martes, 13 de marzo de 2012

La Persona Humana es hecha de la Luz de las Estrellas






LA PERSONA HUMANA ES  HECHA DE LA  LUZ DE LAS ESTRELLAS

Ahora mismo puedo tomar conciencia del aire que respiro, de la postura de mí cuerpo, de la textura de mi piel, de la temperatura de mis manos, de la forma de mi cara... Y al sentir estos aspectos de mi  cuerpo, es más fácil que pueda remontarme a los orígenes más remotos de los elementos que componen mí cuerpo.
El origen y la evolución de MI vida están relacionados en forma íntima con el origen y evolución de estrellas. Ante todo, la materia misma de la cual estamos compuestos, los átomos que hacen posible mi  vida, fueron generados hace mucho tiempo y muy lejos de nosotros en estrellas rojas gigantes.
Todos los elementos de la Tierra, excepto el Hidrógeno y algo de helio, se cocinaron en una especie de alquimia estelar hace miles de millones de años en estrellas que ahora son quizás  enanas blancas insignificantes al otro lado de la galaxia, Vía Láctea.
 El nitrógeno de mi  DNA, el calcio de mis dientes, el hierro de mi sangre, el carbono de mis pasteles preferidos se hizo en el interior de estrellas en proceso de colapso. Estoy  hecho, pues, de sustancia estelar.


1.      MI  HOGAR COSMICO
De lo dicho se puede colegir que estoy  emparentado con el
Universo.
Y si el universo ha tenido que empezar a existir hace miles de millones de años para que yo pudieras participar de la vida entonces  es que tengo un valor especial junto todas  las personas.
En consecuencia, yo no soy  un punto insignificante perdido en un mar de planetas  que llamamos Tierra. No.


