SALUD y VIDA
BAJO LOS EFECTOS
EMOCIONALES
Las emociones y sentimientos,
que se hallan bajo el control de mi libertad, constituyen otro factor que
determina mi salud. Científicos, investigadores y médicos descubren, cada día
más y más, el papel fundamental que las emociones
juegan en nuestro estado de salud.
Antes de explicar lo que acabo
de decir, quisiera insistir en que, por naturaleza, somos seres saludables.
Dios planeó la existencia de seres saludables y, en efecto, nos creó en estado
de salud. Esto es un hecho a pesar de los quebrantos constantes de la salud que
la humanidad ha padecido a lo largo de su evolución. Y es un hecho reconocido
por médicos como el Dr. CHOPRA.
En efecto, la presencia del sistema
inmunológico, la capacidad de auto reparación en las células, la tendencia
natural hacia el auto conservación y hacia la salud, demuestran con toda
claridad la voluntad del Creador. El no ha creado enfermos, sino imágenes vivas
de El que se orientan hacia la salud, el bienestar, la plenitud
Juan afirma en su primera
carta, “Dios es amor” (4,8.16). V según el libro del Génesis, “creó Dios al
hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (1,27).
Desde esta perspectiva podemos
aceptar que los seres útiles son amor. Al afirmar que Dios y los hombres son
amor, es, un sentimiento, debe sonar como una exageración fuera de lugar. Esto
es de suponer, en especial, para los oídos de un fi tu Sin embargo, es una
forma de enfatizar la tarea fundamental que los sentimientos desempeñan en
nuestra existencia.
A-
Las emociones son una opción
Las emociones y sentimientos son parecidos a los colores. Ellos animan y realzan la calidad de nuestra existencia.
En efecto, la tristeza tiñe nuestro paisaje con tonalidades grises.
*La
depresión
resulta negra como una noche oscura.
*La alegría es brillante como el Sol.
*La paz nos remite al verde de
nuestras praderas y bosques.
* La devoción y adoración tienen la profunda transparencia azul del cielo.
*El amor se reviste de un rojo
vivo como el de la sangre. Y así sucesivamente.
Sin el colorido de las emociones
nuestra vida se desvirtuaría, quedando reducida a un mortecino blanco y negro.
Sin los sentimientos, seríamos como cadáveres que se desplazan de un lugar a
otro, realizando nuestras tareas y actividades con la frialdad mecánica de una
máquina.
Los sentimientos, pues, nos
caracterizan como criaturas vi vas. Ellos desempeñan una función esencial en
nuestra existencia. Más aún, todos ellos son buenos. Sí, tanto los sentimientos
negativos como los positivos son buenos. Basta con que escojamos
Vivirlos en el momento oportuno
y en el lugar adecuado. La oportunidad con que optemos por unos u otros determina
que todos ellos nos resulten buenos y saludables.
Pero si, por ejemplo, yo me
angustio sin razón, o demasiado, o durante un período largo de tiempo, entonces
mi angustia no será saludable. Por el contrario, puede causarme un estado de excesivo
estrés. Y no olvidemos que el estrés es considerado por los médicos como la
causa de un ochenta por ciento de nuestras enfermedades orgánicas.
Ahora un ejemplo del uso saludable
de las emociones negativas. Si tú te enojas para evitar que tu hijo pequeño
atraviese una avenida de mucho tráfico sin hacer caso de los semáforos, cierta
mente es benéfico tu enojo. Este sentimiento negativo puede salvar la vida de
tu hijo.
En la actualidad hay evidencia
suficiente para reconocer que los sentimientos son determinantes, sea de la
salud o de la enfermedad. Por lo mismo, es importante saber cómo utilizarlos en
beneficio de la salud.
