jueves, 1 de marzo de 2012

2. SALUD y VIDA; BAJO LOS EFECTOS EMOCIONALES

Las emociones y sentimientos, que se hallan bajo el control de mi libertad, constituyen otro factor que determina mi salud. Científicos, investigadores y médicos descubren, cada día más y más, el papel fundamental que las emociones juegan en nuestro estado de salud.

Antes de explicar lo que acabo de decir, quisiera insistir en que, por naturaleza, somos seres saludables. Dios planeó la existencia de seres saludables y, en efecto, nos creó en estado de salud. Esto es un hecho a pesar de los quebrantos constantes de la salud que la humanidad ha padecido a lo largo de su evolución. Y es un hecho reconocido por médicos como el Dr. CHOPRA.

En efecto, la presencia del sistema inmunológico, la capacidad de auto reparación en las células, la tendencia natural hacia el auto conservación y hacia la salud, demuestran con toda claridad la voluntad del Creador. El no ha creado enfermos, sino imágenes vivas de El que se orientan hacia la salud, el bienestar, la plenitud

Juan afirma en su primera carta, “Dios es amor” (4,8.16). V según el libro del Génesis, “creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (1,27).

Desde esta perspectiva podemos aceptar que los seres útiles son amor. Al afirmar que Dios y los hombres son amor, es, un sentimiento, debe sonar como una exageración fuera de lugar. Esto es de suponer, en especial, para los oídos de un fi tu Sin embargo, es una forma de enfatizar la tarea fundamental que los sentimientos desempeñan en nuestra existencia.

A- Las emociones son una opción

Las emociones y sentimientos son parecidos a los colores. Ellos animan y realzan la calidad de nuestra existencia. En efecto, la tristeza tiñe nuestro paisaje con tonalidades grises.

*La depresión resulta negra como una noche oscura. *La alegría es brillante como el Sol.

*La paz nos remite al verde de nuestras praderas y bosques.

* La devoción y adoración tienen la profunda transparencia azul del cielo.

*El amor se reviste de un rojo vivo como el de la sangre. Y así sucesivamente.

Sin el colorido de las emociones nuestra vida se desvirtuaría, quedando reducida a un mortecino blanco y negro. Sin los sentimientos, seríamos como cadáveres que se desplazan de un lugar a otro, realizando nuestras tareas y actividades con la frialdad mecánica de una máquina.

Los sentimientos, pues, nos caracterizan como criaturas vi vas. Ellos desempeñan una función esencial en nuestra existencia. Más aún, todos ellos son buenos. Sí, tanto los sentimientos negativos como los positivos son buenos. Basta con que escojamos

Vivirlos en el momento oportuno y en el lugar adecuado. La oportunidad con que optemos por unos u otros determina que todos ellos nos resulten buenos y saludables.

Pero si, por ejemplo, yo me angustio sin razón, o demasiado, o durante un período largo de tiempo, entonces mi angustia no será saludable. Por el contrario, puede causarme un estado de excesivo estrés. Y no olvidemos que el estrés es considerado por los médicos como la causa de un ochenta por ciento de nuestras enfermedades orgánicas.

Ahora un ejemplo del uso saludable de las emociones negativas. Si tú te enojas para evitar que tu hijo pequeño atraviese una avenida de mucho tráfico sin hacer caso de los semáforos, cierta mente es benéfico tu enojo. Este sentimiento negativo puede sal var la vida de tu hijo.

En la actualidad hay evidencia suficiente para reconocer que los sentimientos son determinantes, sea de la salud o de la enfermedad. Por lo mismo, es importante saber cómo utilizarlos en beneficio de la salud.

Ya he mencionado que los filósofos estoicos afirman que los sentimientos son producidos por nuestros pensamientos. Así que pensamientos negativos producen sentimientos negativos, mientras que pensamientos positivos generan emociones positivas. Si interpretas algún hecho o comportamiento como algo enojoso, esa interpretación o pensamiento va a causarte sentimientos de enojo y molestia.

Marco Aurelio, uno de los estoicos, dice: “si te sientes afligido por alguna cosa externa, el sufrimiento no se debe a la cosa en sí, sino a la evaluación que haces de ella; y esa evaluación la puedes cambiar en cualquier momento”.

