Recreos,
Para conversar con mi pareja
“Damas:¿ La Sexualidad Secreta?”
“Mi amor, quiero contarte algo
que a mí me pasa y que hace mucho tiempo he querido decirte pero no he sabido
cómo, es sobre mi yo íntimo, mi ser mujer, mi sexualidad, me he dado cuenta de
que me cuesta hablar de mi placer como mujer, es un tema que prefiero mantener
en las sombras, a pesar de lo importante que es para mí; sin embargo, no sé
como enfrentarlo, mis aspectos emocionales no parecen contemplar mis necesidades
en torno al sexo. Soy incapaz de mantener una conversación acerca de los
aspectos básicos de mi sexualidad y quiero que me ayudes. Sé
que debo comunicarme contigo y decirte lo que siento, porque te amo, porque
eres importante para mí y porque sé que juntos podremos llegar a entendernos y
a hacer más plena nuestra relación, por eso he tomado la decisión de expresarme
sin temor ni vergüenza contigo.
Primero que nada, quiero
pedirte perdón,
perdóname, por aquellas generalizaciones
que en muchas ocasiones hago y que me he dado cuenta te hacen daño y sólo matan
nuestro amor, me comprometo a evitar decir cosas como:
“Nunca eres cariñoso”, “siempre te quedas
dormido a la hora de hacer el
amor”,
“nunca me dices nada bonito cuando me haces el amor”, no quisiera que los
‘siempre” y os “nunca” sean parte de mi vocabulario al dirigirme hacia ti,
puedo ver que te hiero y yo me vuelvo más silenciosa que antes.
Hoy, quiero decirte que
necesito que me ‘hagas el amor” y por lo tanto es bueno que sepas que no quiero
tantas caricias genitales y me encantaría que me entregaras más amor y ternura,
que besaras más mi boca, pero también que beses mi cuerpo, cara, cuello y orejas,
necesito más pasión, me encantan tus manos en mis caderas y en mis piernas y no
sólo en mis pechos.
Te pido que he conquistes poco
a poco, necesito tiempo, si no me has hablado en toda la semana, ni me has
mirado, me molesta que de pronto te conviertas en un ‘lobo feroz’ me gusta
esperar que los niños se duerman, verte esperar por mí y no con el control re-moto
en la mano, la verdad eso no me motiva, por el contrario, me agrada que me
seduzcas, me desvistas lentamente, sin prisa, por favor no te apures en
penetrarme, me haces sentir utilizada y pareciera que es casi una obligación
que yo esté lista rápido y tengo la sensación que no disfrutas nada al estar
conmigo. Disfruto cuando me esperas, conversamos y existe un juego sexual entre
nosotros, lleno de caricias, amor y respeto, me permites relajarme, desinhibirme
y entregarme plenamente a ti, Sólo quiero darte mi amor, ese es mi objetivo en
cada relación sexual que tenemos, quiero amarte y sentirme amada.
Me encantaría que alguna vez pudiéramos
tener un regaloneo eterno y no terminar siempre en la relación sexual, no
quiero sentir la obligación de hacer el amor contigo si me pongo más regalona,
quisiera que esos cariños fueran gratis y no me los cobraras en sexo y sobre
todo quiero pedirte que lo que aquí te he manifestado con tanto amor lo tomes
en cuenta, lo valores y entiendas, y de esta misma forma quisiera que tú también
me digas que te pasa y como te sientes, es bueno que nos retroalimentemos y
aprendamos a conocernos; de esa forma juntos tú y yo podremos cultivar día a
día nuestro amor”.
OJO, NUESTRO AMOR TIENE SU
ÉTICA TRASCENDENTE, ESTO QUIERE DECIR QUE NUESTRO PLACER RECÍPROCO NO ES UNA
META,
UN FIN; ES SIMPLEMENTE UN MEDIO
MARAVI LLOSO PARA AMARNOS SIEMPRE.
Te amo,
“SINTIÉNDOTE”
Por lo general la satisfacción
sexual está más
vinculada a factores externos
emocionales que a un rendimiento perfecto del ciclo de respuestas sexuales establecidas
por los expertos.
Placer
El buen sexo involucra todo el
cuerpo y toda la sensibilidad de DOS seres humanos capaces de respetar la
individualidad y variedad en el goce de cada persona.
El orgasmo no es el fin último y sagrado para la sexualidad femenina pero es,
sin duda, indispensable e irremplazable a la hora de una vida sexual plena.
Fingir
El ser femenina implica estar
muy alerta para detectar desde muy joven las claves capaces de atraer al
hombre. No hay recetas aprendidas en esta tarea, es intuición pura; la misma
que luego debe utilizar para imaginar cuándo y cómo satisfacer el deseo que logró encender.
Ante la angustia de ser
rechazada y no querida, y no hay mujer que no descubra rápidamente el gran escape
a esta situación tormentosa:¡ se puede fingir! Dado que los genitales femeninos
están ocultos, y que el placer o la frustración femenina no afectan en nada el proceso
reproductivo ni tampoco el placer de pareja, hasta el simulacro más grosero y
desmedido resulta completa mente inocuo.
Utilizada tanto para simular la
pasión como para encubrirla. Porque la ignorancia con que algunas algunas damas
enfrentan su sexualidad es tal que si bien la frigidez es el fantasma más
temido, el exceso de pasión puede resultar igualmente riesgoso. Con esto,
contribuyen, sin quererlo, a aumentar el misterio en torno a lo que realmente
sienten y quieren. Colaboran así, in conscientemente, a su propia
insatisfacción.
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