Ya he mencionado que los
filósofos estoicos afirman que los sentimientos son producidos por nuestros
pensamientos. Así que pensamientos negativos producen sentimientos negativos,
mientras que pensamientos positivos generan emociones positivas. Si interpretas
algún hecho o comportamiento como algo enojoso, esa interpretación o
pensamiento va a causarte sentimientos de enojo y molestia.
Marco Aurelio, uno de los
estoicos, dice: “si te sientes afligido por alguna cosa externa, el sufrimiento
no se debe a la cosa en sí, sino a la evaluación que haces de ella; y esa
evaluación la puedes cambiar en cualquier momento”.
Tú eres libre para modificar
las interpretaciones o valoraciones que haces. Nadie puede pensar tus
pensamientos más que tú. Por tanto, tus sentimientos y estados emocionales se
encuentran totalmente dentro del ámbito de tu libertad personal.
a-
Siento mis sentimientos
Primero que nada es necesario
que te permitas sentir lo que ocurre dentro de ti. Reconoce tus propios
sentimientos sin juzgar los. Repito, es importantísimo que te limites a ser un
observador imparcial de tu estado emocional. Por medio de esta toma de
conciencia de tus emociones, sentirás que la vida realmente palpita en tu
cuerpo y en tu ánimo.
1) Suspende tus actividades por
un momento. En donde te encuentres, pregúntate: “ emoción estoy sintiendo ahora
mismo?’
2) Una vez que has percibido tu
sentimiento actual, permítete sentirlo en forma total.
3) Después de dar estos pasos,
puedes ir más lejos con las siguientes preguntas:
— ¿En qué parte de mi cuerpo
siento esta emoción?
— Su intensidad, ¿es fuerte o
débil?
El área de mi cuerpo donde
siento esta emoción, ¿es grande o pequeña?
— La textura de las sensaciones
correspondientes, ¿es burda o suave?
— La duración, ¿es constante o
intermitente?
— Su temperatura, ¿es caliente
o fría?
— Su peso, ¿es ligero o pesado?
4) Si se trata de una emoción
positiva y la quieres conservar, siéntela plenamente e, incluso, trata de
intensificarla.
5) Pero si quieres eliminarla,
tienes dos caminos. Uno consiste en concentrarte sólo en las sensaciones
corporales que la caracterizan. El otro requiere cambios en las características
sugeridas en la lista de arriba (paso 3). Reduce la intensidad de la emoción,
cambia su localización, modifica su área, textura, temperatura, peso y, sobre
todo, su duración. Haz que desaparezca. Respira hondamente y, al exhalar,
échala fuera de tu cuerpo
b-
Expreso mis sentimientos
Si observas a los grandes
hombres, por ejemplo a Jesús de Nazaret, descubrirás en ellos una habilidad
enorme para expresar sus sentimientos. Más aún, ellos son capaces de
manifestarlos en el momento mismo en que los sienten.
El Dr. Juan José López Ibor,
que fue presidente de la Asociación Internacional de Psiquiatría, sugiere que,
en muchos casos, tres condiciones son necesarias para caer en la locura. Primera,
que la madre o quien haya ocupado su lugar hubiera expresado rechazo o
ambivalencia durante el primer año de vida de la persona. Segunda, que ésta
enfrente factores graves desencadenantes como la muerte del cónyuge amado.
Tercera, que la persona sea incapaz de expresar sus sentimientos.
Por otro lado, algunos
especialistas relacionan el cáncer, la hipertensión, úlceras y otros
padecimientos con la represión de sentimientos de rabia, odio, angustia o
miedo.
En resumen, todo parece indicar
que es sano expresar los sentimientos Pero, si se trata de sentimientos
negativos —ira, angustia, temor— es necesario manifestarlos sanamente En lugar
de “vomitarlos” agresivamente sobre alguien, conviene describirlos a un
interlocutor capaz de ayudarnos a serenamos tras haberlos echado fuera de
nosotros.
1) Experimenta tu sentimiento
actual con la pregunta:
“¿qué estoy sintiendo ahora
mismo?”
