmó agresivamente el mendigo ciego.
- Yo veo que tú pides -dije- ¿y qué das?
- Nada, nada. Yo soy de los que no dan nada.
- Entonces, ¿Eres de los peores? -pregunté asombrado.

El flautista ciego lo colocó en la palma de la mano y frunció el ceño.
- No entiendo nada -le dijo- Yo no doy porque soy bondadoso, por eso no doy. Verás, el que recibe siempre se siente un poco humillado por tener que aceptar algo de otro. Al no dar, evito que la gente se sienta humillada, ¿Ves que soy bueno?
- ¿Y tú no te sientes humillado al recibir? –pregunté
- ¿Humillado...? ¿y por qué? Al contrario, si pido es porque soy bondadoso. Escucha, los que dan se dicen a sí mismos: ¡Qué generoso soy!, y se sienten alegres; los que no dan se dicen a sí mismos: Acabo de ahorrar unos pesos..., y se sienten dichosos. ¿Ves que bueno soy?, hago que todos se sientan felices.

Hoja moneda lo miraba tratando de entender.

- No entiendo -le dije-, dices muchas cosas acerca de cómo son los hombres, pero tú te crees diferente. Divides a los hombres en tipos, pero tú no perteneces a ninguno de ellos. ¿Sabes?, quizás no te creo. .
- ¡Moneda insolente! -dijo indignado el flautista y trató de guardar a Hoja moneda en su bolsillo, pero éste ya se transformaba en hoja una vez más y comenzaba a elevarse.
- ¡Ven, vuelve!... -le gritó el ciego no queriendo perder su dinero- No me entiendes porque te he mentido. Es cierto, no soy bondadoso, soy egoísta y lo sé, pero no te vayas, no te...

Pero Hoja moneda se alejaba empujado por su amigo el viento. “¿Cómo quieres que comprenda a los hombres si mienten?”, le pregunté mientras volaba, pero el viento nada contestó, y Hoja Moneda se sintió arrastrado lejos, lejos hacia la cordillera.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Alguna vez has recibido algo de alguien? ¿Qué sentiste?
2.- ¿Alguna vez has dado algo a alguien? ¿Qué sentiste?
3.- ¿Tú crees que las personas se pueden dividir en dos grupos?
4.- ¿Qué prefieres, dar o recibir?
5.- ¿Tú crees que quien recibe se siente humillado?
6.- ¿Qué es ser generoso?
7.- ¿Tú crees que mientras más caro sea un regalo, más valioso es para quien lo recibe?
8.- ¿Qué es más lindo, un regalo comprado o un regalo hecho por ti mismo? ,
9.- ¿En qué fechas recibes regalos?
10.- ¿Crees que la Navidad es sólo para regalar objetos?
11.- Cuando alguien te pide diez pesitos y tú no se los das, ¿Qué pasa dentro de ti?
12.- ¿Te has sentido usada(o)? ¿Cuándo? ¿Por qué?
13.- Cuándo tu mamá o papá sólo te pide a ti que hagas las compras, ¿Qué sientes?
14.- ¿De qué metal son las monedas? ¿Cuál vale más?
15.- ¿Mil pesos es mucha plata?
16.- ¿Cuáles son las monedas de tu alma? ¿Cuál vale más?
17.- Cuándo una personita habla, con el corazón, ¿Qué sientes dentro?
18.- ¿Por qué hay personitas que no prestan sus juguetes? ¿Por qué?
19.- Cuando alguien te hace un favor que no le puedes pagar, ¿Quién le paga?
20.- ¿Qué te “hace sentir”la frase: “que Dios se lo pague”?
21.- ¿Cuánta plata te puedes llevar al cielo?
22.- ¿Cuánta plata vale una persona?
23.- Si no puedo llevarme plata al cielo, ¿Qué me puedo llevar?


··· Hoja nube ···
De pronto, me sentí liviano, muy liviano. Contemplando una laguna, ví que ahora era una nube.
“He sido yo, se disculpó el viento, porque quiero presentarte a una amiga mía, a una linda y pequeña nube: a ella cuéntale lo que me has dicho”, y diciendo esto dejó a Hoja frente a una nubecilla rosada que descansaba en la falda de un monte.

