De San Juan
Pablo II
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA PARA TI JOVEN.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA PARA TI JOVEN.
“CHRISTI FIDELES
LAICI”
"Sobre Vocación y
Misión de NOSOTROS LOS JOVENES DE la Iglesia y en el mundo."
La Carta para ti joven sobre” Los fieles
laicos”(Christi Fideles Laici ), cuya
«Vocación y misión en la Iglesia y en el mundo. .
ESQUEMA
INTRODUCCIÓN
I. YO SOY LA
VID, VOSOTROS LOS SARMIENTOS
La dignidad de nosotros los jóvenes laicos en la Iglesia -
- El Misterio de la Viña.
- Quienes somos los fieles laicos.
- El Bautismo y la novedad cristiana.
- Partícipes del oficio
sacerdotal profético y real de Jesucristo.
- Los fieles laicos y la índole secular.
- Llamados a ser feliz en el Espíritu Santo
II. SARMIENTOS TODOS DE LA ÚNICA VID del “ESPIRITU
SANTO”.
La participación de los fieles JOVENES en la vida
de la Iglesia-Comunión.
- El Milagro de la Iglesia - Comunión.
- Los servicios y los carismas, dones del Espíritu
a la Iglesia.
- La participación de los fieles jóvenes en la vida
de la Iglesia.
- Formas de participación en la vida de la Iglesia.
III. LOS HE DESTINADO PARA
QUE VAYAN Y DEN FRUTO ABUNDATEMENTE.
La correspondencia de los fieles “JÓVENES “en la
Iglesia - Misión.
- Comunión Misionera.
- Anunciar el Evangelio: LA MEJOR NOTICIA.
- Vivir el evangelio como “comunidad” sirviendo a
la Persona y a la sociedad JÓVEN.
IV. LOS OBREROS DE LA VIÑA DEL SEÑOR
Buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios.
- La Variedad de los Vocaciones y llamados.
- Jóvenes, niños, ancianos.
-Personas Mujeres y hombres.
- Los enfermos y los que sufren.
- Estados de vida y vocaciones.
V. PARA QUE DEMOS FRUTOs.
La formación de los fieles jóvenes
- Madurar continuamente y ser feliz eternamente
- Descubrir y vivir la propia vocación y misión.
- Una formación integral para vivir en la unidad.
- Colaboradores de Dios educador.
- La formación recibida y dada recíprocamente
por todos a la luz de la palabra viva.
-S.O.S y la oración.
RESUMEN
CAPITULO I:
YO SOY LA VID, USTEDES QUERIDOS JÓIVENES; LOS
SARMIENTOS.
La dignidad de nosotros, fieles laicos en la
Iglesia linda – Misterio maravilloso.
Nosotros
los fieles laicos no somos tan solo operarios de la
viña; sino la misma viña,
porque sólo dentro de la Iglesia como VERDAD
de comunión se revela la «Identidad» de NOSTROS los fieles laicos.
“Nos sentimos Iglesia”,
Por el Bautismo nosotros nos sentimos Iglesia, podrá llegar a conocer la radical
novedad cristiana, ya que el Bautismo nos regenera a la vida de los hijos de
Dios; nos une a Jesucristo y a su Cuerpo que es la Iglesia; nos unge en el
Espíritu Santo; constituyéndonos en templos humanos vivos espirituales.
Hijos en el “Hijo”:
Por el Santo Bautismo somos hechos hijos de Dios en su Unigénito Hijo, Cristo
Jesús.
El Espíritu Santo es quien constituye a los
bautizados en hijos de Dios y, al mismo tiempo, en miembros del cuerpo de
Cristo.
La unión con Cristo nos une más estrechamente con
los hermanos.
Por la Unción CRISMAL, el bautizado participa en la
misma misión de Jesús el
Cristo, Mesías Salvador.
Los fieles laicos participan,
según el modo que le es propio, en el triple oficio sacerdotal, profético y
real de Jesucristo.
La participación de los fieles laicos en el triple
oficio de Cristo Sacerdote,
Profeta y Rey tiene su raíz primera en
la unción del Bautismo, su desarrollo en la confirmación, y su cumplimiento y
dinámica sustentación en la Eucaristía.
"El carácter secular es propio y peculiar de
Nosotros los laicos" Ya decía Pablo VI.
La Iglesia «tiene una
auténtica dimensión secular, inherente a su íntima naturaleza y a
su misión, que hunde su raíz en el misterio del Verbo Encarnado, y se realiza
de formas diversas en todos sus miembros».
La índole secular del
fiel laico no debe ser definida solamente
en sentido sociológico, sino sobre todo en sentido
teológico .
El Concilio Vaticano II llama a todos los hombres a
la Vocación Universal a la Santidad.(felicidad divinizada).
“sancire “(del latin) que se
traduce en el sentido de paz y armonía
No es simplemente una
exhortación moral, sino una INSUPRIMIBLE exigencia del
misterio de la Iglesia.
Puesto que la Iglesia es en Cristo un misterio,
debe ser considerada como signo e instrumento de Santidad (FELIDADAD). . .
La Vocación a la Santidad está ligada íntimamente a
la misión y a las responsabilidades confiadas a
nosotros los fieles laicos en la Iglesia y el mundo.