2) Descubre la localización de tu sentimiento, esto es, en qué
parte de tu cuerpo está resonando. Sé consciente de SU intensidad área, textura
y duración de dicho sentimiento
3) Imagina ahora un “compartir”
con alguno de tus amigos o familiares. Cuéntale lo que estás sintiendo en este
mismo momento
4) Busca una persona que sepa
escucharte de manera atenta, respetuosa y liberadora significa que ella, lejos
de provocar un aumento de tu emoción de
“sombra”, te ayuda a darle
salida saludablemente
Procura no alargarte más de un
minuto al compartir una emoción “sombra”. Si experimentas tal sentimiento
respecto a la persona con la que estás hablando, limita tu confesión a un sólo
minuto y sigue, más o menos, los pasos siguientes:
a-
“Papá, cuando me gritas exaltado, yo me siento…
b-
“Tú no eres la causa de ese sentimiento Yo decido reaccionar de esa manera”.
c-
“Te revelo mi sentimiento, para evitar que surja una barrera entre tú y yo”.
d-
“Y en realidad yo te quiero”.
5) Da las gracias a la persona que te ha estado escuchando. Y disponte
a escuchar de la misma forma empática, constructiva y liberadora a cuantos se
acerquen a ti para revelarte sus sentimientos.
c- Ten una destinación emocional
Todo piloto, tras haber tomado
altura, establece su ruta aérea y el destino del vuelo. Pero la mayoría de la
gente no suele tener una destinación emocional clara.
No la tienen ni la quieren, ni
para su jornada diaria, ni para su existencia terrena. Imagina un vuelo sin
destino o meta. Sería algo desastroso.
En efecto, la falta de un
destino emocional resulta muy destructiva, sea para tu equilibrio afectivo o
para tu salud física.
Antes de sugerirte algunos
pasos que pueden ayudarte a cartografiar tu destino emocional, déjame
transcribir unas líneas de la carta que Teresa de Lisieux escribió a Jesús el
día de su profesión solemne, esto es, cuando prometió obediencia, pobreza y
castidad al Señor Dios. Entonces tenía solamente 17 años de edad, pero su
destino emocional era absolutamente claro.
“Oh Jesús... que las cosas de
la tierra jamás puedan turbar mi alma, que nada me quite la paz. Jesús, yo no
te pido nada, excepto paz, y también amor, amor infinito sin más límites que
tú...’ (8-IX-1890).
1) Siéntate confortablemente.
Escribe en una hoja de papel los diferentes sentimientos que tú quieres vivir
por el resto de tu vida.
2) Selecciona cinco de ellos.
Tómalos como los colores principales con los que quieres teñir tu vida.
3) Responde a las siguientes
cuestiones relacionadas con destino emocional:
a- ¿Cómo puedo lograr la
producción constante de estos sentimientos?
b- ¿Por qué es importante que
yo tenga estos sentimientos?
e- ¿Quién soy yo al conseguir
semejante destino emocional?
d- ¿Quién más resultará
afectado, si yo logro vivir
habitualmente dichos
sentimientos?
4) Si eres creyente, tómate
unos minutos para estar a solas con Dios. Cuéntale cuál es tu destino
emocional. Pídele su gracia y ayuda para que logres alcanzar ese objetivo.
Encuentra un momento oportuno,
tal vez al despertar y antes de quedarte dormido, para establecer tu destino
emocional delante de Dios.
5) Comparte tu destino emocional
con tu pareja o con alguno de tus familiares o amigos. Y mantén al tanto a esa
persona de tus progresos en el camino hacia tu destino.
Como puedes imaginar, sin un
destino emocional estás perdido. Serás como una hoja seca arrastrada aquí y
allá por el más ligero viento. Las palabras de otra gente, sus actitudes y
conductas van a manejar tus sentimientos, si tú no posees un destino concreto.
