viernes, 21 de enero de 2011

LA NUEVA PEDAGOGÍA DE LA BONDAD

LA NUEVA PEDAGOGÍA DE LA BONDAD


INTRODUCCIÓN: +
El Protector de nuestras Comunidades en el Espíritu es el Cardenal don Raúl Silva Henríquez. Él fue la primera autoridad eclesiástica que recibió a los primeros guías de las comunidades. Los bendijo y nos defendió Y los envió a Lima
Me contaba que cuando él daba consejo o penitencia, cuando se acercaban, les decía a los jóvenes. “Una experiencia necesaria para crecer y seguir “es Eje.” Este consejo dejaba muy contento a quien lo daba y a quien lo recibía.
El año 1971 el Cardenal me pidió que fuera el Padre espiritual de la primera vicaría Universitaria que se ubicaba en la calle Carrera 92. Gracias a esta iniciativa de él logramos evitar que todas las comunidades juveniles de Iglesia pasaran a grupos extremistas de izquierda en la Universidad Técnica del Estado.
Él me pidió que fuera el asesor espiritual de la zona sur de Santiago, para defender a los grupos juveniles de las distintas parroquias, que se encontraban pasando por momentos difíciles. Eran tiempos especialmente difíciles para los jóvenes que se reunían a buscar como vivir el amor y la solidaridad que enseña el evangelio de Jesucristo, ya que por un lado eran reprimidos y por otro eran cazados por grupos contrarios a la doctrina cristiana. Puedo dar testimonio que se salvaron estas comunidades, gracias a la eucaristía y a la acción social diaria que cada uno de los jóvenes hacía.
Demás esta decir que nos apoyaba económicamente cuando la necesidad apremiaba nuestras comunidades juveniles. Por esto que dedico todo este esfuerzo al que dio testimonio de la pedagogía de la bondad, quien a pesar de la mala imagen que grupos de ultra derecha se empecinaban en mostrar en los medios de comunicación social, se ocupaba de lo esencial: “Amar al joven como a sí mismo”.
Don Bosco se hizo presente en este hijo de campesino nacido en Talca. Raúl Amigo, como la gente le llamaba, encarnó los principios que inspiraron los fundamentos de la congregación Salesiana.
Don Bosco, un apasionado por los jóvenes… Raúl Silva Henríquez, un apasionado por Don Bosco.
MIS OBJETIVOS SON:
Dar una perspectiva panorámica de los aportes que la sicología humanista y ciencias relacionadas pueden hacer, como fuentes de preguntas y o de respuestas, en el compartir con las disciplinas teológicas y la vida de la fe del presente.
Dar una visión evangelizada de la sicología humanista de C. Rogers con los datos de la fe del Concilio Vaticano II.
DEDICATORIA:
Dedico este trabajo al que fue mi maestro, el P. EGIDIO Viganó y el Dr. LUIS JORGE GONZALEZ. Sobre la base de los apuntes tomados en sus clases, y reflexiones personales he redactado las páginas que siguen.
P. José Forbes.
LAS CIENCIAS DE LA VIDA
CAPITULO I
LAS CIENCIAS EXPERIMENTALES.
El curso del razonamiento, en las ciencias experimentales, tradicionalmente va desde la observación de hechos conocidos a la formulación de hipótesis y su verificación a través de la experiencia. Ella puede ser de hechos evocados o provocados, en ciertas condiciones, para su observación. Esto último definiría al método Experimental.
¿Qué y cómo observamos? ¿Es posible percibir los fenómenos en su totalidad? No. Siempre, en toda observación, hay selección. Se pone atención a un aspecto particular. En la observación inicial puede que se eliminen los hechos significativos. En la observación de la experiencia, la selección, el fijarse en un aspecto, se hace a propósito. En consecuencia, hay que desarrollar maneras de observar que corrijan estas deficiencias, eligiendo pensadamente lo que deseamos observar y lo que dejaremos fuera. Así, el prejuicio será consciente y por ello corregible, al menos en cierta medida.
Tendemos a percibir lo que queremos para confirmar nuestras ideas preconcebidas. A esto llamamos “prejuicio del observador”, “selección inconsciente de los hechos”. Tratamos de evitar que ello siga ocurriendo.
Hace algunos años fuimos invitados al Congreso Mundial de Salud Mental en el Diego Portales, para presentar una nueva forma de hacer terapia”humanista” centrada en el joven. Un grupo de jóvenes les presentaron a esos profesionales, en vivo y en directo, lo que es el “EJE”. Todo el secreto está en centrarnos en las personas invitadas más que en las técnicas, medicamentos, videos, grabaciones. Esta terapia está centrada en el aprecio y cariño sano. Para nosotros, el AMOR es Dios y, en su presencia, realizamos nuestros “compartires”. El rector de la universidad nos dijo a todos los presentes “jamás me habría imaginado que un grupo de jóvenes pudieran hacer cosas tan hermosas”. Ese día nevó, luego salio un sol radiante en Santiago.
Lo que vivimos en ese encuentro con muchos siquiatras fue un gran aval para lo que estábamos realizando con los EJE.
Muchas de mis afirmaciones las respaldaré en este documento con el libro “Psicoterapia experiencial y Focousing”, con los aportes de E.T. Gendlin, editorial Descleé De Brouwer (2004).
LO QUE NO ES OBSERVABLE
No toda observación busca explicar los fenómenos. Hay un modo de observar que pretende comprenderlos. Se constituye así la posibilidad de construir una sicología comprensiva en oposición o complementaria a una sicología explicativa. ¿Qué tipo de observación y qué métodos podría dar cuenta de este otra manera de “ver u observar”?
Según William James, del acontecimiento psíquico sólo puede dar testimonio un testigo, el que lo experimenta, el que comparte de corazón a corazón. Los testigos somos nosotros. Por tanto, el único método que permite su observación, es la introspección o la mirada hacia dentro, que trasciende, generando una corriente de vida, que son los sentimientos detectados por el “testigo”.
Respecto del problema de dar cuenta de la realidad interior, sólo hay un acceso a la vida interna, y ese es el mismo sujeto. Desde su esencia a otra esencia: su producción. Es decir, lo que vemos y oímos de él o ella. Esta producción es verbal y conductual. Palabras y actos no verbales. De todos modos, ¿cómo verificar la relación entre esta producción verbal y el estado de conciencia a la cual se supone corresponde?
Se puede constatar que ha existido una estrecha relación entre la introspección y una posición filosófica, ética o metafísica en el transcurso de la historia. Eso da pie a las sospechas de los psicólogos que desean privilegiar lo “científico”.
En realidad, el argumento que afirma la incomunicabilidad de las experiencias psíquicas no tiene un valor absoluto. Podemos representarnos el estado de otro cuando dice “estoy triste, estoy alegre.”
Así, para escapar de los límites y dificultades de la comunicación verbal, se ha propuesto el método de la intuición participante.
Esta intuición participante implica dos fenómenos:
La resonancia o empatía: Vemos nuestros estados de conciencia coincidir con los del sujeto observado; sufrimos con el que sufre; nos alegramos con el que se alegra. Los sentimientos son la corriente que proyecta e ilumina la esencia.
La imitación: Expresiones del sujeto, imitadas, llevan consigo la experiencia de estados de conciencia semejantes.
La intuición participante se encuentra a medio camino entre la introspección y la observación. En resumen, en ella, el observador, observándose a sí mismo, adquiere cierto conocimiento de lo que la introspección descubrirá en el sujeto observado para enjuiciar estados de conciencia. Yo puedo percibir mi estado íntimo, si me acostumbré a percibir mis sentires.
Actualmente, con sus limitaciones, críticas, controles y métodos, la introspección de sentimientos puede ser integrada en el método experimental o ser considerada una forma de observación que cumple con criterios científicos dignos de fe.
Actualmente los cuestionarios de autovaloración para el estudio de la personalidad permiten describir aquello de lo que se tuvo conciencia en el transcurso de una tarea determinada. En sicología médica ha llegado a ser irreemplazable y sumamente útil, si es sometida a la crítica cuidadosa y confrontada con los resultados de otros métodos.
Las posiciones originales de autores clásicos como James o Watson, han experimentado atenuaciones en sus seguidores. Como dijimos, las críticas mutuas han ayudado a reconocer los límites y a corregir defectos.
EL LENGUAJE DE LOS GESTOS
Consiste en observar a un sujeto sin ayuda de instrumental. Se trata más bien de una actitud que algunos definen como el “intento de examinar la conducta en su propia perspectiva“.
“Se procura recoger tan fielmente como sea posible las formas de ser y de reaccionar de un ser humano concreto y completo. En el proceso se toma en consideración la situación del sujeto y se intenta establecer el sentido, así como la estructura, la génesis de esos modos de reaccionar, como también se procura descubrir los conflictos“.

1 comentario:

EPE MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA 2011 dijo...

Gracias Pepe, eres de un corazón Generoso como Jesus.

Un abrazo,

TQM - EPE MDP
http://epecmdpm.blogspot.com/