MIS “SENTIRES” de MI
CAMBIO
PERSONAL
El
cambio personal, sobre todo a nivel de identidad, necesita instalarse en mi
sistema nervioso, para convertirse en
una actitud o modo de ser. De veras habremos adquirido una identidad diferente,
un Comportamiento nuevo, verdadera libertad emocional, si estamos en grado de
usar tal adquisición en forma libre y
eficaz.
La creación de hábitos o modos
de ser garantiza el despliegue de mi libertad. En efecto, los pianistas,
atletas, pilotos y cuantos desarrollan una habilidad particular, son testigos
de la necesidad que tenemos de crear hábitos. Esas personas poseen la libertad
de realizar ciertas acciones con perfección.
Todos tenemos la libertad y
capacidad de instalar en nuestro sistema nervioso ciertas habilidades. Para
este fin echaremos mano del proceso de condicionamientos como los que PAVLOF
estudió Recordemos el experimento realizado con un perro. Pavlov le mostraba un
pedazo de carne.
El perro empezaba a salivar.
Luego le entregaba Pavlov el pedazo de carne. Repitió esta operación varias
veces. Un día empezó a sonar una campana al mismo tiempo que presentaba la carne
y el perro estaba salivando. Finalmente, probó a sonar la campana solamente. El
perro produjo la misma cantidad de saliva, como si estuviera viendo la carne.
En cuanto que podemos hacer uso
de estos condicionamientos en forma deliberada y libre, en los “ENCUENTROS” lo llamamos “SENTIMIENTOS”.
Estos son soltadas y recogidas libremente por las personas que expresan
sentimientos.
A- Los; SENTIMIENTOS” DEJESÚS.
¿Qué es un SENTIMIENTO? Es LA EXPRESION DE DEL AFECTO O RECHAZO QUE
EXPRESO desde mi hemisferio derecho donde funciona mi capacidad de AMAR que dispara automáticamente una reacción
corporal. Esta suele ser de tipo emocional y conductual. El cuerpo, no la
mente sola, actúa en
dicha reacción automática.
Toda mi persona se asocia en
ello.
Tal
vez alguien estrecha tu mano en un modo particular e, instantáneamente, te
sientes apreciado y hasta amado. ¿Por qué? Porque tu padre usaba esa forma exacta
de apretar tu mano, cuando te expresaba su amor. Y tal saludo se convirtió para
ti en sombra o sentimiento de luz.
Jesús, en cuanto Hijo del
hombre, tiene sus propias SENTIMIENTOS. Aunque no es fácil detectarlas en los
evangelios. BÚSCALOS Y LOS ENCOTRARAS.
SON MARIBILLOSOS.
De otra manera Jesús no sería verdadero hombre.
Y ¿cuáles podrían ser LOS SENTIMIENTOS de Jesús?
Probables SENTIMIENTOS de Jesús.
“Se le acerca un leproso
suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: ‘Si quieres, puedes limpiarme’.
Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: ‘Quiero, queda limpio’.
Y al instante, le desapareció la lepra” (Mc 1.40-41).La luz del sentimiento
amor le dio; la salud
Me parece que en esta ocasión
nos hallamos frente a una reacción automática de Jesús. Probablemente cierta
expresión en la cara del leproso o un determinado tono en su voz, dispara un sentimiento (de luz), de compasión en
Jesús. Luego de comprobar su fe, y movido por su reacción afectiva, sana al
leproso.
De acuerdo a la imagen que
tengo de Jesús, considero que él ha elegido libremente los sentimientos que quiere expresar. Estas, si se refieren a
reacciones constructivas, corresponden a los hábitos buenos que llamamos
virtudes. Tales hábitos nos dan la capacidad y la facilidad de hacer el bien o
de actuar con excelencia moral.
El amor, es un hábito que nos dispone a
reaccionar con benevolencia frente al comportamiento ajeno, sea bueno o malo.
Así que mientras no se IRRADIEN del amor los “sentimientos” no produce la sanación o incrementa el cariño en realidad.
Al acercarme ahora a las
reacciones automáticas de Jesús, pretendo subrayar el arraigamiento de su
virtud. Al mismo tiempo enfatizo la importancia de los “sentimientos” en nuestra vida diaria. Ellos nos permiten vivir el
cristianismo con excelencia. Así expresamos el mandamiento único;
Que nos regaló El.
SI
tocara la “orIya de su manto”,
representa para Jesús una probable “expresión de sus sentimientos
De
bondad”.