- ¿Tú también hablas? -pregunté incrédulo
- No sé si pueda llamarse hablar, pero si puedo comunicarme contigo -me dijo la nube-. Me contó el viento que tratas de comprender a los niños, a los hombres.
- Sí, pero es muy difícil, y no sé si pueda hacerlo. Dicen una cosa y hacen otra, cada uno cree ser diferente y mejor que los otros, y mienten para... para... en realidad no sé para qué mienten...

Hoja Nube dudó, y quedó perplejo ante su propia duda.

- Mienten porque no están seguros de lo que son -susurró la nube.
- Eso es demasiado complicado para mí: yo sé quién soy –dije.
- ¿Estás seguro?.. Recordemos, cuando pasabas inadvertido entre la gente, eras invisible: cuando te acercaste a alguna persona, ella te vio a su manera, ¿o acaso eres una carta o una moneda?
- ¡Yo soy Hoja! -afirmé categóricamente.
- ¿Y quién es Hoja? -preguntó la nube cambiando su propia forma y color.

Hoja no supo que responder. En el fondo, era eso lo que trataba de averiguar. Al intentar comprender a los otros, buscaba también comprenderse a sí mismo. Un lolito es visto de manera diferente por quienes lo rodean, y va cambiando y cambiando, como si fuera una nube que a cada instante cambia, tratando de adaptarse a la forma en que otros lo ven.

- ¿Es como si me estuviera disfrazando con distintos disfraces?
- Algo así -aceptó la nube, que de nuevo había cambiado de color y forma-. Uno se puede disfrazar de padre cariñoso frente a sus invitados en una fiesta: servicial o indiferente, coqueto o irascible, según como se encuentre, y están tan acostumbrados a disfrazarse que a veces no se conocen cuando se miran por las mañanas al espejo.

Hoja-nube sintió un poco de pena por todos, y comenzó a llover despacio mientras volvía a convertirse en hoja.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Quién eres tú? ¿Con qué te identificas de la naturaleza? ¿Qué disfraz?
2.- ¿Crees que crecer es igual que disfrazarte?
3.- ¿Crees que la gente grande también se disfraza y cambia?
4.- ¿Tú te disfrazas a veces?
5.- Si pudieras cambiar, ¿Cómo te gustaría ser?
6.- ¿Tú crees que todo el mundo te ve igual?
7.- ¿Es bueno o malo cambiar?

··· Hoja mariposa ···

Pasaron los años, y me convertí en hombre y seguí viviendo invisible entre los hombres. Me hice carpintero como mi padre y mi abuelo, y caminé de uno a otro lugar cortando y clavando maderas, tratando siempre de comprender a mis hermanos. Fui muchas cosas en mi camino. Así como fui carta, hoja, moneda y nube, un día fue mariposa, y revoloteando junto a un sendero, me posé en una dulce flor.

Dos personas caminaban conversando, Uno de ellos, el poeta, tomó la flor. Hoja-Mariposa no voló. - Bella Mariposa -dije.

- Más bien extraña, -dijo el sabio- no ha volado asustada.
- No ha volado porque no me teme. ¿Por qué no puedes apreciar algo sin tener que analizarlo? -preguntó el poeta.
- ¿Cómo puedes tú gustar de una mariposa sin tratar de entenderla? –preguntó a su vez el sabio.
- No veo qué obtienes con todas tus investigaciones.
- Busco la sabiduría –respondió el sabio.
- Pero eres incapaz de apreciar la belleza, -dijo el poeta- ¿Para qué sirve entonces toda tu sabiduría?
- Estudiar la naturaleza y al hombre me proporciona más placer que contemplarlos.
- Yo prefiero sentir, sentir la forma, el ritmo, los colores... Sentir esta mariposa... –Y me agitó, que los escuchaba- sin belleza no vale la pena vivir -agregó convencido.
- Estás equivocado, la belleza es algo como agregado. La sabiduría es conocer lo que hay tras las apariencias, eso hace que la vida tenga sentido -acotó el sabio, también convencido.