Yo no soy cualquier cosa más en el cosmos. - Los primores que embellecen mi cuerpo se han ido fraguando durante miles de millones de años. La historia del universo, sin lugar a dudas, constituye la historia de mi  dimensión corporal.
A-La gran explosión de amor-’ el Big Bang
Hace quince mil millones de años o más, se inició una fiesta fabulosa y espléndida. El oscuro vacío de la nada se iluminó con la claridad de la Gran Explosión,( BIG BANG).
En muchos lugares de la tierra alegramos nuestras fiestas con el brillante júbilo de los fuegos artificiales. La negra densidad de la noche se estremece súbitamente con el estallido de los cohetes y las luces de colores.
Así se encendió la alegría por primera vez en este universo, en el momento del grito estruendoso de su explosión inicial. Con estrépito de truenos indescriptibles y de balbuciente armonía, que eran orquestados por fuegos y luces de hermosura inusitada, la fiesta y la danza del universo comenzó.
Por qué sucedió esto, no lo sabemos. Tal vez para que YO  pudieras existir quince mil millones de años más tarde.
Y si el universo estalló de alegría e hizo danzar las luces de su corazón con el fin de que yo y todos los demás seres humanos llegásemos a tener vida, entonces la fiesta del universo es una    fiesta de amor.
 El amor crea al amado. Y el universo aporta las semillas en que germina mi existencia. Por ello la Gran Explosión resuena en mi pecho como el inicio de una gran sinfonía que canta y celebra tu futura existencia.
Por qué nació el cosmos sigue siendo un misterio desde el punto de vista científico. Lo que está razonablemente claro es que sucedió. Toda la energía y materia que danzan actualmente en el universo estaba concentrada en una densidad  muy elevada vi especie de- huevo cósmico-quizá en un punto matemático sin ninguna dimensión,
Que toda la materia y energía del cosmos estuvieran apretadas en un pequeño rincón del presente cosmos, sino que el cosmos entero, materia y energía y el espacio que llenan, ocupaba un volumen muy pequeño.
Con el grito de su explosión cósmica, el universo inicio una expansión que ya no ha cesado. Es engañoso describir el universo como un globo, de esos que venden los domingos en los parques d las grandes ciudades, que se va ensanchando y lo vemos desde el exterior. Por los descubrimientos de Albert Einstein entendemos que
Nada de lo que podamos conocer estuvo nunca fuera.
Es mejor imaginar el globo desde dentro, quizá con unas líneas formando retículo y adheridas al tejido en movimiento del espacio expandiéndose uniformemente en todas direcciones.
A medida que el espacio se iba estirando, la materia y la energía del universo se iban expandiendo con él y se enfriaban rápidamente.
Cuando el universo era como un bebé, su espacio estaba brillantemente iluminado. A medida que el tiempo pasaba, los tejidos del espacio siguieron expandiéndose, la radiación se enfrió y éste se tomó oscuro por vez primera. Sólo quedó la luz visible ordinaria, tal como es ahora.
Al principio el universo estaba lleno de radiación y de una gran concentración de materia. En ésta sólo había hidrógeno y helio formados a partir de las partículas elementales en la densa bola de fuego primigenia.
Luego empezaron a crecer pequeñas bolsas de gas. Se formaron vastas y sutiles nubes, colonias de luces se movían pesadas, giraban lentamente, haciéndose cada vez más brillantes, cada cual como un panal luminoso que al final contendría cien mil millones de puntos brillantes. Se habían formado los sistemas reconocibles y mayores del universo.
Los estamos viendo hoy. Nosotros mismos habitamos en un rincón perdido de uno de esos cuerpos gigantescos. Los llamamos galaxias.
Dentro de las nacientes galaxias había nubes mucho más pequeñas que experimentaban también la atracción gravitatoria. Las temperaturas interiores se hicieron muy elevadas, se iniciaron reacciones termonucleares, y se encendieron las primeras estrellas.
Las estrellas jóvenes, calientes y de gran masa evolucionaron rápidamente. Su gozo de existir fue demasiado. Derrocharon sin cuidado su capital de hidrógeno combustible, y acabaron pronto sus vidas en explosiones brillantes de supernova, que devolvían la ceniza termonuclear —helio, carbono, oxígeno y elementos más pesados— al gas interestelar para generar la formación de nuevas estrellas.
Las explosiones de supernova de las primeras estrellas de gran masa produjeron ondas capaces de comprimir el gas intergaláctico y dar origen a cúmulos de galaxias.
De esta manera empezó a crecer el fantástico cuerpo del universo. Se formaron, por así decir, los diferentes miembros y órganos del mismo a partir del gas del BIG BAN: cúmulos de galaxias, galaxias, estrellas, planetas y finalmente vida e inteligencia capaz de comprender un poco el bello y amoroso proceso causante de su origen.
Supongo que tú, igual que yo, te estremeces de sorpresa, de ternura y de alegría, que amenaza con volverse un éxtasis cósmico, al tomar conciencia de los orígenes tan remotos y formidables de tu propio existir.
B- El Artista enamorado e inmortal
¿Es la Gran Explosión y su posterior desarrollo un fruto de la casualidad? ¿Hemos de quedarnos sin intentar siquiera la comprensión de los procesos cósmicos desde el BIG-BANG hasta tu existencia personal?
La ciencia, que “es una búsqueda noble y enriquecedora para ayudarnos a darle sentido al mundo en forma objetiva y metódica,” nos instiga a buscar el sentido de la existencia, sea cósmica que humana.
• La ciencia funciona, y funciona muy bien, gracias a la organización racional y ordenada del cosmos. La naturaleza misma del universo ha permitido el desarrollo científico. Hay patrones que se repiten en los fenómenos físicos, naturales y humanos. Por ello se pueden deducir, por ejemplo, las llamadas “leyes naturales” que, hasta donde ha podido descubrir la ciencia, rigen el comportamiento del mundo.

Las órbitas de los planetas describen formas geométricas  y su movimiento sigue un ritmo matemático muy concreto. También el sol nace cada día y los objetos pesados caen al suelo atraídos por el centro de la Tierra. En base a estas experiencias los científicos concluyen que esas regularidades y ritmos son como leyes constantes y eternas.