Apenas
toca alguien su manto, él entrega automáticamente el “SENTIR” de su poder. “Dondequiera que entraba, en
pueblos, ciudades o aldeas, colocaban los enfermos en las plazas y le pedían
que los dejara tocar siguiera la orla de su manto; y cuantos la tocaban
quedaban sanados” Marcos 6,56.
Por lo visto, este hecho ha
sucedido muchas veces. Jesús puede ayudar a la gente en modo automático. El
tocamiento de su ropa dispara en él una reacción de poder y de sanación. Pero
no se trata de un proceso inconsciente. De ninguna
manera. Recordemos la sanación
de la hemorroísa
“Habiendo
oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su
manto.
Pues
decía: ‘si logro tocar aunque sólo sea su
vestido, me salvaré’. Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y
sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal.
Al instante, Jesús, “sintió” la fuerza que
había salido de él, se volvió hacia la gente y decía: Quién me ha tocado?
Los discípulos casi se ríen de
él. Con cierto humor, le contestan: “Estás viendo que
la gente te oprime y preguntas: ‘ me ha tocado?’. Pero él miraba a su alrededor
para descubrir a la que lo había hecho.
Entonces, la mujer, viendo lo que había sucedido, se acercó atemorizada y
temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad. El le dijo:
‘Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz
y queda curada de tu enfermedad” Marcos 5,27-34.
Como esta “irradiación de sentimientos”, Jesús debe tener otras muchas. Lo
supongo porque él asumió nuestra humanidad. Y aunque estos “sentimientos”
no están descritos en los evangelios, tal vez podemos intuirlas...
Jesús expresa sentimientos divinos
Y humanos
En verdad, Jesús mismo aparece
como un
SOL
DIVINO,
para los cristianos.
Su
rostro, o su voz, o su figura, han sido “LA ESTRELLA DE BELEN” que sigue
alumbrando a la humanidad
Probablemente les bastaba
recordar su
rostro
para proyectar un estado emocional de paz, alegría, esperanza, entusiasmo...
El
nombre de Jesús es la estrella más
concreta.
En el himno que Pablo cita en su carta a los Filipenses, hay una frase que
sugiere la asociación entre el nombre de Jesús y un estado de adoración.
Como si
a! escuchar ese nombre el cuerpo del cristiano reacciona se doblando la rodilla.
Por lo cual Dios le exaltó
Y le otorgó el Nombre,
Que está sobre todo nombre.
Para que al nombrar a Jesús
toda rodilla se doble
En
los cielos, en la tierra y
En
los abismos’ (Fil 2,9-10).
Me imagino a los primeros
cristianos repitiendo el nombre de Jesús
durante el tiempo de oración. Mientras estaban experimentando sentimientos
profundos y vivos de amor, devoción, paz y alegría extática, ellos pronunciaban
ese Nombre.
Así asociaron la palabra Jesús
y esos sentimientos
DE
LUZ
Por
tanto, con sólo decir, Jesús, revivían automáticamente esos sentimientos. Y los
podían disfrutar en cualquier sitio, en casa, en la calle, en el trabajo... Les
bastaba con repetir, Jesús,..
En las catacumbas de Roma, por
otro lado, los cristianos grababan la figura
del ancla con mucha frecuencia. La razón está en que, desde cierta
perspectiva, el ancla tiene forma de
cruz. Por tanto, los cristianos adoptaron el ancla como símbolo de Cristo.
Más aún, el ancla es un ‘símbolo de
esperanza que se afinca en la fe, porque la promesa de Dios es para los
fieles ‘como un ancla para el alma, simultáneamente segura y firme’ Hebreos 6, l8, 19.
Te sugiero que a frente
problemas sicológicos, fobias, delirios; serrar tus ojos y respirar
lentamente “tomando aire en 6 tiempos, retener en 6 nuevos tiempos y
exhalar en igual tiempo repitiendo con amor y fe por supuesto el nombre de Jesús. Poco a poco fue asociando ese
nombre con sentimientos de paz,
confianza y alegría y sano.
Más tarde, un varón al conducir
su coche nuevo, usaba el nombre de Jesús corno un “estrella”. Apenas empezaba a
sentir miedo o ansiedad, él repetía, “Jesús,
te amo”; “Jesús, te amo”; “Jesús te amo”; tal corno hacía durante su
meditación en la mañana y en la tarde, Por este camino logró superar sus sentimientos de tristeza y sus fobias.