Hoja-Mariposa, interesado en un comienzo en aquella discusión, comenzó a aburrirse. Sabio y poeta seguían, cada cual, el hilo de sus propios pensamientos, reafirmando sus propias convicciones. Era indiferente si alguno de ellos tenía la razón... “O si ninguno la tenía”, pensé mientras volvía a ser hoja, y volaba con mi amigo el viento.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Quién crees que tenía la razón, el poeta o cl sabio?
2.- ¿Son sabios solamente las personas que lo saben todo?
3.- ¿Sólo los poetas pueden ver las cosas hermosas?
4.- Si tú fueras sabio, ¿Cómo lo sabrías?
5.- Las cosas de la naturaleza, ¿Son para mirarlas o para analizarlas?
6.- ¿Por qué crees que Dios hizo a las flores bonitas?
7.- ¿Crees que Dios puede hacer algo que no sea bonito?
8.- ¿Crees que Dios te hizo hermoso también a ti?

··· Hoja padre ···

Una tarde, volé sobre los campos. Habían pasado muchos años desde que lo hice por primera vez. Me sentía un poco cansado, un poco desilusionado y muy confundido. Fue entonces cuando divisé allá abajo el establo. El lucero de la tarde parecía alumbrarlo. Volé hacia él siguiendo a una paloma. “Es un buen lugar para meditar,” pensé. A lo lejos, pastores y gentes venían en la misma dirección. La paloma se posó en el techo del establo y penetré llevado por una suave brisa.
Había dos o tres animales, y en un rincón una mujer de rostro cálido y sereno contemplando a su hijo recién nacido.

El niño estaba acostado en un cajón hecho cuna. Yo recordé mi propia infancia, y deteniéndome junto a ellos me convertí en Hoja-padre. “Tengo una nueva responsabilidad, pensé, debo cuidar de mi hijo. Quizás ya no logre encontrar el secreto para compartir con los hombres.”

El niño le sonreía iluminado por la luz del atardecer. Los pastores y los reyes habían llegado.

Sentí que mi hijo podría escucharme y entender, y en voz muy baja muchos años he recorrido las mariposa, nube y moneda, los ojos de los hombres y propios ojos. He oído sus temores y contado los míos; he visto sus actos y actuado entre ellos; me ha molestado su incertidumbre y no he podido explicar las mías; he sentido las pasiones y he sufrido la miseria; he vivido con los hombres, pero no he podido llegar a comprenderlos. He sido y soy otro hombre entre los hombres, desconocido y ajeno, solitario y presente, y tampoco he podido comprenderme a mí mismo. Ahora estás tú, el hijo de Hoja-padre. Es probable que lo que siento por ti, algo hermoso, diferente y profundo, pueda ayudarme en mi búsqueda, pueda decirme cómo comprender a mis semejantes.”

Entonces, sin palabras, dulcemente, el niño me habló: “Hoja, padre, si quieres llegar a compartir con los hombres, ámalos, ámalos...”

(Saúl Schkolnik)

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Quién eres tú, niño, hoja, carta, nube o bien un padre?
2.- ¿Qué personajes del cuento te recuerdan a tu papá ya tu mamá? ¿Por qué?
3.- ¿Por qué José niño se volvió invisible?
4.- ¿Te has sentido alguna vez como José-niño en el colegio, es decir, como parte de niños que se vuelven invisibles?
5.- ¿Te gustaría ser Hoja-padre? ¿Por qué?
6.- ¿Te gustaría ser como tu papá? ¿Por qué?
7.- José-niño se crío en un cajón, ¿Dónde te criaste tú?
8.- ¿Qué personaje del cuento representa a alguien que no eres, pero que desearías ser?
9.- ¿Te aburrió el cuento? ¿Por qué?
10.- ¿Qué cosas le cambiarías a tu papá ya tu mamá? ¿Por qué?
11.- ¿Te da vergüenza que tu papá te haga cariño?
12.- ¿Tu mamá es linda?
13.- ¿Qué fue lo que más te gustó del cuento?

