viernes, 15 de abril de 2011

LENGUAJE FACIAL - EL FLEMÁTICO

Ver nota; En algunas personas, sus labios son “ultra finos” porque son super fríos y calculadores.

DIAGNÓSTICO

Se aplica al trabajo con método y constancia, la actividad es su fuerza principal, no se deja sorprender desprevenido, posee ideas claras y se propone siempre fines determinados y precisos, actúa con convicción y silencio, posee una calma que le aumenta notablemente su energía, falta de espontaneidad y desenvoltura, es reservado, pero no tímido, es el hombre más sencillo que puede darse, es tranquilo, parece indiferente a los acontecimiento exteriores.

Posee una actividad sencilla, ecuánime y metódica, su fe es como un imperativo categórico, vive de hábitos, es muy frío en sus relaciones, habla poco, es solitario, inflexible en sus principios, posee una inteligencia lenta, pero profunda y reflexiva, con lógica rigurosa, se inclina a las ciencias abstractas (filosofía, matemáticas, etc..), tiene buena memoria.

CUALIDADES:

Trabajador, constante como nadie, realizador, sabe muy bien lo que quiere y no abandona nunca lo empezado, regular hasta la monotonía, respeta los principios y las tradiciones, conservador, muy igual en el humor, veraz en sumo grado,

DEFECTOS:

Apegado a sus ideas, poco comprensivo y tenaz, la fe para él es una norma de carácter ético, sin vida, orgullosamente frío y de un modo consciente, severo en su manera de gobernar.

Es el polo opuesto al nervioso (E-nA-P). Gran calma emocional. Frío, objetivo constante, de humor igual. Sobrio, a veces se repliega en sí mismo. Dado a la sistematización y a la reflexión (goza "echando cabeza" a las cosas). Cortés, muy ordenado y detallista en su trabajo. Algo esclavo de sus hábitos.

De una tremenda perseverancia y tenacidad; muy recto moralmente. En su actividad igualmente metódico, de gran responsabilidad y eficacia (si vence sus defectos). En sus decisiones muy lento (por tanto, pondera mentalmente "lo que puede pasar").

1. TRATAMIENTO y (Orientación)

Los de este tipo son muchachos de grandes valores, pero tienen algunos peligros:

1. Cerrarse a todo lo que él no ha organizado.

2. No comprender a los demás (exigiéndose mentalmente o en la práctica si tiene puesto directivo, como suele tenerlo, lo que para él es fácil y sencillo, y no lo es tanto para los que no lo son: orden, puntualidad (y muy estricta, sistematización detallada, tranquilidad emotiva, ETC...).

3. Peligro de diferir indefinidamente las decisiones (y por tanto) la acción.

3. APLICACION ESPIRITUAL PARA EL FLEMATICO

El flemático posee una disposición intelectual para la FE cristiana. Suele tomar una actitud moralista. Por eso trata de cumplir la voluntad de Dios. Ora reflexionando. Es cumplido y cuidadoso en sus deberes para el prójimo.

Eran flemáticos: Darwin, Franklin, Kant, Seibniz, Renan, Washington.

Normas:

No entrarle "por el corazón" sino por la "cabeza". Es (cE)

1. pretendamos "emocionarle" convencerle cálidamente "por el corazón". Si, por la cabeza razonándole nuestros consejos: haciendo que él los vea. Recordar siempre que a él no le interesa el entusiasmo, sino las ideas y sobre todo el método que éstas le den para valorizar la propia vida y actividad. (Es profundamente "utilitarista" en el buen sentido).

3. Aprovechando sus dos grandes factores positivos (A y S), y por lo tanto su activa responsabilidad:

a) Darle campo: responsabilidad activa en algo: que organice, actué, planifique.

b) Que comprenda a los demás, que comprenda (intelectualmente) y a propósito de la acción, que es necesario admitir que los demás son distintos. Cada uno con su distinto carácter y temperamento.

Estimado los valores de cada uno (sobre todo los que él menos posee);

La emotividad que él trata de considerar despectivamente como impresionabilidad "romántica".