Es posible que tú también
transformes el nombre de Jesús, alguna imagen de él o cualquier otro símbolo
cristiano en un ancla. Mediante esa ancla, tú juntas los efectos poderosos del
condicionamiento con la gracia que nos viene de Jesús.
Crear y colapsar “estrellas de
salud.”
Ciertamente
es posible que establezcamos tantas anclas, que me sirven para aferrarme al
fondo de mismo o liberarme de los sentimientos de sombras que me quitan mi paz interior.
Las creamos continuamente, pero
sin darnos cuenta. Nuestra vida diaria está llena de anclas, Gracias a ellas
nuestra vida se simplifica, Al mismo tiempo., por medio de citas podemos
utilizar nuestros recursos y habilidades cada vez que lo decidirnos, expresando
siempre todos nuestros sentires.
Podernos crear anclas para
nosotros mismos o para los demás.
Es inevitable que surjan
cuestionamientos de tipo ético cuando no expresamos nuestros sentimientos de
luz o sombras; simplemente por complejos
al
”Qué dirán”.
Y es lógico, pues podemos usar
las anclas para manipular a los demás.
MIS SENTIMIENTOS CUANDO REALMENTE SON
MÍOS.
NO OFENDEN “NUNCA”
Pero también existe otra
posibilidad, Podemos usar los “sentimientos” (anclas) para la liberación
personal y del prójimo,
“MI
ALMA ESTA TRISTE HASTA LA MUERTE”: Así las emplea Jesús .Ama a la
humanidad en favor de la justicia, la fraternidad, la paz, la libertad, el
amor, la esperanza, la acción, la creatividad
Por otro lado, los sentimientos
son inevitables, Anclamos a los demás o a nosotros mismos inconscientemente peor
todavía, muchos de nuestros sufrimientos brotan de los sentimientos de
“sombras” no expresados cuya existencia no los proyectamos.
Nuestras relaciones humanas son
destruidas muchas veces por nuestros sentimientos
de sombra (ancla quebrada). Esto sucede, sobre todo, en la vida familiar,
comunitaria y laboral,
Por tanto, resulta de gran utilidad
que nos volvamos conscientes de nuestras “sentimientos” de luz
o sombras.
Así
expreso mi madures.
El proceso de madures sicológica.
Cada vez que vivimos un estado
emocional intenso, aunque no queramos, lo vamos a asociar con algún estímulo
sensorial único que esté presente al mismo tiempo. Cada vez que sentimos fuertes sensaciones de placer
y dolor, aquello que está presente en forma única y consistente se liga
neurológicamente con tales sensaciones. Por lo que, en el futuro, cada vez que
se presente ese estímulo único, experimentaremos otra vez el mismo estado
emocional.
Jesús aprovecha sus “SENTIRES”
para crear estados personales en que disponemos fácilmente de nuestros
recursos. Estos corresponden a las virtudes. Jesús recurre a dos elementos
esenciales del sentir:
a)
un estado emocional intenso y un estímulo sensorial único. El siguiente paso consiste en
hacer que ambos ocurran simultánea mente.
“Jesús”,
EXPRESA estados emocionales intensos empapados de “sentimientos dolor” muy
intensos.
Por ejemplo, cuando Jesús narra la parábola
del “hijo
pródigo”,
el auditorio es impactado con profundidad por dicha historia, Pedro, que se
había mostrado reacio a creer en Jesús, comienza a llorar...
Experimenta
fuertes sentimientos de confianza y
abandono respecto al Dios que nos ama misericordiosamente.
En
la cumbre de este estado, Pedro mira el rostro de Jesús. En consecuencia, liga
la experiencia de confianza y seguridad en Dios con la figura de Jesús.
Estos sentimientos llegan a la
cumbre del dolor en el camino a cruz. Y que decir cuando dice:
Padre perdónalos porque no saben, ni sienten este deicidio.
Después de la resurrección y de la venida del
Espíritu Santo en Pentecostés, todo cambia aunque no sin dificultades de los
mismos apóstoles. Pedro entrega su vida a la predicación de la Buena Nueva y se
deja martirizar
por Jesús.
En el proceso de “expresar los
sentimientos” se resume en estos elementos principales:
1) Intensidad del estado emocional
2) Sentimientos de pura luz divina e
Irradiación de la presencia viva del
ESPIRITU SANTO,
4)
repetidas veces.
Tú tienes la posibilidad de expresar
cualquier estado en especial, el estado de pleno despliegue de tus recursos.