··· Hoja televisor ···

Un día fui al programa Sábados Gigantes, donde pude compartir, gritar, cantar; también me hicieron preguntas que me costó mucho responder, pero me cansé de tanto grito y de tantas canciones. Me hice invisible y me metí dentro de una cámara de televisión.
Me gustó mucho al principio porque había tantos cables, soldaduras y pequeños artefactos chiquititos... Además, me fijé en la pantalla que todo era blanco y negro, pero como a mí me gusta el color dejé la cámara y me fui a la cabina de control donde están todos los televisores, donde llegan todos los terminales.

Me puse en la máquina donde están todas las palancas y me di cuenta de que todo era un poco frío; se podía recibir comunicaciones e imágenes, pero la gente trabajaba automáticamente como si fueran pequeños robot; después sonó una campana, justo a las doce, y a mí me dejaron solo en el estudio y no pude entrar al comedor.

Entonces me transformé en un televisor que estaba en el comedor. Pude ver como los camarógrafos, el director, Juan La Rivera, y todos los artistas que trabajaban comían como cualquier ser humano, pero lo hacían a toda carrera y se iban. Me di cuenta de que sus conversaciones eran “¡Hola que tal!, ¿Cómo te fue?” y muy pocas palabras más.

Me fui de ahí y como ya estaba convertido en televisor me dirigí hacia las casas de las poblaciones más pobres de Santiago. Me di cuenta de que todos me miraban, pero no me decían cosas bonitas, no me decían como se sentían; vi también como el papá peleaba porque quería ver un canal y los hijos querían ver otro. Sólo en el partido del Colo estaban todos mirándome, pero en otros programas, los niños, los papás y los jóvenes tenían diferentes intereses. Me dio pena ser la causa de división, pero pensé que a lo mejor era solamente aquí, así que tomé mi vuelo y me convertí en un televisor invisible en otro lado de Santiago.

Allá las cosas eran distintas; había televisores en todas las piezas, en el comedor, en el dormitorio, en la cocina, en la sala de estar, en la pieza de los niños y de los padres. Ellos podían ver el televisor que quisieran, pero me di cuenta también que de repente veían programas, que vienen en unos cassette de todos colores, que yo no transmitía; habían unos muy buenos de niñitos de ciencia de Teleduc, y otros pornográficos en que ponen la relación de hombre y mujer, que son hermosas por que el Tatita Dios las hizo, pero en forma sucia y cochina para ganar plata. Me dio pena, me dio tanta vergüenza... Tan triste me puse que dije: “Yo no me meto más en estos televisores de acá. A lo mejor es solamente aquí en este lugar de Santiago...”

Como yo soy invisible me transporté al centro, a las grandes poblaciones de la clase media, y también me encontré con que habían televisores en todas las casas, y también jóvenes y niños de todos los portes viendo programas feos y sucios. Me sentía mal, porque Dios no hace cosas sucias, Dios no hace basura, me dio pena y empecé a pensar. ¿Será buena o mala la televisión? Yo sé que a veces es buena porque yo he aprendido muchas cosas pero los demás niñitos que no comunican amor, que no hacen crecer a los niñitos, a las niñitas y no hacen respetar a las familias, no me ponen contento. Me voy a volver invisible, pensé, y me voy a convertir en un computador.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

