viernes, 15 de abril de 2011

LENGUAJE FACIAL - EL SENTIMENTAL


EL SENTIMENTAL

E - nA - S (EMOTIVO, NO ACTIVO, SECUNDARIO)

1. DIAGNOSTICO

Es delicado, bastante fiel, constante en el afecto, amante de la soledad y del silencio, recto, honrado, veraz, profundo sentido de la Fé cristiana y artístico, reflexivo y ademanes muy dignos.

Con poco se contenta, en general no es ambicioso, bastante indiferente a los placeres de los sentidos. Comprensivo con los demás, procede con mucha calma, de espíritu noble y delicado. Es artista, romántico, es sentimental en el buen sentido de la palabra.

Algunos defectos:

Bastante encerrado en su mundo interior, muchas veces descontento de sí, un poco escrupuloso, tímido e indeciso, con tendencia de volver sobre el pasado, vida reposada, regular, reposado, independiente del control ajeno, es pertinaz, susceptible y vulnerable, a veces tiene reacciones huracanadas, necesita mucho, no acepta que penetren su intimidad, muchas veces descontento y amargado, predispuesto a enfermedades mentales, (sugerencia: hacer ejercicios con respiraciones profundas), conviene que vivan los encuentro para eliminar las heridas que le afectan. Muchas veces en sus proyectos quedan en el tintero. Ojo con su excesiva emotividad

2. TRATAMIENTO

1. Atención a su salud. Como con el EnAP preocuparse de que se alimente y duerma bien.

Favorecer el juego de carácter social, para estimularle a la cooperación; pero no el ejercicio físico, cuidar de que éste no le exija dispendio de muchas energías (pronto agotamiento con malas consecuencias).

2. Las causas de sus fallos son:

- Su inactividad (pereza, ensueño...)

La susceptibilidad (Emotivo. más secundario.)

Hemos de apoyarnos, peno con cuidado, en su (S).

Si no acertamos, se convertirá en un muro impenetrable. Si conquistamos su afecto, la (S) será aliada de su educación. Profundizará y arraigará las cosas en él.

3. Respecto a su personalidad: Con el afecto, extremar el respecto, la delicadeza. No querer "forzar" (Acciones, confidencias) ni imponer las cosas.

4. Demostrarle mucha comprensión y con ella ganar su confianza. Jamás pase lo que pase- decirle “eres un tipo raro” “has de ser de otra manera” (risotada, palmada en el hombro, bruscamente, etc.) Eso subraya el contraste con lo que él no posea, y quisiera tener. Puede inhibirle cada vez más y llevarle a un auténtico complejo.

5. Aliándose con la (E) proporcionarle IDEAS-FUERZA.

a) Enaltecer el trabajo (culto a Dios, fuente de bienes para él y los demás...)

Recuérdese que es de naturaleza muy sensible y social.

b) Basándose en su experiencia personal, que estime y trate de comprender al prójimo: recordando lo que le hiere, una indelicadeza o injusticia... hacerle ver que es posible que pase lo mismo, en los otros, si él se deja llevar por su tendencia a la crítica (aunque sea sólo interior).

c) Quitar importancia a lo desagradable (choques, acontecimientos penosos...) Ahora es doloroso, pero pasa. Dentro de unos años ¿qué? Ni te acuerdas. Llevarle a interesarse por lo que pasa tuera de sí mismo, con objetividad.

Ello contrapesará su excesiva subjetividad.

d) Realizar oportunamente lo bueno y agradable de la vida: con ello, indirectamente, contrarrestar su tendencia al pesimismo (que almacena sólo lo triste...).

e) Ampliarle panoramas vitales: lo grande que es ser santo, la bondad de Dios, lo que necesitan los hombres (comprensión, ayuda);

f) Hacerle desear y procurarle cultura de Fe cristiana sólida para que se convenza de que no debe obrar por estados de ánimos, sino basado en los grandes objetivos.

Por ejemplo, en la vida espiritual hacerle desear vivamente no ser "sentimentaloide". Comulgar sin ganas, hacer una visita al Templo, sin ganas... aunque ello no desprecia al sentimiento (consolación), sino que lo aprovecha.

