ENFOQUE PARA E. DE PAREJAS
DE J F F
2: “Comunicación”
Cuantas veces he discutido con mi pareja porque no nos entendemos, porque nuestra forma de expresarnos es diferente y nos malinterpretamos. Para mí, como mujer, es más común expresar plenamente mis sentimientos utilizando frases poéticas, metáforas y muchas veces generalizaciones. Lenguaje difícil de entender para un hombre acostumbrado a traducir literalmente mis palabras y transmitir sólo hechos e información. Para que nuestra comunicación sea plena necesitamos el esfuerzo de ambos.
Mi tarea es aprender a respetar sus silencios, dándole espacio para que pueda pensar en los problemas y encuentre una solución práctica para ellos; para que calme y recobre el control, si está perturbado; para que pueda encontrarse a sí mismo con su ser profundo y poderoso. Trato que se dé cuenta que lo apoyo expresándole mi confianza en su capacidad de manejar las cosas, sin sofocarle con mi ayuda, evitando criticar y aconsejarle.
Por su parte, él me regala su paciencia y amor cuando habló hasta por los codos, porque para mí es normal meditar en voz alta, hablar para sentirme mejor y más concentrada, o como forma de crear intimidad que me permita compartir mis sentimientos; labor en la que debo cooperar, dándole a entender que no todo lo que me pasa es culpa suya, que necesito que me escuche más que encontrar soluciones.
Al comunicarnos cada uno entrega algo absolutamente suyo al otro. Compartimos nuestros sentimientos y sueños, descubrimos sin miedos nuestro ser profundo, abrimos nuestras puertas sin temor y con libertad. El simple hecho de comunicarnos cuando hay problemas nos lleva directo a la
solución. Dejando atrás todo lo pasado, lo que tiene más de 24 horas murió (porque ya lo dijimos).
A esto le hemos sumado expresiones que nos ayudan a ir creciendo en comunicación, tales como, “me gustaría”, “necesito de ti” y evitamos expresiones acusadoras hacia el otro, omitiendo los “tú” culpadores.
Todo lo anterior, no sería posible sin la compañía constante de Dios, quien nos recuerda que en nombre del amor que nos tenemos, debemos tratarnos con tono, tino, tacto, ternura y tolerancia. Procurando que en nosotros prime la comunicación de sentimientos, que siempre nos enriquece; sin hacer juicios y acogiendo al otro con la expresión de nuestros sentimientos profundos. Dejando atrás la conversación que sólo nos informa y entretiene.
Preguntas a compartir:
¿Ccuándo me siento acogido por mi pareja?
¿soy acogedor(a) con mi pareja? ¿por qué?
¿qué es lo que más me cuesta entender del otro y me da radia, impotencia?
¿cómo me gustaría que me tratarán en los momentos críticos?
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