Tú eres libre para modificar las interpretaciones o valoraciones que haces. Nadie puede pensar tus pensamientos más que tú. Por tanto, tus sentimientos y estados emocionales se encuentran totalmente dentro del ámbito de tu libertad personal.

a- Siente tus sentimientos

Primero que nada es necesario que te permitas sentir lo que ocurre dentro de ti. Reconoce tus propios sentimientos sin juzgar los. Repito, es importantísimo que te limites a ser un observador imparcial de tu estado emocional. Por medio de esta toma de conciencia de tus emociones, sentirás que la vida realmente palpita en tu cuerpo y en tu ánimo.

1) Suspende tus actividades por un momento. En donde te encuentres, pregúntate: “ emoción estoy sintiendo ahora mismo?’

2) Una vez que has percibido tu sentimiento actual, permítete sentirlo en forma total.

3) Después de dar estos pasos, puedes ir más lejos con las siguientes preguntas:

— ¿En qué parte de mi cuerpo siento esta emoción?

— Su intensidad, ¿es fuerte o débil?

El área de mi cuerpo donde siento esta emoción, ¿es grande o pequeña?

— La textura de las sensaciones correspondientes, ¿es burda o suave?

— La duración, ¿es constante o intermitente?

— Su temperatura, ¿es caliente o fría?

— Su peso, ¿es ligero o pesado?

4) Si se trata de una emoción positiva y la quieres conservar, siéntela plenamente e, incluso, trata de intensificarla.

5) Pero si quieres eliminarla, tienes dos caminos. Uno consiste en concentrarte sólo en las sensaciones corporales que la caracterizan. El otro requiere cambios en las características sugeridas en la lista de arriba (paso 3). Reduce la intensidad de la emoción, cambia su localización, modifica su área, textura, temperatura, peso y, sobre todo, su duración. Haz que desaparezca. Respira hondamente y, al exhalar, échala fuera de tu cuerpo

b- Expresa tus sentimientos

Si observas a los grandes hombres, por ejemplo a Jesús de Nazaret, descubrirás en ellos una habilidad enorme para expresar sus sentimientos. Más aún, ellos son capaces de manifestarlos en el momento mismo en que los sienten.

El Dr. Juan José López Ibor, que fue presidente de la Asociación Internacional de Psiquiatría, sugiere que, en muchos casos, tres condiciones son necesarias para caer en la locura. Prime ra, que la madre o quien haya ocupado su lugar hubiera expresado rechazo o ambivalencia durante el primer año de vida de la persona. Segunda, que ésta enfrente factores graves desencadenantes como la muerte del cónyuge amado. Tercera, que la persona sea incapaz de expresar sus sentimientos.

Por otro lado, algunos especialistas relacionan el cáncer, la hipertensión, úlceras y otros padecimientos con la represión de sentimientos de rabia, odio, angustia o miedo.

En resumen, todo parece indicar que es sano expresar los sentimientos Pero, si se trata de sentimientos negativos —ira, angustia, temor— es necesario manifestarlos sanamente En lugar de “vomitarlos” agresivamente sobre alguien, conviene describirlos a un interlocutor capaz de ayudarnos a serenamos tras haberlos echado fuera de nosotros.

1) Experimenta tu sentimiento actual con la pregunta:

“¿qué estoy sintiendo ahora mismo?”

2) Descubre la localización de tu sentimiento, esto es, en qué parte de tu cuerpo está resonando. Sé consciente de SU intensidad área, textura y duración de dicho sentimiento

3) Imagina ahora un “compartir” con alguno de tus amigos o familiares. Cuéntale lo que estás sintiendo en este mismo momento

4) Busca una persona que sepa escucharte de manera atenta, respetuosa y liberadora significa que ella, lejos de provocar un aumento de tu emoción de

“sombra”, te ayuda a darle salida saludablemente

Procura no alargarte más de un minuto al compartir una emoción “sombra”. Si experimentas tal sentimiento respecto a la persona con la que estás hablando, limita tu confesión a un sólo minuto y sigue, más o menos, los pasos siguientes:

a- “Papá, cuando me gritas exaltado, yo me siento…

b- “Tú no eres la causa de ese sentimiento Yo decido reaccionar de esa manera”.

c- “Te revelo mi sentimiento, para evitar que surja una barrera entre tú y yo”.

d- “Y en realidad yo te quiero”.

5) Da las gracias a la persona que te ha estado escuchando. Y disponte a escuchar de la misma forma empática, constructiva y liberadora a cuantos se acerquen a ti para revelarte sus sentimientos.

c- Ten una destinación emocional

Todo piloto, tras haber tomado altura, establece su ruta aérea y el destino del vuelo. Pero la mayoría de la gente no suele tener una destinación emocional clara.