A propósito de algún hecho oportuno, subrayar su valor (buen corazón, sensibilidad, etc.:).

La primariedad ( que le exaspera por sus aspectos negativos (falta de orden, incumplimiento, impuntualidad, etc.) tiene también el aspecto positivo de "facilidad de adaptación", inventiva rápida", "improvisación ante emergencias".

El arte (que él muchas veces cree sensiblería inútil), es un gran medio para elevar, consolar, etc. Por lo tanto, el artista (mil veces despreciado por él) tiene un gran valor y "riqueza" de espíritu, un Don de Dios, para intuir y crear belleza...

Todos no somos iguales, será la consolación que paulatinamente con nuestra ayuda pastoral, se irá imponiendo en su mente, y arraigando por su Secundariedad.

Hay que ayudar al que tiene menos, y no despreciarlo.

Ayudar no es exigir, debe comprenderlo y comprender la injusticia de exigir a todos lo mismo.

c) Convencerlo de que es necesaria cierta flexibilidad (para dejar a un lado –oportunamente- su "plan perfecto"):

* Por calidad.

* Por humildad (otros pueden tener iguales o mejores ideas que yo: ¿por qué YO siempre?

* Por la misma eficacia (simpatía de los colaboradores, viceversa: antipático, quien siempre quiere salir con la suya, y se queda solo: emergencia imprevista, ETC...

Esto puede subrayarse prudentemente cuando en alguna situación de emergencia se haya tenido que recurrir a otro, porque él no ha sabido improvisar (y a la improvisación que tanto le molesta era necesaria), o bien cuando algún "perfecto" plan ideado por él haya fracasado por falta de flexibilidad (él achacará el fracaso a los otros: esperarle ahí para "echar cabeza"). Los otros se han sentido, se han retirado, no han colaborado, hacerle ver el porqué.

En esta reflexión, aunque se aborden las verdades crudamente, no hay peligro de que opine que le desestimarnos mentalmente. Como él sabe que, a pesar de sus fallos vale, puede cerrarse a nuestra acción, sin grandes estrépitos, desapareciendo, para irse a otro sitio o a otra obra.

d)

Atacar su peligro de formalismo (la "ley es la ley": se dijo claramente que había que hacer esto") y de dureza o falta de humanidad ("caiga quien caiga". "no hay excusa"...)

e)

Sobre todo, hacerle gustar la alegría y la práctica de la virtud altruista:

Atención a los demás (sus problemas personales, su modo de ser, sus necesidades de ayuda, sus valores) con simpatía, sacrificio. Más que preocupación por la obra, el plan, el método, la PERSONA ESTA ANTE TODO Y SOBRE TODO: incluso sobre la misma obra. No somos la "Divina Providencia".

Y sí hay que sancionar o prescindir de alguien, sea porque con ello beneficiamos a otros - al bien de otras personas- jamás porque la organización prevalezca.

f)

Fijarse plazos para decidirse. Plazos razonables, proporcionados a la importancia de la decisión, pero plazos improrrogables (si llega tal fecha y no has decidido, "echas al cara o sello" cosa que le horroriza, y por tanto, le obliga a sintetizar y decidir dentro del plazo razonable).

g)

Lo mejor y lo peor para él. Lo mejor: educación hogareña, cálida camaradería social (pertenecer a alguna asociación de fines apostólicos o altruista) diversiones sumamente alegres. Poco a poco siquiera por urbanidad, (y por reflexión, si le ayudamos) irá consiguiendo los objetivos que antes señalábamos, apoyado por esa convivencia.

Lo peor: una educación egoísta, materialista, bajamente utilitarista (metalizada etc.) fría en religión.

h)

El poderoso resorte religioso. Toma muy en serio la FE cristiana, si desde pequeño u oportunamente, supliendo deficiencias hogareñas, se le hace ver su trascendencia. La motivación por criterios de fe, aceptados plenamente es poderosísima en la educación de este tipo de carácter. El trabajo de crecimiento de la fe, consiste en incorporarla a la sicología personal.

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