ENFOQUE TEMA Nº 1
"ESTRUCTURA Y ESENCIA" (¿QUIÉN SOY YO ESENCIALMENTE?)
¿Cuáles son mis cualidades, dones, virtudes personales por las que me amo y me aman de verdad?... Esas cualidades y dones son mi Esencia, son el centro de mi ser, la Presencia Divina dentro de mí. Mi Esencia es alegre, justa, transparente, creadora; ella me permite abrirme camino en la vida, vivo el presente lleno de vida. Estoy abierto al mundo, me alimento profundamente del amor que recibo de todas partes. Tengo fe. Cuando actúo con la fuerza de mi Esencia, me doy cuenta que ella es la dueña de casa, lo más íntimo que tengo, la respuesta a todos mis problemas. Cuando actúo con mi Esencia, me siento humilde y descubro dones maravillosos en las otras personas y vivo Intensamente el presente. Mi Esencia me hace un ser único e irrepetible. Dios no hace basura.
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Pero, además de mi Esencia, también llevo conmigo una estructura que me conecta con el mundo: mi historia y la de mis antepasados, mi racionalidad y mi sensibilidad. Todas ellas me llaman a pensar en el pasado, a reaccionar de mala forma, a mirar para el lado, nunca satisfecho, deseando más, comprándomelo todo si puedo y si no, sintiéndome miserable por no hacerlo, hambriento, necesitado, deficiente, incompleto, estoy viejo, triste, me vengo, enjuicio. Mi estructura por sí sola es un tirano, un opresor que esclaviza mi vida haciéndome creer y vivir mentiras, consiguiendo hacerme vivir sin Dios. Esa es mi dualidad.
En el comienzo de la historia, el ser humano estaba integrado. Había una armonía entre ambas potencias del ser. No son ni malas ni buenas, sólo que no están en armonía. Mi misión es sanar mi estructura y armonizarla con mí Esencia y así descubrir la felicidad. Es una tarea para toda la vida. A medida que voy madurando mi estructura genética y llegando a mi Esencia me voy dando cuenta que no es fácil meterme en los lugares oscuros de mi vieja estructura. Siento miedo de escudriñar en asuntos dolorosos que, con el correr de los años, había logrado ir escondiendo.
Hoy me doy cuenta que me sometí, me acostumbré a ella, me fui haciendo resistente al amor espiritual. No es que pueda tomar la decisión de dejar mi vieja identidad y conectarme inmediatamente con mi ser. Si fuera tan fácil todo el mundo lo haría, porque todos buscamos dar y recibir amor. De distintas maneras, todos necesitamos querer y ser queridos, aceptados, considerados. Por ello estoy armonizándome.
No se trata de liberarme de mi ser estructural, ni de romperlo, ni siquiera es cuestión de criticarlo o condenarlo, de ninguna manera. Hacer esto sería un error. Porque mi estructura cumple un rol Importante en mi vida: es un paso en mi camino, tuvo y sigue teniendo una función necesaria, pero parcial, incompleta. Unidas, lograré la armonía profunda. Divididas, seré infeliz.
Estaré mucho más vivo si me animo a darme cuenta de que no estoy necesariamente
obligado a saberlo todo racionalmente, pero sí llamado a entenderlo con la sabiduría de la Esencia.
I
Para amar de verdad mi primer paso es: DESCUBRIR MI ESENCIA PROFUNDA, desde donde descubro mi fuerza, mi roca de ser, mi verdadero valor. Me descubro con una fuerza profunda dispuesta a dar la vida por los que me aman, por los que me amo.
Tengo la oportunidad de conocer esta Esencia, que es lo más hermoso que tengo dentro de mí... no pienso aflojar.
Pregunta a compartir:
¿cual es mi Esencia, mis valores, dones, virtudes más allá de mi cuerpo, por lo que yo me
amo y soy amado?
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