No la tienen ni la quieren, ni para su jornada diaria, ni para su existencia terrena. Imagina un vuelo sin destino o meta. Sería algo desastroso.

En efecto, la falta de un destino emocional resulta muy destructiva, sea para tu equilibrio afectivo o para tu salud física.

Antes de sugerirte algunos pasos que pueden ayudarte a cartografiar tu destino emocional, déjame transcribir unas líneas de la carta que Teresa de Lisieux escribió a Jesús el día de su profesión solemne, esto es, cuando prometió obediencia, pobreza y castidad al Señor Dios. Entonces tenía solamente 17 años de edad, pero su destino emocional era absolutamente claro.

“Oh Jesús... que las cosas de la tierra jamás puedan turbar mi alma, que nada me quite la paz. Jesús, yo no te pido nada, excepto paz, y también amor, amor infinito sin más límites que tú...’ (8-IX-1890).

1) Siéntate confortablemente. Escribe en una hoja de papel los diferentes sentimientos que tú quieres vivir por el resto de tu vida.

2) Selecciona cinco de ellos. Tómalos como los colores principales con los que quieres teñir tu vida.

3) Responde a las siguientes cuestiones relacionadas con destino emocional:

a- ¿Cómo puedo lograr la producción constante de estos sentimientos?

b- ¿Por qué es importante que yo tenga estos sentimientos?

e- ¿Quién soy yo al conseguir semejante destino emocional?

d- ¿Quién más resultará afectado, si yo logro vivir

habitualmente dichos sentimientos?

4) Si eres creyente, tómate unos minutos para estar a solas con Dios. Cuéntale cuál es tu destino emocional. Pídele su gracia y ayuda para que logres alcanzar ese objetivo.

Encuentra un momento oportuno, tal vez al despertar y antes de quedarte dormido, para establecer tu destino emocional delante de Dios.

5) Comparte tu destino emocional con tu pareja o con alguno de tus familiares o amigos. Y mantén al tanto a esa persona de tus progresos en el camino hacia tu destino.

Como puedes imaginar, sin un destino emocional estás perdido. Serás como una hoja seca arrastrada aquí y allá por el más ligero viento. Las palabras de otra gente, sus actitudes y conductas van a manejar tus sentimientos, si tú no posees un destino concreto.

Pero no sólo requieres un destino emocional para toda tu existencia, sino también para cada día. Cada mañana, apenas te despiertas, puedes programar emocionalmente tu jornada, decidiendo qué clase de sentimientos quieres vivir por el resto del día. Y esto resulta mejor cuando lo haces a manera de intención.

El Dr. CHOPRA tiene una sorprendente explicación médica del poder de las intenciones. Después de describir el proceso de la enfermedad de Parkinson, añade: ‘también existe una enfermedad de Parkinson simulada que ocurre cuando las células productoras de dopamina, presentes en el cerebro, son destruidas por ciertas drogas. Imagina a un paciente que sufre esta clase de Parkinson en un estado avanzado de pérdida del movimiento. Al tratar de caminar, sólo puede dar un paso o dos antes de entrar en un esta do de parálisis total, tan tieso como una estatua.

Sin embargo, si le trazas una línea en el piso y le dices crúzala”, la persona será capaz, Milagrosamente, de caminar y cruzarla. A pesar de que la producción de dopamina es completa mente involuntaria y sus reservas están agotadas (tal como lo muestra el hecho de que su cerebro no logra dar a los músculos de sus piernas la señal para que den un paso más), sólo por tener la intención de caminar, el cerebro es reavivado’

Por tanto, si de corazón quieres generar ciertos sentimientos durante el día, y expresas tu decisión en forma de intención, tu cerebro sabrá apoyarte para el logro de tu objetivo.

1) Apenas te despiertes, expresa tu intención con toda la determinación de tu voluntad:

— Hoy quiero vivir paz, alegría y amor.

— Hoy quiero ser optimista, entusiasta y creativo.

— Y así sucesivamente.

2) Si eres creyente, es mejor que conectes tu intención con el poder de Dios. En tal caso, tus intenciones podrán ser expresa das de este modo:

— Señor, quiero ser compasivo, empático y amoroso.

— Señor, quiero conservarme sereno, alegre y lleno de amor.

— Señor, quiero mantenerme tranquilo, animoso y

paciente durante este día.

3) Cierto, tu intención será más poderosa y eficaz si la repites con todo tu corazón a lo largo del día. Por tanto, imagina cuándo y dónde tendrás oportunidad de repetirla.