Pero no sólo requieres un
destino emocional para toda tu existencia, sino también para cada día. Cada
mañana, apenas te despiertas, puedes programar emocionalmente tu jornada, decidiendo
qué clase de sentimientos quieres vivir por el resto del día. Y esto resulta mejor
cuando lo haces a manera de intención.
El Dr. CHOPRA tiene una
sorprendente explicación médica del poder de las intenciones. Después de
describir el proceso de la enfermedad de Parkinson, añade: ‘también existe una
enfermedad de Parkinson simulada que ocurre cuando las células productoras de
dopamina, presentes en el cerebro, son destruidas por ciertas drogas. Imagina a
un paciente que sufre esta clase de Parkinson en un estado avanzado de pérdida
del movimiento. Al tratar de caminar, sólo puede dar un paso o dos antes de
entrar en un esta do de parálisis total, tan tieso como una estatua.
Sin embargo, si le trazas una
línea en el piso y le dices crúzala”, la persona será capaz, Milagrosamente, de
caminar y cruzarla. A pesar de que la producción de dopamina es completa mente
involuntaria y sus reservas están agotadas (tal como lo muestra el hecho de que
su cerebro no logra dar a los músculos de sus piernas la señal para que den un
paso más), sólo por tener la intención de caminar, el cerebro es reavivado’
Por tanto, si de corazón
quieres generar ciertos sentimientos durante el día, y expresas tu decisión en
forma de intención, tu cerebro sabrá apoyarte para el logro de tu objetivo.
1) Apenas te despiertes,
expresa tu intención con toda la determinación de tu voluntad:
— Hoy quiero vivir paz, alegría
y amor.
— Hoy quiero ser optimista,
entusiasta y creativo.
— Y así sucesivamente.
2) Si eres creyente, es mejor
que conectes tu intención con el poder de Dios. En tal caso, tus intenciones
podrán ser expresa das de este modo:
— Señor, quiero ser compasivo,
empático y amoroso.
— Señor, quiero conservarme
sereno, alegre y lleno de amor.
— Señor, quiero mantenerme
tranquilo, animoso,
Paciente durante este día.
3) Cierto, tu intención será más
poderosa y eficaz si la repites con todo tu corazón a lo largo del día. Por
tanto, imagina cuándo y dónde tendrás oportunidad de repetirla.
4) Comparte tu intención con
alguna persona. De esta manera vas a sentir una especie de compromiso no sólo
contigo mismo y con el Señor, sino también con otro ser humano.
B- Libertad para cambiar tu
estado emocional
Las emociones negativas pueden
ser nocivas para tu salud cuando las alimentas por semanas, meses e incluso
durante años. Es importante, por lo mismo, que aprendas a producirlas sólo
cuando son benéficas. De esta manera, al suscitarlas libre y deliberadamente
sabrás cómo hacerlas a un lado. Por ejemplo, puede serte benéfico que vivas
tristeza con ocasión de la muerte de un ser querido. Pero, tal vez, será
suficiente con unos días o unas semanas.
a- Interrupción del patrón
emocional
Seguramente te ha sucedido, por
lo menos alguna vez, que alguien te interrumpa al estar embarcado del todo en
una conversación. Tal vez la interrupción fue asunto de unos momentos. Pe ro el
asunto es tan atractivo, que pierdes el hilo de la conversación.
Entonces tienes que preguntarte:
-te estaba diciendo?”
Hay ciertas cuestiones en tu
vida que tienen la capacidad de desconectar tu atención del objeto en que estás
concentrado. Y es de capital importancia que sepas cuáles son esos temas,
recuerdos o intereses que tienen el poder de interrumpir el curso del sentimiento
negativo que te está envolviendo en sus redes.
Aprende a cambiar tu foco de
atención y a concentrarte en pensamientos, deseos, o personas que son capaces
de interrumpir tu estrés, enojo, ansiedad, tristeza, inseguridad, etc. Quizá
las preguntas siguientes te ayuden a descubrir aquello que te permita
interrumpir un patrón emocional negativo.