Sin embargo, este modo inductivo de razonar una certeza absoluta. Que el sol sale cada día no significa que
Necesariamente  salga  mañana. La creencia de que si saldrá y, por lo mismo, de que hay constancia en las regularidades de la naturaleza, “es un acto de fe, pero uno que resulta indispensable para el progreso de la ciencia. “
Esta afirmación de un físico-matemático que no pertenece a alguna religión institucionalizada, nos hace notar que la fe no es ajena a la ciencia. Al contrario, la ciencia requiere la fe para seguir progresando como tal.
Y de esta simple fe, que anida en el corazón de los científicos y que forma parte de nuestro diario vivir, podemos saltar más naturalmente a la esfera religiosa-espiritual. De hecho los científicos de primera línea en nuestro siglo han intentado ese salto vertiginoso.
A- Selección de elementos estelares
1Hay, pues, un origen común. Todo lo que existe en el universo parece brotar de la Gran Explosión. Con ésta se inicia el proceso que da lugar a las galaxias, estrellas, planetas, átomos, moléculas y cristales.
Una vez que nuestro planeta se ha formado a partir de polvo y gases de las estrellas, se inicia en él un nuevo proceso. Se trata del proceso biológico que tiene lugar mediante un fenómeno muy notable: la selección. Sí, el universo que ha ido evolucionado y creciendo llega a un punto de su desarrollo en el que emplea la libertad.
La libertad interviene en los orígenes de la vida. Me refiero a un hecho concreto. Como sabes, los organismos vivientes no contienen elementos especiales, sino que están hechos de unos de los 100 elementos que aparecen naturalmente en la tierra El hecho de que los organismos vivientes no usen todos los elementos nos introduce sin más en el mundo de la selección.
 Unos cuantos elementos que las estrellas pusieron a disposición han sido elegidos para combinarse y formar moléculas. Y éstas, por cierto, son más complejas que ninguna otra conocida en el universo.
Según el famoso astrónomo Carl SAGAN, esa primera selección que da origen a la vida, ocurrió por puro accidente”, Imagina que en las afueras de tu ciudad hay un basurero. Y de un montón de chatarra y fierros viejos, por puro accidente,’ se forma un avión BOEING 747...
Prefiero  pensar que el Creador del universo ha elegido los elementos que habrían de constituir las células y organismos vivientes. Tal vez él ha intervenido especialmente en el momento en que nació una molécula capaz de hacer copias de sí misma. Pero sea directa que indirectamente, Dios es el autor de la vida que hoy se expresa en, mí persona y en los demás seres humanos, así como en las plantas y animales.
Hace cerca de 4,000 millones de años algunas de esas primeras moléculas hacían copias bastante bastas. Se reproducían de manera ineficaz. A medida que pasaba el tiempo se reproducían. Llegaron a unirse entre sí moléculas con funciones especiales constituyendo una especie de agrupación molecular. Y así surgió la primera célula.
Las células vegetales de hoy día tienen diminutas moleculares, llamadas cloroplastos, que se encargan de la fotosíntesis, la cual consiste en la conversión de la luz solar, el agua  y el dióxido de carbono en hidratos de carbono y también en oxigeno. Las células que forman la sangre tienen otro tipo de fábrica molecular, el mitocondrio, que combina el alimento con el oxígeno para obtener la energía necesaria para subsistir.
Hace unos 3,000 millones de años se empezaron a reunir ciertas plantas unicelulares. Y así se originaron los primeros organismos  multicelulares. Recordemos que cada célula de nuestro organismo es como un sistema, con partes que antes vivían libremente y que se han reunido para el bien común. Y tú estás compuesto por cien mil millones de células. Tú eres, por tanto, una unidad hecha de una multitud de células.
Parece que el sexo se inventó hace unos 2,000 millones de anos. Antes de esto las nuevas variedades de organismos sólo podían nacer a partir de la acumulación de ciertos patrones o hábitos. Al llegar a cierto punto, era posible la creación de un cambio evolutivo. Pero este proceso resultaba atrozmente lento. En cambio, gracias al sexo dos organismos podían intercambiar párrafos, páginas y libros enteros de su información genética, produciendo nuevas variedas. Estas a su vez, estaban ya a punto para pasar por el cedazo de la selección.
Hace unos 1,000 millones de años, las plantas, trabajando conjuntamente de modo cooperativo, introdujeron un cambio asombroso en el medio ambiente de la Tierra. Las plantas verdes, al generar oxígeno molecular fueron introduciendo este elemento en la atmósfera de la Tierra. Pero la abundancia de oxígeno trajo consigo una crisis, puesto que el oxígeno tiende a provocar la descomposición de las moléculas no orgánicas. De hecho una gran cantidad de organismos incapaces de enfrentarse al oxígeno, murieron.
En la atmósfera tenemos otros elementos como el nitrógeno que químicamente es mucho más benigno que el oxígeno. Pero también él, como el oxígeno, es generado por los organismos vivientes. Así que el 99% de la atmósfera de la Tierra es de origen biológico. El cielo azul es un producto de la vida.
Hace unos 600 millones de años, con la “explosión del
Cámbrico” se aceleró la evolución de las especies. Tal vez entonces se conjugaron mejor los dos principales instigadores de la evolución: sexo y muerte. Gracias a la muerte es posible que organismos jóvenes, llenos de energía y vigor, emprendan con mayor entusiasmo las tareas del cambio y del desarrollo.
Hace unos 200 millones de años la Tierra estaba poblada por plantas  y animales de los que hoy no queda rastro vivo. Luego se fueron dando mutaciones asombrosas y exquisitas.
Aparecieron los primeros peces y los primeros vertebrados, las plantas se salieron de los océanos y empezaron a conquistar la tierra. Surgieron luego los primeros árboles y los primeros reptiles. Evolucionaron los dinosaurios, se desarrollaron los mamíferos y luego los primeros pájaros.
 Las plantas se empezaron a adornar con flores. Los dinosaurios se extinguieron.
Los primeros cetáceos empezaron a surcar los mares y dieron origen posteriormente a los delfines y ballenas.
Por entonces hicieron su aparición los primates, es decir, los antepasados de los monos, los grandes simios y los humanos. Hace menos de 10 millones de años, entraron en la escena de nuestro planeta los primeros seres que se parecían realmente a los seres humanos. Se hicieron notar por el aumento espectacular del tamaño de su cerebro
Hace unos pocos millones de años aparecieron las primeras criaturas humanas. Gracias a la existencia de alguna de ellas, de la que tú procedes por cadena directa, hoy tienes vida tú mismo. Pero advierte  el esfuerzo enorme, los preparativos milenarios y millonarios que la vida ha hecho con el fin de que existieras tú.