4) Comparte tu intención con alguna persona. De esta manera vas a sentir una especie de compromiso no sólo contigo mismo y con el Señor, sino también con otro ser humano.

B- Libertad para cambiar tu estado emocional

Las emociones negativas pueden ser nocivas para tu salud cuando las alimentas por semanas, meses e incluso durante años. Es importante, por lo mismo, que aprendas a producirlas sólo cuando son benéficas. De esta manera, al suscitarlas libre y

deliberadamente sabrás cómo hacerlas a un lado. Por ejemplo, puede serte benéfico que vivas tristeza con ocasión de la muerte de un ser querido. Pero, tal vez, será suficiente con unos días o unas semanas.

a- Interrupción del patrón emocional

Seguramente te ha sucedido, por lo menos alguna vez, que alguien te interrumpa al estar embarcado del todo en una conversación. Tal vez la interrupción fue asunto de unos momentos. Pe ro el asunto es tan atractivo, que pierdes el hilo de la conversación. Entonces tienes que preguntar: “ te estaba diciendo?”

Hay ciertas cuestiones en tu vida que tienen la capacidad de desconectar tu atención del objeto en que estás concentrado. Y es de capital importancia que sepas cuáles son esos temas, recuerdos o intereses que tienen el poder de interrumpir el curso del sentimiento negativo que te está envolviendo en sus redes.

Aprende a cambiar tu foco de atención y a concentrarte en pensamientos, deseos, o personas que son capaces de interrumpir tu estrés, enojo, ansiedad, tristeza, inseguridad, etc. Quizá las preguntas siguientes te ayuden a descubrir aquello que te permita interrumpir un patrón emocional negativo.

— ¿Qué personas me son tan atrayentes que me concentro total mente en ellas apenas las recuerdo?

— ¿Qué temas me resultan tan apasionantes que logran atraer toda mi atención?

52

53

— ¿Qué actividades tocan tanto mi corazón que me resulta imposible dejar de concentrarme en ellas?

— ¿Qué objetos son tan importantes en mi vida que de inmediato se convierten en el foco de mi atención?

— Además de las siguientes preguntas, ¿cuáles otras son capaces de interrumpir mi patrón de conducta emocional?

+ ¿De qué me siento feliz en mi vida actualmente?

+ ¿De qué me siento agradecido en este momento de mi vida?

+ ¿Qué es lo mejor que tengo aquí y ahora?

+ ¿Qué es lo más hermoso que puedo ver u oír ahora?

+ ¿A quién amo? ¿Quién me ama?

b- Cambia tu foco de atención

Aquello en lo que enfocas tu atención, como sabes, se vuelve lo más importante en tu vida. Más todavía, tú configuras tu realidad con el conjunto de objetos a los que les prestas atención. Si enfocas lo negativo, esto es, los puntos negros del bello paisaje de la vida, sentirás que la vida es una tragedia. Vas a creer, por consiguiente, que no vale la pena vivir. Y la muerte te va a parecer la mejor opción.

Aquello en lo que ocupas tu atención se torna más real para ti. Por tanto, si el foco de tu atención lo constituyen los aspectos dolorosos de la vida, experimentarás sentimientos de tristeza y dolor.

Si te fijas, más bien, en el aspecto desafiante de las situaciones negativas, vas a despertar en tu ánimo sentimientos de valentía, entusiasmo y creatividad.

La mayoría de las veces tus sentimientos dependen del objeto de tu atención. Si cambias tu foco de atención y, en lugar de concentrarte en los aspectos negativos de la realidad, te concentras en los positivos, tus sentimientos serán igualmente positivos y capaces de desplegar tus recursos y habilidades.

Por un momento deja de leer esta página. Concéntrate en el objeto más hermoso que se halle al alcance de tus sentidos ¿Es el canto de los pájaros lo más hermoso ahora mismo? ¿Es más hermoso el Paisaje que te rodea? ¿Es todavía más notable el perfume que acaricia tu olfato? ¿Te parece más bella la caricia que recibes de parte de alguien que te ama?

Esta búsqueda de lo mejor y de lo más bello que tienes en un momento dado, además del ejercicio que luego voy a proponerte, Constituye un camino para cambiar no Sólo tu estado emocional, Sino incluso la calidad de tu vida. Prueba y pregúntate Si quiera cien veces al día:

+Es lo mejor y lo más hermoso que yo tengo ahora?’