Algunas veces es muy efectivo leerle en un estado de depresión la pasión, traición, crucifixión, (Mt.26,36,68) sus causas, normas, etc. (se siente retratado, y ello le anima).

g) Hacerle valiente por experiencias sucesivas, procurándole triunfos fáciles, hacerle ver que sus cosas

Raras son "refugio y evasión". Los golpes de la vida no son tan terribles, la imaginación los agranda. El puede. Pero ir con "mañita" para no abocarle a un fracaso, poniéndole en lo que no pueda fácil y paulatinamente vencer.

h) Hacerle decidir: Repetirle que "lo mejor es enemigo de lo bueno". No se enreda pensando y repasando demasiado.

I) Procurar que atendiendo a los demás se olvide de sí mismo.

6. Basándose en su (S) a partir de hechos, crearle HABITOS.

a) Evitar evasiones (tiende a desaparecer en las reuniones, trabajos, conjuntos, etc.) procurándole en lo posible, una realidad amable y la variedad que ofrece la vida.

b) Ejercicios sensoriales y de observación, para evitar su ensimismamiento y descripción de palabras y por escrito de los ambientes que le rodean.

- ejercicios de comprensión de situaciones, acontecimientos, hechos, ideas, enfoque.

- resúmenes de historia, geografía, herbario botánico, costumbres de animales (insectos...).

- excursiones y paseos, de los que luego debe hacer crónica, etc.

c) Basándonos en su buen corazón, empujarle a la acción sacrificada.

- Apostolado que suponga esfuerzo (activo).

d) No es tan beneficioso el castigo cuando la motivación es

Positiva (el bien que puede hacer a los demás, el buen ejemplo, su perfeccionamiento, Dios, etc.).

e) Reforzar a su secundaridad haciéndola activa; Hábitos de orden, trabajo, comprensión de los demás, responsabilidad

etc.

f) Enseñarlo contra los golpes de la vida, pero procurando evitárselos. A golpes no es enseña, sino que se ahonda la herida en este carácter. EL mejor modo de enseñarle a recibir los que vengan es profundizar en su piedad, mostrándole el valor de la cruz y la corredención del sufrimiento.

h) Regla de oro final: ANIMARLE SIEMPRE. No dejar pasar una victoria, una cosa que haya hecho bien, por mínima que sea, sin subrayarla, y felicitarlo.

3. APLICACION ESPIRITUAL

El sentimental se siente atraído por el Absoluto. Casi lo "siente", pero cambia sus relaciones con Dios cuando sus sentimientos son de sombra. Sabe tratar a la gente aunque no se compromete a fondo. Propenso a la oración profunda.

SECUNDARIEDAD

Lo podemos comparar a un serrucho que vuelve a un estado normal después de la presión es constante.

Es muy agradecido y nunca olvida las delicadezas y comprensión que se tuvo con él. Lo mismo ocurre con las incomprensiones.

EXPERIENCIA ESPIRITUALY PSICOTERAPIA

Tomo el término "psicoterapia" no en su sentido estricto sino en el sentido amplio que cada vez se generaliza más. Y en este sentido, entiendo la sicología como un proceso interpersonal, ordinariamente profesional, que ayuda a una persona a liberarse de los desajustes de su personalidad, para que desarrolle sus potencialidades y se comprometa socialmente con los demás.

Antes de entrar propiamente en el tema de la psicoterapia, recordaré en breve el grupo principal de los desajustes de la personalidad. Después haré notar que la vida espiritual promueve, de ordinario y no necesariamente, la madurez humana. Esto se comprueba, sobre todo, en los místicos que han alcanzado grandes alturas de realización humana, gracias a lo intenso de sus relaciones de amor con Dios y con los otros.

LOS DESAJUSTES "PATOLOGICOS"

La Sicopatología se divide en general y especial. La primera parte estudia todos los posibles trastornos en general; en la percepción. Memoria, fantasía, pensamiento, orientación, actividad, efectos, conciencia, imagen del yo, contacto con la realidad, relaciones interpersonales, motricidad, etc. En cada una de estas funciones uno o varios trastornos. Pues eso es lo que estudia la sicopatología general.

La sicopatología especial se ocupa de las llamadas "enfermedades mentales". "Según el "modelo médico", fuertemente impugnado por las psicoterapias más recientes, enfermo es el hombre que presenta un conjunto de síntomas que revelan la presencia de uno o varios trastornos.