— ¿Qué personas me son tan
atrayentes que me concentro total mente en ellas apenas las recuerdo?
— ¿Qué temas me resultan tan
apasionantes que logran atraer toda mi atención?
— ¿Qué actividades tocan tanto
mi corazón que me resulta imposible dejar de concentrarme en ellas?
— ¿Qué objetos son tan importantes
en mi vida que de inmediato se convierten en el foco de mi atención?
— Además de las siguientes
preguntas, ¿cuáles otras son capaces de interrumpir mi patrón de conducta
emocional?
+ ¿De qué me siento feliz en mi
vida actualmente?
+ ¿De qué me siento agradecido
en este momento de mi vida?
+ ¿Qué es lo mejor que tengo
aquí y ahora?
+ ¿Qué es lo más hermoso que
puedo ver u oír ahora?
+ ¿A quién amo? ¿Quién me ama?
b- Cambia tu foco de atención
Aquello en lo que enfocas tu
atención, como sabes, se vuelve lo más importante en tu vida. Más todavía, tú
configuras tu realidad con el conjunto de objetos a los que les prestas
atención. Si enfocas lo negativo, esto es, los puntos negros del bello paisaje
de la vida, sentirás que la vida es una tragedia. Vas a creer, por
consiguiente, que no vale la pena vivir. Y la muerte te va a parecer la mejor
opción.
Aquello en lo que ocupas tu
atención se torna más real para ti. Por tanto, si el foco de tu atención lo
constituyen los aspectos dolorosos de la vida, experimentarás sentimientos de
tristeza y dolor.
Si te fijas, más bien, en el aspecto
desafiante de las situaciones negativas, vas a despertar en tu ánimo
sentimientos de valentía, entusiasmo y creatividad.
La mayoría de las veces tus
sentimientos dependen del objeto de tu atención. Si cambias tu foco de atención
y, en lugar de concentrarte en los aspectos negativos de la realidad, te
concentras en los positivos, tus sentimientos serán igualmente positivos y capaces
de desplegar tus recursos y habilidades.
Por un momento deja de leer
esta página. Concéntrate en el objeto
más hermoso que se halle al alcance de tus sentidos ¿Es el canto de los pájaros
lo más hermoso ahora mismo? ¿Es más hermoso el Paisaje que te rodea? ¿Es
todavía más notable el perfume que acaricia tu olfato? ¿Te parece más bella la
caricia que recibes de parte de alguien que te ama?
Esta búsqueda de lo mejor y de
lo más bello que tienes en un momento dado, además del ejercicio que luego voy
a proponerte, Constituye un camino para cambiar no Sólo tu estado emocional,
Sino incluso la calidad de tu vida. Prueba y pregúntate Si quiera cien veces al
día:
+Es lo mejor y lo más hermoso
que yo tengo ahora?’
Hazte semejante pregunta muchas
veces al día. Si la respondes sinceramente serás capaz de cambiar tu foco de
atención con gran facilidad. Al mismo tiempo te volverás capaz de gozar los
aspectos mejores Y también lo más hermoso de la realidad. Incluso en situaciones
negativas y dolorosas podrás lograr tales
Resultados a partir de esa
misma pregunta
c- Usa tu cuerpo para cambiar
tu estado emocional
La mayoría de nosotros sabemos
por experiencia que los cambios corporales cambian nuestro ánimo. Si le pregunta
un grupo “ hacen Ustedes para eliminar sus sentimientos de rabia, ansiedad, miedo, o tristeza?” sus
respuestas implicarán modos de alterar el estado corporal
Algunas personas modifican sus
emociones mediante el empleo de sustancias que producen cambios químicos en su
cuerpo. De este modo logran sentir placer o bienestar Las drogas más
frecuentemente utilizadas para este fin son alcohol, cafeína
Carbohidratos chocolates
helados dulces, pasteles botanas, etc.
