DIOS ME ESCOGIO
Salmo 138
Señor, tú me
examinas y me conoces, sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; tú conoces
de lejos lo que pienso;
Tú sabes si camino
o si me acuesto, y
Tú conoces bien
todos mis pasos.
Aún no está en mi
lengua la palabra, cuando ya tú, Señor, la conoces entera. Me abrazas por
detrás y delante, después pones tu mano sobre mí Tu sabiduría; es un misterio
para mí tan grande que no puedo comprenderla.
¿A dónde podré ir,
lejos de tu espíritu?
¿A dónde podré
huir, lejos de tu presencia?
Si subo a las
alturas, allí estás, si bajo a los abismos de la muerte, allí también estás.
Si le pido las alas
a la aurora, para irme a la otra orilla de los mares, también allá tu mano me
conduce, y me tiene tomado tu derecha.
Y si dijera
entonces: “Que me oculten al menos las tinieblas,
y la luz se haga noche en torno mío!”,
Pero, aun las
tinieblas, nada tienen de oscuro para ti, y la noche ilumina como el día.
Pues tú, Señor,
formaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre.
Te doy gracias por
tantas maravillas que tú has ejecutado; en efecto, admirables son tus obras y
mi alma bien lo sabe.
Mis huesos no
escapaban a tu vista, cuando yo era formado en el secreto, o cuando era bordado
en las profundidades de la tierra.
Tus ojos ya veían mis acciones, y ya estaban
escritas en tu Amor; los días de mi vida estaban ya trazados antes que ninguno
de ellos existiera.
Cuán difíciles son
tus pensamientos
y su suma es, oh
Dios, incalculable.
Si me pongo a
contarlos, son más que las arenas; y cuando me despierto, aún estoy contigo.
Dios siempre
actualiza a las personas a su imagen y semejanza.
Desde el momento en que empieza su
existencia, él está allí, bordando mi ser.
El tejió, en los
comienzos de la historia, el sistema nervioso de las personas. Cuando quedó
completo, su Espíritu
Me sello como persona
para siempre, la invadió. Algo de Él tenemos todas las personitas; con el
Creador:
Capacidad de amar y ser amados, inteligencia,
autoconsciencia. TQM
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