Yo me adhiero a la terminología más reciente y prefiero hablar de desajustes, pérdidas del contacto, disfunción, etc.

Los tres grupos de desajustes que ocupan la atención de la sicopatología

Son: padecimientos psicosomáticos, neurosis, desajustes de personalidad (psicopatías) y psicosis.

La medicina psicosomática se ocupa de las enfermedades orgánicas que tienen su origen en el terreno psíquico como los conflictos, las emociones negativas (ira, odio, tristeza), el "stress" (presión ambiental) etc. También el movimiento de "higiene mental se ha venido ocupando de los padecimientos psicosomáticos.

En psiquiatría se habla de neurosis como "enfermedades caracterizadas por síntomas funcionales",que producen un "comportamiento inapropiado, inadecuado y desagradable".

Desde luego que cada terapéutica tiene su propio concepto de neurosis. Y entre las principales modalidades de la neurosis, se enumeran las siguientes.

En la neurosis de histeria hay disturbios funcionales o emocionales producidos involuntariamente predominando los desórdenes corporales. En este último caso se prefiere hablar de "neurosis conversiva".

Con la “neurosis de ansiedad” se produce angustia aprensión y desasosiego habituales en un grado mayor del que podría esperarse en la mayoría de la gente.

En la “neurosis obsesivo compulsiva”, por razón de la obsesión se presentan ideas fijas y persistentes ya causa de la compulsión se realizan actos inevitables y en forma repetitiva.

La neurosis fóbica hace sentir un exagerado temor ante un objeto determinado, pero sin que exista un motivo real para dicho miedo. Por eso se le considera como un mero símbolo de un temor no confesado o inconsciente.

La neurosis depresiva se caracteriza por estados de decaimiento, auto desprecio, desaliento y sentimientos de culpa y auto punitivos. Pero se mantiene contacto con la realidad.

Justamente, la diferencia entre la neurosis y las psicosis consiste en que la persona neurótica se da cuenta de sus exageraciones que no logra evitar, y desea sanar, se acerca al médico. El sicótico en cambio. Lo ignora porque ya no vive en la realidad, se considera sano, los otros están mal.

"La lucha interna del paciente sicótico es tan intensa con relación a su capacidad integrativa. Todas sus energías se consumen en el conflicto interior. De aquí que la actitud que se observa en él sea de alejamiento, negación o de considerable distorsión de las circunstancias objetivas. El mundo para él es una proyección de sus propias fantasías.

La psicosis endógenas son productivas por determinadas condiciones Sómato-psíquicas como la raza, herencia, edad, sexo, etc. En cambio, las exógenos son las que tienen una causa patogénica externa y reconocible. Como un golpe, alcoholismo, etc.

Las psicosis se dividen en: esquizofrenia, manía-depresión. Paranoia y depresión. La esquizofrenia se subdivide a su vez.

La “esquizofrenia” es un síndrome o conjunto de síntomas que aparece como el final de un proceso patológico que puede perturbar gravemente al Yo. La esquizofrenia presenta las siguientes modalidades.

La simple suele ser la más común y se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad y con los demás hombres, presentándose una decreciente falta de interés iniciativa y ambición".

La Cata tónica presenta dos modalidades: una depresiva y otra agresiva. En una y otra la motricidad es típicamente alterada. En la primera se llega a una completa inmovilidad, mutismo y negativismo: a veces obedecen hasta la flexibilidad cero. Esta consiste en que la persona se queda por horas en la misma postura en que la colocaron.

La segunda produce gran excitación, se habla sin parar y despierta una peligrosa agresividad.

La “hebefrénica” abunda en delirios, alucinaciones, (visuales especialmente) y gesticulación exagerada. La persona se comporta con infantilismo ante las convenciones sociales: no quiere vestirse, ni usar la letrina para sus necesidades. etc. Es activa, pero su emotividad es inadecuada.

La PARANOIDE tiene su distintiva a nivel de pensamiento, pues en ella se presentan uno o más delirios. Y la persona se deja llevar por sus delirios de grandeza o de persecución. Se vuelve desconfiada. Pero, es muy notable que otros aspectos del pensamiento y de la personalidad suelen funcionar normalmente.