Algunas personas echan mano de
recursos más saludables como dormir, hacer deporte, gimnasia caminar bailar,
ver una película, escuchar música, meditar, practicar la oración contemplativa
o meditación y así sucesivamente.
Cierto, cuando se trata de
cultivar la salud y la longevidad conviene pensar en medios saludables para
modificar tu estado corporal y, por ende, eliminar tus sentimientos negativos.
Además de las formas que acabo de recordarte en el párrafo anterior, dé- jame
sugerirte otro camino para transformar tus emociones destructivas en
constructivas.
1) Levanta tu mirada. Esta
técnica tan sencilla interrumpe las conexiones neuronales que generan tus
sentimientos.
2) Mientras miras hacia lo
alto, imagina el rostro sonriente de una persona que te ama o que tú amas.
3) Al contemplar ese rostro
amado, respira profundamente tres veces, reteniendo el aire después de cada
inspiración. Luego exhala lentamente. Imagina que estás disfrutando el aroma
propio de esa persona amada a la que miras con amor.
4) Siente y goza las caricias
procedentes de esos sus ojos amantes. Mientras respiras hondamente, tu cuerpo
puede experimentar las sensaciones cordiales producidas por la mirada amorosa y
la sonrisa amable de ese rostro amado.
Además de lo anterior, cuentas
con otras posibilidades para modificar tu estado de ánimo. Mueve rítmicamente
tus pies, piernas y brazos extendidos como si estuvieras saltando la cuerda en
tu oficina o en el baño. Sé consciente del movimiento y, en especial, de la
respiración y de los momentos naturales de relajación. Por ejemplo, al exhalar
el aire que has respirado, se produce una relajación muscular en forma
espontánea y natural.
En general, el movimiento
corporal que es placentero por que lo disfrutas y te permite respirar
suficientemente, tiene el poder de cambiar tu estado de ánimo. Los deportes
fuertes no suelen ofrecerte estas posibilidades.
Cantar, tararear una canción,
contar chistes, reír, sonreír, modifican positivamente tu ánimo.
Los cambios de tu expresión
facial constituyen una fórmula eficaz y sencilla para modificar tus emociones.
Si pones una cara feliz y sonriente, conservándola por varios minutos,
despiertas alegría y bienestar en tu corazón. Un rostro sereno genera paz y tranquilidad.
Una cara valiente engendra sensaciones de valentía y autoconfianza.
Practica la gimnasia facial
mientras estás duchándote, al conducir tu coche, al caminar por la calle, al
cocinar.
Dicha gimnasia consiste en poner
cara de serenidad, alegría, entusiasmo, creatividad, comprensión, ternura,
amor, etc. Y funciona por una razón muy precisa y sencilla. Resulta que nuestro
cerebro emplea la mayor parte de sus neuronas para el funcionamiento de nuestro
rostro y de los dedos de las manos. Por ello, el más insignificante cambio en
nuestro rostro es como una tormenta de señales que cae sobre el terreno fecundo
de nuestro cerebro.
d- Aprovecha las opciones de tu
videoteca
Cuanto mayor sea el número de
tus opciones emocionales, tanto mayor es tu libertad emocional y,
simultáneamente, tu libertad para cambiar tu estado emocional.
Si las emociones son corno los
colores del paisaje, entonces su variedad determina la calidad y riqueza de
matices de nuestra existencia. Esto significa que no basta con transformar nuestros
sentimientos negativos en positivos. Necesitamos más que eso, ya que tenemos la
capacidad de incrementar y perfeccionar la calidad de nuestro diario vivir. Nos
hace falta una gama de colores rica y variada. De esta manera, el cuadro vivo
de nuestra existencia, que vamos pintando día con día, será más hermoso y
saludable.
Los neurólogos describen este
hecho con el dibujo conocido como
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