Dicho estado puede haber sido experimentado en el pasado. También puede estar
presente en el aquí y ahora. Incluso puedes crearlo en tu imaginación como un
hecho del futuro, pero de forma que sientas
los cambios correspondientes en tu cuerpo.
Recuerda ahora mismo una
ocasión en que has experimentado un estado de pleno despliegue de tus sentires
cuando experimentaste el nacimiento de tu primer amor o el nacimiento de tu
primer hijo... Recuerda lo que estabas experimentando en esos momentos. Escucha
lo que probablemente escuchabas durante esa experiencia;
Permítete sentir en tu cuerpo las
mismas sensaciones que sentías en aquel rato.
Sobre todo Intensifica tu
estado corporal y emocional ahora. Hasta que sientas de nuevo la misma capacidad
que entonces. Siéntete poderoso. Usa una postura corporal propia del que se
siente que nada lo puede detener, porque sus capacidades están disponibles al
máximo...
Ahora, en la cumbre de este
estado corporal de gran capacidad, cierra tu puño derecho.
Guarda
en tu puño dicho estado. Transforma tu puño en el estímulo único que necesitas
como anda. Observa las características de tu puño, de manera que puedas
cerrarlo exactamente de la misma manera cuantas veces lo decidas...
Cuando
te venga a la memoria otra experiencia en la que desplegaste tus recursos con
gran excelencia, repite el mismo procedimiento.
Al llegar a la cumbre de ese estado que
revives, cierra
tu puño en la misma forma. Repite, repite y repite lo mismo, hasta que un día
te sea suficiente con cerrar tu puño para generar,
El mismo estado poderoso y
lleno de recursos...
Sería mejor si ese estado de
despliegue de tus recursos o de creatividad o el que sea, estuviera asociado
con Jesús.
El es la Palabra por la que Dios ha
creado cuanto existe. Por tanto, en unión con él incrementamos nuestros
recursos, creatividad y eficacia.
Por otro lado, es posible que
tengamos distintos sentires.”Te sugiero” usar tu hermosa
imaginación.
Tal vez imaginar
una luz blanca es onda de serenidad.
Dar un paso al frente, se puede convertir en sentir de entusiasmo. Sonreír en
cierto modo lo podemos constituir como acepto o rechazo esa situación de ¡a
alegría.
Y así sucesivamente... Al enfrentar
situaciones difíciles o momentos de tentación los “sentimientos” combinados con
la fe en Jesús pueden ser la clave de nuestro éxito...
Para colapsar anclas
Jesús también es maestro en el
arte de colapsar anclas. Imagina cuán poderosa era entre los judíos la
observancia del “sábado”. Era una tradición anclada en el pueblo casi
genéticamente Nadie podía colapsar una costumbre tan firmemente arraigada.
Menos aún por ser el sábado un compromiso con el Señor.
Mis
sentimientos de luz no le hacen mal nadie,
nos hacen crecer. Pero los de sombra si no
expresamos de alguna marera nos destruyen a ti y a mí
JESÚS LOS USO SIEMPRE, correctamente.
Sin embargo, Jesús es capaz de
colapsar ésa y otras anclas similares en sus discípulos y en la gente. También
sabe colapsar anclas negativas y patológicas en quienes las sufren.
Y sucedió que un sábado cruzaba
Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando
las espigas. Decíanle los fariseos: ‘Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es
lícito?
Jesús les dijo a todos:
‘El sábado ha sido instituido para el
hombre y no el hombre para el sábado’ Marcos 2,23-27
Está claro que Jesús uso como
nadie sus propios SENTIMIENTOS. Te desafío los busques en el N. Testamento. . Y realiza este cambio no tanto con palabras,
sino mediante la creación de un estado emocional
poderoso. Una vez que sus discípulos viven una intensa emoción de fe, confianza y apertura al Mesías, Jesús asocia este estado
con la libertad interior. Cierto, una libertad para amar a los demás e
impulsarlos en su desarrollo.
“El sábado ha sido instituido
para el hombre y no el hombre para el sábado”.
Dejemos unos momentos al Señor
y pensemos en nuestra vida cotidiana. Supongo que tú, yo y todos tenemos “sentimientos de luz y de sombras”. Si
discutes con tu esposo y te enojas muchísimo mientras ves su cara, fea, llena
de sombras (sentimientos ) se están instalando en ti. Si repites el mismo
proceso una o más veces a la semana, llegará el día en que con sólo ver la cara
de tu esposo sentirás un fuerte enojo. A lo mejor un día vienes feliz, después
de visitar a tu madre. Deseas compartir tu estado de alegría con tu marido.