Hazte semejante pregunta muchas veces al día. Si la respondes sinceramente serás capaz de cambiar tu foco de atención con gran facilidad. Al mismo tiempo te volverás capaz de gozar los aspectos mejores Y también lo más hermoso de la realidad. Incluso en situaciones negativas y dolorosas podrás lograr tales

Resultados a partir de esa misma pregunta

c- Usa tu cuerpo para cambiar tu estado emocional

La mayoría de nosotros sabemos por experiencia que los cambios corporales cambian nuestro ánimo. Si le pregunta un grupo “ hacen Ustedes para eliminar sus sentimientos de rabia, ansiedad, miedo, o tristeza?” sus respuestas implicarán modos de alterar el estado corporal

Algunas personas modifican sus emociones mediante el empleo de sustancias que producen cambios químicos en su cuerpo. De este modo logran sentir placer o bienestar Las drogas más frecuentemente utilizadas para este fin son alcohol, cafeína

Carbohidratos chocolates helados dulces, pasteles botanas, etc.

Algunas personas echan mano de recursos más saludables como dormir, hacer deporte, gimnasia caminar bailar, ver una película, escuchar música, meditar, practicar la oración contemplativa o meditación y así sucesivamente.

Cierto, cuando se trata de cultivar la salud y la longevidad conviene pensar en medios saludables para modificar tu estado corporal y, por ende, eliminar tus sentimientos negativos. Además de las formas que acabo de recordarte en el párrafo anterior, dé- jame sugerirte otro camino para transformar tus emociones destructivas en constructivas.

1) Levanta tu mirada. Esta técnica tan sencilla interrumpe las conexiones neuronales que generan tus sentimientos.

2) Mientras miras hacia lo alto, imagina el rostro sonriente de una persona que te ama o que tú amas.

3) Al contemplar ese rostro amado, respira profundamente tres veces, reteniendo el aire después de cada inspiración. Luego exhala lentamente. Imagina que estás disfrutando el aroma propio de esa persona amada a la que miras con amor.

4) Siente y goza las caricias procedentes de esos sus ojos amantes. Mientras respiras hondamente, tu cuerpo puede experimentar las sensaciones cordiales producidas por la mirada amorosa y la sonrisa amable de ese rostro amado.

Además de lo anterior, cuentas con otras posibilidades para modificar tu estado de ánimo. Mueve rítmicamente tus pies, piernas y brazos extendidos como si estuvieras saltando la cuerda en tu oficina o en el baño. Sé consciente del movimiento y, en especial, de la respiración y de los momentos naturales de relajación. Por ejemplo, al exhalar el aire que has respirado, se produce una relajación muscular en forma espontánea y natural.

En general, el movimiento corporal que es placentero por que lo disfrutas y te permite respirar suficientemente, tiene el poder de cambiar tu estado de ánimo. Los deportes fuertes no suelen ofrecerte estas posibilidades.

Cantar, tararear una canción, contar chistes, reír, sonreír, modifican positivamente tu ánimo.

Los cambios de tu expresión facial constituyen una fórmula eficaz y sencilla para modificar tus emociones. Si pones una cara feliz y sonriente, conservándola por varios minutos, despiertas alegría y bienestar en tu corazón. Un rostro sereno genera paz y tranquilidad. Una cara valiente engendra sensaciones de valentía y autoconfianza.

Practica la gimnasia facial mientras estás duchándote, al conducir tu coche, al caminar por la calle, al cocinar.

Dicha gimnasia consiste en poner cara de serenidad, alegría, entusiasmo, creatividad, comprensión, ternura, amor, etc. Y funciona por una razón muy precisa y sencilla. Resulta que nuestro cerebro emplea la mayor parte de sus neuronas para el funcionamiento de nuestro rostro y de los dedos de las manos. Por ello, el más insignificante cambio en nuestro rostro es como una tormenta de señales que cae sobre el terreno fecundo de nuestro cerebro.

d- Aprovecha las opciones de tu videoteca

Cuanto mayor sea el número de tus opciones emocionales, tanto mayor es tu libertad emocional y, simultáneamente, tu libertad para cambiar tu estado emocional.

Si las emociones son corno los colores del paisaje, entonces su variedad determina la calidad y riqueza de matices de nuestra existencia. Esto significa que no basta con transformar nuestros sentimientos negativos en positivos. Necesitamos más que eso, ya que tenemos la capacidad de incrementar y perfeccionar la calidad de nuestro diario vivir. Nos hace falta una gama de colores rica y variada. De esta manera, el cuadro vivo de nuestra existencia, que vamos pintando día con día, será más hermoso y saludable.

Los neurólogos describen este hecho con el dibujo conocido como

No hay comentarios: