EL APÁTICO
cE – nA – S
(CONTROLA SU EMOTIVIDAD, NO ACTIVO, SECUNDARIO)
1.- DIAGNOSTICO
(Características)
No percibe bien sus sentimientos y apenas posee emociones, descuidado y egoísta, muy poca vivencia espiritual, no siente necesidad alguna de trabajar, no tiene iniciativas, es capaz de observar un minucioso empleo del tiempo, cumpliendo al pie de la letra, formalísticamente, según lo que manda un determinado jefe.
Se deja llevar mucho por la costumbre, está inclinado a la soledad, a la vida monótona, le gusta su tranquilidad y apenas se interesa por los demás, es un tipo bastante cerrado, terco e independiente,
La Secundariedad es lo que le protege y le valoriza, si adquiere una buena costumbre es capaz de conservarla por mucho tiempo, esclavo de las tradiciones y costumbres, carece de vida íntima y de ese mínimo de actividad que proporciona la alegría de vivir, frecuentemente se ve abrumado por la hipocondría.
Huye de la convivencia y es bastante pesimista, casi siempre es sincero, honrado y digno de confianza, inteligencia viva, pero no se adapta al pensamiento abstracto o teórico, indiferente ante problemas metafísicos, religiosos o sociales, veraz, pero no del todo coherente.
CUALIDADES:
Posee una igualdad de ánimo constante, sentido del honor bien acentuado, tiene una cierta dignidad en su manera de ser, es discreto y sabe guardar un secreto, es digno de confianza y es leal.
El diagnóstico es:
- Poca sensibilidad.
- Controla sentimientos de luz y expresa sentimientos de sombra.
- Un poco indiferente a los demás, descuidado y bastante egoísta.
- Poca-vivencia espiritual.
- Da la sensación de impasible.
- Posee melancolía fría.
- Poca necesidad de trabajar.
- Les falta iniciativa.
- Se deja llevar por la costumbre
- Solo.
- Vida monótona
- Le gusta su tranquilidad
- Bastante terco e independiente
- Si adquiere una buena costumbre es capaz de conservarla toda la vida.
- Rutinario y conservador, esclavo de tradiciones y costumbres.
- Muchas veces se ve abrumado por la hipocondría
- Cuida la convivencia, es bastante pesimista.
- Animo constante.
- Tiene una cierta dignidad en su manera de ser
- Sincero y honesto
- Guarda secretos.
- Le encanta su soledad.
2. TRATAMIENTO
Tiene necesidad de afecto, simpatía, ánimo, casi siempre está arrinconado, por poco antipático, muchas veces terco, inhábil.
Siempre casi “le caen a él" siempre le regañan. Si le comparan con otros es para hacerle ver qué él es el peor.
Por ello suele y hacerse congénito en él, un sentimiento confuso y constante de tristeza, culpabilidad, retraimiento... con todos los peligros morales y sociales que ello comporta.
Su valor positivo es la Secundariedad (tenacidad): le hace valorar la disciplina (orden) y la fidelidad (constancia), le arraiga los hechos, convirtiéndolos en hábitos.
1. Tratamiento Preventivo: Hacerle ver que su “Esencia” es hermosa y que contiene valores, dones, cualidades maravillosas.
a) Hacerle gustar lo que tiene que hacer por obligación.
b) Mostrarle siempre (a pesar de castigos, etc.) confianza y afecto.
2. En General, siempre:
a) Ambiente cálido, donde pueda encontrar comprensión y ánimo. Por ejemplo conseguirle un amigo de carácter bien formado, que pueda ser como su "ángel custodio" animándole, empujándole...
b) Trabajo en equipo, interesándole por el trabajo de tal equipo, y por las necesidades de los demás.
(Ojo... a que cada uno tenga tarea activa definida...)
3.- Hacerle experimentar la satisfacción por su actividad espontánea y no obligatoria. (Alabando los buenos efectos. haciéndoselos ver, etc.). Y esto, aunque lo que haya hecho espontáneamente sea insignificante...
4.- Sólida cultura y práctica religiosas de Fe cristiana, motivadoras de sacrificios (acción).
APLICACION ESPIRITUAL
El apático es muchas veces indiferente en cuanto a la fe. Por eso, no le interesan las prácticas religiosas. Pero si llega a conseguir el hábito o costumbre, entonces es fiel aunque sin entusiasmo. Ora dejándose llevar por los demás. También sabe cumplir sus deberes con el prójimo y es leal.
-Lograr descubrir las huellas divinas de su esencia.
-El modelo de santo apático lo tenemos en San José Copertino.
-Como puede apreciarse parece que naturalmente existe una mayor o menor predisposición para la fe. Sin Embargo, es un hecho también que con cualquier carácter se puede llegar a la plena vida espiritual o santidad.
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