B- El milagro de mi mente
Ese conjunto de preparativos hacen palpable la presencia de mi  mente. Quiero decir con esto que, al parecer, hay un principio organizador que hace que el universo proceda ordenadamente a pesar de la entropía, los agujeros negros y el caos de ciertos momentos de su evolución.
Y ese principio organizador tiene claro el fin u objetivo hacia el que se propone conducir los procesos evolutivos.
Sí, considero que además del Creador, que en este caso sería la Mente Suprema, existe una mente en el universo. Y ésta, de acuerdo a mis creencias, es obra precisamente del Creador.
Y aquí radica uno de los ejemplos más concretos de la sabiduría de Dios, en que El ha querido dotar de capacidades mentales no sólo a los seres humanos como yo, sino también a los demás vivientes e, incluso, al universo y al mundo inorgánico.
Teilhard de Chardin es uno de quienes advierten la manifestación de la mente en otros planeta encontramos un tejido de ideas que él denomina “noosfera”
En EFECTO  el mundo científico se recobra, poco a poco, la visión de un universo capaz de auto organizarse. En lugar del alma que los antiguos veían en él, los actuales pensadores descubren a la base de la capacidad de auto organización el campo universal de gravitación. Además, el indeterminismo, la espontaneidad y la creatividad han reaparecido en el mundo físico. Los fines o metas inmanentes son descritos ahora como “ATRACTORES”
Estos cambios han revivido ciertos rasgos del  mundo animista de los antiguos filósofos griegos. Tales características del mundo habían sido negadas por la revolución mecanicista de los últimos siglos. Hoy reaparecen, sin embargo, en forma más avanzada que en las épocas anteriores al mecanicismo de Newton.
En la concepción actual se admite con mayor fuerza la espontaneidad de vida y creatividad en el mundo. Este hecho es mucho más claro para los actuales científicos que para los filósofos griegos,
Esto significa que Dios no tiene que estar marcando cada momento de la evolución. Esta procede espontáneamente bajo la guía de la capacidad mental impresa por Dios en el universo y en los diferentes sistemas que lo integran.
Pensemos, por ejemplo, en el comportamiento independiente y creativo del universo en sí, de cada galaxia, de los sistemas solares como el nuestro, de nuestro planeta como tal. Y dentro de nuestro planeta tenemos otros subsistemas dotados ellos también de esa capacidad de auto organización: el mundo inorgánico y el orgánico en el que nos encontramos las plantas, los animales y los humanos.
Los humanos en nuestras relaciones interpersonales formamos grupos o sistemas que, en cuanto tales, son guiados por una verdadera mente comunitaria. Podemos observar este fenómeno a nivel de naciones, sociedades, grupos, familias y comunidades.
Y en el ápice de esta pirámide invertida, como punto focal y culminación de la evolución mental, apareces . En efecto, YO  y todo individuo humano, llevamos en la frente el brillo de esa luz maravillosa que llamamos mente.
La mente que brilla en ti es muy peculiar y extraordinaria. Por ello, algunos científicos prefieren reservar ese nombre exclusiva mente para la mente humana. Y por otro lado, utilizan la expresión actividad mental cuando aluden a la capacidad auto organizadora que orienta los procesos de los sistemas orgánicos e inorgánicos del universo.”
En cambio, tú sí sabes que sabes descifrar el significado de palabras como “perro”, “amo” “casa”, etc. Y por lo mismo, puedes darte cuenta de que tu presencia en el universo representa un hecho excepcional. De alguna manera l1eg a saber que ser valioso y tu habilidad para transformar el mundo es extra ordinario.
Fueron necesarios quince m MILLONES de años para que la flor de llegara a florecer en el universo. Que flor más hermosa y fructífera que jamás se haya abierto sobre la superficie del cosmos. Gracias a tu conciencia estás enterado de tu personal valer y poder.
Y la conciencia de que mi ser es valioso y poderoso, te capacita para transformar no sólo tu mundo externo, sino también mi propio inundo interior. Puedes crecer mental, emocional, activa, social y espiritualmente. Pero también consciente de la enorme riqueza de tu ser, puedes crecer en autoestima.