1.- ¿Por qué transmiten programas que no me respetan como personita?
2.- Si has visto alguno, ¿Qué sientes, qué pasa en tu fantasía?
3.- ¿Quiénes son los malos: los televisores o los directores de programas?
4.- Cuando te encuentres en la entrada de la otra vida, ¿Qué te dirá San Pedro?
5.- ¿Hay programas verdaderos y otros de pura fantasía?
6.- ¿Cuándo un programa es bueno o malo?
7.- Si un programa te aleja de Dios, del papá, de tus hermanos, ¿Es limpio?
8.- ¿Podría corregir algo ya corregido?
9.- ¿Podría cambiar algo ya modificado?
10.- ¿Podríamos hacer un cambio bueno y que eso hiciera enojar a alguien?
11.- ¿Ser cambiante es ser inmaduro o inmadura?
12.- ¿Qué va primero, ponerme el traje de baño o tirarme a la piscina?
13.- ¿Qué va primero, lavar el plato o comer
14.- ¿En qué se diferencia una tasa de baño de una tasa de té?
15.- ¿En qué se parecen un reloj de arena y un reloj de cuerda?
16.- ¿Tienes derecho a decir que no? ¿Cuándo?
17.- ¿Puedes comunicarte sin hablar?
18.- ¿Puedes hablar sin comunicarte?
19.- ¿Alguna vez has hablado con un objeto?
20.- ¿Alguna vez has hablado con un animal?
21.- ¿En qué se parece tu mamá a tu nana?
22.- ¿En qué se parece tu papá a tu profesor?
23.- ¿Qué es para ti ser bondadoso?
24.- ¿Podría una guagua vivir abandonada en un cajón?
25.- ¿Alguna vez te has sentido como alguno de los “José”?
26.- ¿Qué es mentir?
27.- ¿Hay alguna buena razón para mentir?
28.- ¿Qué quieres ser cuando adulto? ¿Por qué?
29.- ¿Qué no te gustaría ser cuando adulto? ¿Por qué?
30.- Si pudieras convertirte en un objeto, ¿En cuál te convertirías?
31.- ¿Alguna vez has sentido que alguien no te quiere?
32.- ¿Cómo crees tú que vas a educar a tus hijos?
33.- ¿Qué harías si un día tienes un hijo enfermo?
34.- ¿Qué diferencia existe entre tú y un niño en Africa?
35.- ¿En qué te pareces a un niño ruso?
36.- ¿En qué te pareces a tu mamá? ¿En qué te pareces a tu papá?

··· Hoja computador ···

En el computador veo que hay unos discos que se colocan y uno puede escribir cosas: hay programas bonitos con los que puedo aprender mucho. También he visto que hay jóvenes de todas las edades, y niños que los manejan y me da gusto como ellos tocan todas las teclas.
Me sentí satisfecho con ser computador hasta que estuve en una gran industria de Santiago. Me di cuenta de que muchas personas quedaban mal de la cabeza; los jefes los hacían trabajar muchas horas y le pagaban muy poco, y esto trajo a sus casas el sufrimiento de muchos padres que no llevaban dinero suficiente a sus casas y tenían que trabajar los sábados, y a veces los domingos, sin poder jugar ni salir con sus hijos.

Me da pena que los hermanos se hagan sufrir, porque las máquinas son un medio y no un fin. Las personas son más importantes.

Ahora que ha pasado todo esto yo quiero hacer algunas preguntas que son guías:

1.- ¿Por qué a veces las cosas materiales dominan a las personas?
2.- ¿Por qué los hombres usan la T.V. para vender tanta mercadería, tantas cosas, tantos productos de todas clases que a veces no son tan buenos y hacen daño a la salud?
3.- ¿Por qué no se defiende a la familia?
4.- ¿Por qué se ataca al hogar?
5.- ¿Por qué hay tantas mujeres y hombres que engañan a los papás y a las mamás y me engañan a mí también?
6.- ¿Por qué tú te duermes con miedo cuando ves ciertos programas? ¿Cuáles son los programas que te echan a perder el sueño y te alejan del Tatita Dios?
7.- ¿Porqué algunas personitas prefieren jugar con Nintendos o computadores en vez de conversar con los miembros queridos de su familia.?
8.- ¿En el cielo hay computadores?
9.- ¿Qué es más importante, el Nintendo o tu hermano?
10.- ¿El Nintendo te acerca a Dios?
11.- ¿El Nintendo produce cosas bellas o cosas feas dentro de ti?

SICOLOGÍA PARA NIÑITOS

La palabra sicología es usada, generalmente, para referirse a la ciencia que estudia el comportamiento de la experiencia humana cotidiana.