Pero, apenas ves su rostro, tu estado emocional cambia automáticamente. Te sientes enojada. La alegría se ha
esfumado. Y tú te preguntas, “¿por que’?”.
Ahora ya tienes la respuesta. Y
si deseas colapsar ésta u otra onda
similar, sigue los pasos siguientes:
1) Recuerda la experiencia más positiva y poderosa que hayas
tenido en tu vida. Ve, escucha y siente
lo que estabas viendo, oyendo y sintiendo en aquellos momentos... En cuanto
revivas el mismo estado emocional de
poder y fuerza, guárdalo en tu puño derecho.
Observa que esto corresponde a tener esa experiencia al alcance de tu mano..
.
2)
Recuerda
ahora una ocasión en que actuaste con verdadera confianza en ti mismo, con
seguridad y eficacia... Usa tus sentidos (ver, oír, sentir) para asociarte
completamente con esa situación, hasta que vuelvas a experimentar en tu cuerpo
y ánimo el mismo estado. Guárdalo en tu puño derecho...
3) Piensa en una circunstancia
en la que tu decisión de hacer algo resultaba inquebrantable. Una vez en que no
sólo tenías una fuerte motivación, sino que te sentías irrefrenable... Ve,
escucha y siente lo mismo de entonces...
Al revivir la experiencia, tómala y guárdala en tu puño derecho...
4) Toma una situación en la que
te sentiste desbordante de amor o radiante de alegría. Escoge cualquiera de
estas dos emociones.
Revívela
y consérvala en tu mano derecha...
5) Torna conciencia de la
presencia de Jesús. Pídele su gracia. Recuerda alguna ocasión en que sentiste su
auxilio y poder.
Recoge esta experiencia en tu
puño derecho, siendo consciente de la
presencia y del poder ilimitado del Señor...
6) Ahora coloca los sentimientos
de “sombra” en tu mano izquierda. Usa una imagen o
símbolo de ese estímulo frustrante, deprimente o enojoso (individuo, rostro,
tono de voz, lugar, cosa, comida, color, sonido, etc.).
Usa
tu imaginación para oír, ver el sentimiento gris que desapareció.
8) Disfruta la fortalecedora
presencia del Señor. Mira sus ojos. El refuerza tu alegría con su mirada
tranquilizante y amorosa. Incluso parece feliz al ver que das un paso más hacia
tu libertad emocional.
LA LIBERTAD EMOCIONAL EN JESUS
Desbordante de sencillez y
amabilidad, Jesús ha desarrollado su personalidad humana hasta sus últimas
posibilidades. Gracias a su Filiación divina eleva la personalidad humana hasta
la más alta cumbre de su plenitud. En él, el desarrollo humano se pierde en las
alturas de lo inconcebible.
Su apertura perfecta a Dios lo
convierte en una flecha que se clava en los cielos y nos abre la posibilidad de
participar de su propia Filiación.’
A través de esta exaltación de
la humanidad es posible que cada mujer y cada persona desarrollen su libertad
personal. Al participar de la libertad de Jesús, el ser humano toma bajo su
dirección el mundo, las circunstancias, sus pensamientos y sentimientos. La
Filiación no significa sumisión ciega al devenir del mundo, circunstancias,
reacciones personales, etc., sino libre dominio del mundo, los acontecimientos
y el propio yo, asumiendo la propia responsabilidad ante el Padre.
Con su encarnación Jesús ha inaugurado un proceso de liberación que abarca todas las áreas del humano vivir: cultural, social, política, económica, ambiental, personal, espiritual.
Nada que sea auténticamente
humano queda fuera de la liberación cristiana.
Asumo la libertad personal como una posibilidad ya realizada por Jesús. De hecho, me parece obvio que para seguir a Jesús con autenticidad y eficacia, necesitamos crecer en libertad personal. Sin ésta, ¿cómo podemos practicar el amor, la justicia, el perdón, la fraternidad y todas las exigencias morales del Reino?
Según el Concilio Vaticano II.
“La orientación de la persona hacia el
bien, sólo se logra con el uso de la libertad, la da EL ESPÍRITU SANTO.
El gran problema es que los laicos cristianos;”la
mayoría de ellos no han leído la palabra ¿te ruego averigües porqué?…”tqm.
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