3. MI BARRO HUMANO EN ENERGIA ELOCUENTE
Además, MI mente es luz capaz de arrojar claridad sobre las
Profundidades de MI propio yo. Y en consonancia con MI mente, también el barro de mi cuerpo es luminoso y bello en mis componentes  más esenciales y puedo admirar al Alfarero eterno que también en mi cuerpo ha dejado destellos estelares. Sí, el brillo de las estrellas también en mi cuerpo resplandecen  los átomos que dan forma a las células de mí cuerpo.
A la luz de la física contemporánea podemos comprender que la arcilla de mi  cuerpo es, en definitiva, energía y lenguaje cuerpo hecho de luz cálida
Mi cuerpo, aparentemente, es una cosa material. A veces puede parecerte tosco, tal vez pesado. En ocasiones lo experimentas como una carga.

 Esto sucede, en especial, cuando me sientes cansado, tenso o enfermo. Entonces quizá me venga a la mente la frase de san Pablo, “Quién  me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte”? (ROM 8,24).
En realidad la grosería de nuestro cuerpo no es tan así .Si me
Adentros  en las profundidades de mis células y advierto mi Contenido íntimo me quedo  la boca abierta por las sorpresas. -
No niego que mí cuerpo aparece como algo material, que puedo ver y tocar. Sin embargo, la física, te demuestra que mi piel, carne, venas y huesos se pueden dividir en células y éstas en átomos.
Y lo más sorprendente es que cada uno de mis átomos es vacío en un 99.9999 por ciento. ¡Increíble!, ¿verdad?
Por si eso fuera poco, recuerda que las partículas subatómicas, que se mueven a la velocidad de la luz en tal espacio, no son sino paquetes de energía vibrante.
Esas vibraciones, que solemos llamar partículas, no son mera casualidad ni carecen de sentido. Por el contrario, las partículas subatómicas están preñadas de información. Por tanto, un paquete de vibraciones esta codificado como átomo de carbono, el otro como hidrógeno, uno más como oxígeno, etc. Cada elemento es, en realidad, su propio y único código.
El Dr. CHOPRA sugiere la posibilidad de cambiar la experiencia que tengo de mi cuerpo mediante la toma de conciencia de lo que en realidad constituye el barro de tu cuerpo.’
Empieza sintiendo los movimientos de tu pecho con la entrada y salida del aire que respiras... Siente el peso de tus pies y de tus piernas atraídos por el centro de la tierra... Experimenta ahora la temperatura de tus manos... Observa una de ellas
 Sigue con la mirada sus líneas y pliegues. Siente la textura de la piel y la suave blandura de la carne que recubre sus huesos. Todo te hace pensar que tu mano es algo muy concreto y material. Es un objeto de carne y hueso irrigado por la sangre.

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