Es bueno distribuir la sicología humana de la sicología animal, y dentro de la humana, encontrar la “sicología general”, “evolutiva”, “diferencial”, “social” y “anormal”. Nos referimos a la sicología general que estudia la conducta de niñas y niños, para resolver problemas y crecer: también trataremos de la sicología evolutiva que se ocupa del desarrollo del comportamiento de niñas(os) en etapa de su crecimiento de 4 años en adelante.

De alguna forma vamos descubrir el pensamiento, emociones, fantasías y percepciones de las niñas y niños: le colocaron “Sicología para niños” porque nos queremos detener en ellos y ayudarlos a compartir sus problemas y desafíos, juntos (en pequeños grupos). En este trabajo se ha logrado el desarrollo de cada uno, junto con sus problemas que conlleva cada etapa de este, a través de entrevistas hechas a niñitas y niñitos.

El profesor de sicología que se dedica a la investigación, les narra los problemas descubiertos en este material; los niños levantan la mano para dar su testimonio de cómo han resuelto problemas similares al planteado. Así a través de esto, las niñitas y niñitos, junto con el profesor, van logrando su propio crecimiento personal, junto con ir aprendiendo a enfrentar los problemas que se le presentan día a día, gracias a este compartir.

MARCO DE REFERENCIA PARA COMPARTIR ESTA PEDAGOGíA

El otro día hice una entrevista a unos niños. Este es uno de los problemas que él me contó que tenía, este niño tiene tantos años... (mencionar el problema)

GUIA DE PREGUNTAS

1.- ¿Quién ha tenido un problema parecido?
2.- ¿Cómo creen que se puede solucionar?
3.- ¿Qué se siente en el corazón, en el cuerpo, frente a este problema?
4.- ¿Por qué creen que se produce este tipo de problemas?
5.- ¿Qué podría ocurrir si no se resuelve este problema?
6.- ¿Cómo resolvió Jesús estos problemas?
7.- ¿Y qué vas a hacer tú cuando tengas un problema así?
8.- Cuando tienes problemas, ¿escondes tu cabeza como las avestruces o tratas de solucionarlos?

Problemas, ¿quién no los tiene?... Problemas grandes, problemas chicos, ¡Todo tipo de dificultades!. Los problemas aparecieron cuando Adán quiso ser como Dios, y pareciera que todos los tienen, desde el más pequeño, hasta el abuelito.

La sicología, en el sentido amplio de la palabra, es tener la capacidad, como persona, de enfrentar los problemas y vencerlos si se puede, o asumirlos en caso contrario.

“Si tengo un problema y lo puedo solucionar, ¿Para qué me preocupo?. Si tengo un problema y no lo puedo solucionar, ¿Qué saco con preocuparme?”.

A continuación, quiero describirte los problemas de niños y niñas de 4 años en adelante. Gracias a la ayuda de algunas preguntas mayéuticas podemos ayudarlos a solucionar lo que los aflige:
1) Jesús tiene 4 años, es hijo de madre artista y vive en Lo Barnechea. La entreviste fue más o menos esta:

Jesús, ¿qué problemas tienes con las niñitas?
- No quieren jugar conmigo
¿Y con los niñitos?
- Que pelean
¿Qué problemas tienes con la mamá?
- Mi mamá ronca y no me deja dormir.
¿Y qué problema tienes con las tías del colegio?
- Que me enseñan siempre lo mismo, y no contestan a mis preguntas. No me dejan hablar. Me castigan cuando me quedo mirando las piedras. (Jesús asocia las piedras con imágenes, y es todo un artista en potencia).

¿Qué problemas tienes con Santiago?
- Está nublado, parcial y lluvioso.
¿Y con tu hermanita?
- Hace que me desordene.
¿Y con la televisión?
- ¡Ahí si que tengo problemas!... Me quedo dormido, y a veces me asusto... como que me come.
¿Qué problemas tienes contigo mismo?
- Me duelen mis oídos a veces, y la cabeza.