En cuanto a la psicosis maníaco-depresiva podemos decir que la manía es el síndrome que agrupa síntomas consistentes en reacciones exageradas como la euforia, la alegría desbocada, la logorrea, hipertímida, etc. Después de estos momentos de gran entusiasmo vienen otros de depresión. Una depresión que hunde a la persona y le deja absorta dentro de si misma y en el mundo exterior sólo ve sus fantasías pesimistas.

En la paranoia se desarrolla una idea delirante sin que se presenten otros trastornos ni el pensamiento ni en el resto de las funciones psíquicas.

La epilepsia es un disturbio pasajero y paroxismal del cerebro que se acompaña de trastornos psíquicos y que suele repetirse periódicamente si no es controlada con medicamentos.

Por último, hay que mencionar los trastornos de personalidad o de carácter (psicopatías). No son consideradas como enfermedades ni siquiera desde el punto de vista psiquiátrico. Se les considera como conformaciones psíquicas desfavorables que llevan al individuo a conductas inadecuadas, antisociales y delincuentes, porque hay una desarmonía de las cualidades caracterológicas, falta de equilibrio entre los diversos componentes de la personalidad, etc.

Suelen presentar muy variadas modalidades: esquizoide, paranoide, pasivo agresiva, etc.

A parte se señalan otras anormalidades como el abuso de drogas, desviaciones sexuales, alcoholismo, etc.

Con estas alusiones a la sicopatología establece alguna relación con la vida espiritual. SIGLAS usadas aquí:

P: Primario (Blando)

E: Emotivo (SENSIBLE)

S: Secundario (Tenaz)

A: Activo

NA: No activo (Un poco Cómodo)

CE: Controla sus emociones y sentimientos (Reservado)

DESAJUSTES "PATOLOGICOS" Y ESPIRITUALIDAD

Aunque la santidad sea una cuestión ante todo de relaciones teologales con las Personas Divinas, es innegable que el aspecto psicológico juega un papel determinante. San Juan de la Cruz insiste en factores psicológicos, que muchas veces descubríamos; porque sabe que de ellos depende el progreso, más que de obras buenas llenas de méritos.

Por otro lado es un hecho que los desajustes síquicos se multiplican en nuestro tiempo. "Una de cada veinte personas que vive en la actualidad en Estados Unidos de Norteamérica será hospitalizado en una época u otra de su vida como resultado de su enfermedad mental".

Es así como surge la cuestión sobre las relaciones entre la sicopatología y espiritualidad. Porque si es verdad que la anormalidad disminuye la conciencia (juicio) y la libertad, entonces no es posible un compromiso interpersonal ni con Dios ni con el prójimo.

En la actualidad se acepta que hay no sólo los "neuróticos", sino también los "sicóticos" pueden desarrollar una vida espiritual profunda. Claro que con más esfuerzo y contando con los momentos lúcidos.

En otros tiempos existía "la opinión", ampliamente difundida según la cual la religión "enloquece a la gente". Y aunque los estudios estadísticos, realizados en hospitales psiquiátricos, demuestran lo contrario, tenemos que reconocer que en cierto sentido la religiosidad comprometida implica una especial anormalidad; que no es lo mismo que “Espiritualidad Jn15,16-17”)

El mismo Cristo no se vio libre de ello. Y se cuenta que cuando empezó a predicar, "sus parientes fueron a echarle mano, porque decían que no estaba en sus cabales".

Efectivamente, el compromiso religioso es tan radical que se sale de lo "normal". No en un sentido enfermizo o negativo, sino por el contrario, se acentúa en forma excepcional lo positivo.

Volviendo a la idea de que San Juan de la Cruz "insiste en factores psicológicos", me atrevo a pensar que él tenía en mente a ciertas "anormalidades" que la sicología no incluye, ni siquiera, en las "anomalías menores (neurosis y sicópatas).

Yo les llamo "desajustes normales"

Nota: He descubierto que las personas que tienen la sien hundida que delatan la curiosidad y la investigación científica.

Otra investigación, otro rasgo en la nariz perfilada tienden a ser fieles, los otros que tienen una curvatura dorsal.

P. JOSÉ FORBES F sdb

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