2)Mi amiga XAVIERA tiene 9 años y vive en las afueras de Santiago:

Xaviera, ¿Qué problemas tienes con tus hermanos?
- Discutimos y nos ofendemos.
¿Qué sientes frente a las groserías que escuchas en tu casa?
- Me siento muy mal y no me gustan.
¿Qué otros problemas tienes en tu casa?
- MI papá ronca y grita muy fuerte.
¿En las misas qué te pasa?
- A veces me aburro, y me distraigo con cualquier cosa. Miro una ventana y me vuelo.
¿Y qué problemas tienes contigo misma?
- Muchas veces me siento sola.

3)Nicolás tiene 6 años:

¿Qué problemas tienes con tu mamá?
- Que me pega a veces cuando me porto mal, y otras veces me reta.
¿Y con el papá?
- Ningún problema.
¿Y con tus hermanos?
- No tengo problemas porque ellas me llevan a todas partes.
¿Tienes algún problema con la abuelita?
- Con la “mamá” que me reta cuando juego en el calor. Pero con la otra abuelita, ningún problema.
¿Y tienes algún problema en el colegio?
- Que a veces no dan recreo.
¿Y con las profesoras?
- Ningún problema.
¿Tienes problemas con los compañeros?
- Ningún problema.
¿Y con las niñas?
- Sí, tengo problemas porque tienen los ojos negros (y a él no le gustan).
¿Y los niños te dan algún problema?
- No, ninguno.
¿Tienes problemas con el país?
- El smog.
¿Y con Santiago?
- Tengo problemas con los autos, porque ellos dan el smog y este las enfermedades.
¿Tienes algún problemas con los curitas?
- Ninguno, porque ellos están más cerca de Jesús.
¿Y con Dios (Jesús)?
- Me gusta que cuando nació viene el Viejo Pascuero y trae regalos.
¿Y tienes algún problema con el Viejo Pascuero?
- Me trajo la máquina de los cazafantasmas fallada.
¿Tienes algún problema con tu cuerpo?
- Que cuando me bajo del columpio me duele el cuello.
¿Y con la tele?
- Que las noticias son aburridas.
¿Con las mascotas tienes algún problema?
- Ninguno, me gustan enteros, tal como son.
¿Tienes algún problema con los adultos?
- Que me pegan.
¿Y con la casa?
- Me gusta mucho porque es bonita y tengo hartos juguetes.
¿Tienes algún problema con la guerra?
- No me gusta porque mueren los señores.
¿Y con la ecología?
- Sí, que hay que cuidar las plantas porque ellas nos dan aire puro.

4) Nazara tiene 5 años, y es hija de un artesano que repara casas antiguas de piedra:

Nazara, ¿Qué problemas tienes con tu abuelo?
- Se enoja, y cuando se enfada se pone como una fiera.
¿Qué problemas tienes con los insectos?
- Que me pican y me hacen daño.
¿Y con Santiago?
- Me asfixio.
¿Qué problemas tienes con tu papá?
- Que me pega.
¿Qué te hace sentir que te pegue?

5) Eleazar, ¿Qué problemas tienes con la mamá?
- Yo no tengo mamá...
¿Y quién hace las cosas en la casa?
- Mi papá tiene que hacerlo todo, porque ella ya no está.
¿Y se cansa tu papá?
- No sé si se cansa.
Y con la comida, ¿Tienes algún problema?
- No me dan ganas de comer.
¿Y para qué comen los niñitos?
- Para ser fuertes y jugar fútbol.
¿Y para qué quieres jugar fútbol?
- Para ser fuerte y hacer casas de piedra (Como el papá).
¿Y para qué quieres hacer casas de piedra?
- Para vivir y ser feliz.
¿Y para qué todo eso si después te vas a morir? ¿Para qué sirve morirse?
- Para ir al cielo, y entrar con el Padre Dios, y para jugar y ser feliz con todos mis amiguitos.
¿Con papá?
- Mi corazón tiembla.
¿Y por qué te pega? ¿Porque es malo?
- Por que me equivoco.
¿Qué problemas tienes con la mamá?
- Que se casó con otro hombre.
¿Y qué te hizo sentir?
- Pena.
¿Mucha?
- No, no mucha.
Y con tu hermanito, ¿Qué problemas tienes?
- No me presta sus cosas.
¿Y con las niñas?
- No las conozco.
¿Y con los “profes”?
- Algunas veces las otras niñas mienten y me castigan a mí. Me aburro en clases... me dan muchas tareas y no sé cómo hacerlas.
¿Y contigo?
- Que no me gusta comer, porque veo en las comidas cosas raras que me dan ganas de “vomitar”.
¿Qué problemas tienes con el frío?
- Que me da mucho frío.
¿Y con el calor?
- Que me da mucho sudor.
¿Y con Jesús?
- Me da pena cuando Herodes lo manda a matar.
¿Y con la Navidad?
- Me pone triste.
¿Y qué esperas para Navidad?
- Que Papá Noel me traiga cosas.
¿Qué problemas tienes con los curitas?
- Gritan mucho.
¿Y en la misa?
- Dicen cosas bonitas.

6) Eleazar es el hermanito de Nazara, y tiene 4 años:

¿Te gustan los payasos?
- No, porque la otra vez unos payasos entraron a mí casa y se llevaron cosas...
¿Y qué te hizo sentir?
- Mucha rabia y ganas de darle un “tortazo”.
¿Le has dado un tortazo a alguien?
(Interviene Nazara) ¡Sí!, a mí...
¿Y tú se los contestas, Nazara?
- Sí, pero se los devuelvo “flojitos”.

7) Rodrigo Sebastián Sánchez Barrientos 5 años

Rodrigo, ¿Qué problemas tienes con tu cuerpo?
- Me quemé con la plancha. No me gusta que me toquen la herida porque me duele. Además casi me corté... y que me clavan las espinas.
¿Y con Santiago?
- No me gusta que tenga smog y lo demás me gusta tal como es.
¿Y qué pasa con tu mamá?
- Me reta cuando me porto mal.
¿Y tu papá?
- Me reta cuando me porto mal.
¿Cómo te llevas con tus hermanas?
- Me retan cuando me porto mal y mi hermana mayor me pega.
En el colegio. ¿Tienes problemas?
- No, no tengo problemas, y lo que más me gusta es el recreo porque puedo salir a jugar.
¿Y con el Viejito Pascuero?
- Ninguno, se portó bien con todo lo que me trajo: un camión Goliat.
¿Tienes algún problema con tu casa?
- Ningún problema porque mi casa es linda.
¿Y con Dios?
- Ninguno, porque cuando me molestan me da fuerza y permiso para que les pegue.
¿Qué piensas de los adultos?
- Que me retan y no quieren jugar conmigo.
¿Y de las niñas?
- No sé.
¿Y los niños?
- Que uno dice garabatos y el otro me hace reír en clases.
¿Qué piensas de la guerra?
- Me gustan los soldados, pero mi problema es que se maten. Me gusta la paz.
¿Qué piensas de la ecología?
- No sé... No maten los animales ya los árboles; que no le peguen a los árboles porque dan aire puro.

7) Fabiola, 8 años.

Fabiola, ¿Tienes algún problema con tu mamá? -Ningún problema.
¿Y con tu papá?
- Que me reta.
¿Qué pasa con tus abuelitos?
- Mi abuelita está enferma. Mi abuelito murió.
¿Y con Dios?
- No, porque me quiere.
¿Con los sacerdotes?
- No, porque son religiosos: casan a las personas.
¿Y con el Viejito Pascuero?
- No,... no sé.
¿Qué problemas tienes con tu cuerpo?
- Ninguno, me gusta tal como es.
¿Tienes algún problema en el colegio?
- La señorita me reta, me siento mal; me da pena y rabia.
¿Qué problemas tienes con la ecología?
- Ninguno. Que no maten a los animales, a los pájaros. Los árboles que no los quemen, que corten las hojas.
¿Tienes algún problema con los niños?
- No me dejan jugar: son pesados, me molestan.
¿Y con las niñas? .
- Ninguno, no hacen lo mismo que los niños.

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