Vivir la Comunión de los Santos.(felices)
Todo esto siempre unido a la Vid (Cristo) de donde
viene la Vida.
(Juan Pablo II, Exh.
Ap. Post-Sinodal Christifideles laici; Nos. 8 al 17. 1989>
CAPÍTULO II
SARMIENTOS TODOS DE LA
ÚNICA VID.
La participación de nosotros los fieles laicos en la Vida de la Iglesia - Comunión.
«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador
(...). Permaneced en mi, y yo en Ustedes» (Juan 15,1-4>.
Con estas palabras se muestra la misteriosa
comunión, que vincula en unidad a los discípulos y al Señor, igualmente con los
bautizados que ya no se pertenecen.
Los cristianos se unen al Padre al unirse al Hijo
en el vínculo amoroso del Espíritu.
Comunión: con Dios por medio de Jesucristo, en el
Espíritu Santo.
La Comunión de los Santos; la comunión con Cristo
siempre nos llevará a la Comunión con los hermanos.
LG.: «La Iglesia es en Cristo-Jesús como un sacramento,
es decir, signo e instrumento de la íntima unión del hombre con Dios y de la
unidad de todo el género humano».
La Comunión eclesial es un don; un gran don del Espíritu
Santo, que nosotros los fieles laicos estamos llamados a
acoger con gratitud y al mismo tiempo, a vivir con gran sentido de
responsabilidad.
La diversidad y
complementariedad de las Vocaciones y
Condiciones de Vida, de los misterios, de los
carismas y de las responsabilidades; porque Él nos amó
primero
Dentro de la Iglesia hay distintos ministerios y
oficios y funciones para la edificación de la misma Iglesia. 1Co. «A
algunos Dios los ha puesto en la Iglesia, primer lugar como apóstoles, en
segundo lugar como profetas (...) (l Co 12,18).
Los ministros ordenados,
participan del sacramento del orden, que Jesús mismo
instituyó al llamar a los apóstoles, por medio de la
sucesión ininterrumpida, sirven a la Iglesia
personificando a Cristo cabeza y ejerciendo la diaconía,
ministerio. Congregan al pueblo de Dios por medio del evangelio y
los sacramentos.
La renovación litúrgica promovida por el
Concilio, los mismos fieles laicos han tomado una más viva conciencia de
las tareas que les corresponden en la asamblea litúrgica y en su
preparación, y se han manifestado ampliamente
dispuestos a desempeñarla.
Se habló también en el Sínodo de la confusión del
término "ministerio"; el término "suplencia" y
"clericalización" de los fieles laicos.mateo:20,4-ss
Conceptos más precisos, distinguiendo
bien entre las funciones propias del fiel laico y el que tiene el orden
en cuanto a su participación activa en la liturgia
Anuncio de la Palabra de Dios. Lectorado y
Acolitado
"Evangelii
Nuntiandi" Evangelización
en el mundo y familia.
Los carismas son siempre gracias del Espíritu Santo
que tienen directa o indirectamente, una utilidad eclesial, ya que están
ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las
necesidades del mundo.
Pueden ser expresiones del
Espíritu que los dona, o respuestas a las múltiples
exigencias de la historia de la Iglesia.
Los carismas han de ser acogidos con gratitud,
tanto por parte de quien los recibe, como por parte de todos en la Iglesia.
Es necesario el discernimiento de los carismas.
Para poder participar adecuadamente en la vida
eclesial es del todo urgente que los fieles laicos posean una visión clara y
precisa de la Iglesia particular en su relación originaria con la Iglesia
Universal.
El Sínodo ha solicitado que se creen Consejos Pastorales *
Diocesanos. También lo que está
previsto en el Derecho
Canónico; la participación de los
fieles laicos en los
Sínodos Diocesanos y en
los Concilios Particulares,
Provinciales o Plenarios.Y MUCHO MAS.
La parroquia es en cierto sentido,
la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus
hijas. Está fundada sobre una realidad teológica, porque ella es
una realidad eucarística; es por tanto una Comunidad de fe y una Comunidad
orgánica. Como los primeros tiempos. :”ECLECIOLAS”
pequeñas Iglesias, primeras comunidades:””CUANDO SE ENCUENTRAN DOS O MAS, ALLI ESTOY YO””
Los Padres Sinodales han
visto la necesidad de renovación de las parroquias y convocar a las comunidades
de base y movimientos de pequeñas comunidades; debido a la falta de clero y por
la posición geográfica de algunas; o por parroquias formada por inmigrantes,
etc.
a) Participación
más activa de los laicos.
b) Fomentar las pequeñas
comunidades eclesiales de base.
En el Decreto sobre el apostolado de los laicos,
se dice:
Dentro de las Comunidades de la Iglesia,
su acción es tan necesaria, que sin ella, el
mismo apostolado de los pastores no podría alcanzar la mayor
parte de las veces, su plena eficacia.
Entendido esto a la luz de la "Eclesiología de
Comunión".
La participación del laico en el
apostolado personal, irradiando el Evangelio, llevarlo a tantos lugares donde
no los conocen. Y es constante, pues es inseparable de la continua
coherencia de la vida personal con la fe y también incisiva ya que el laico
comparte los distintos ámbitos de la sociedad (vecinos, amigos, etc.).
También el actuar asociadamente. Dentro de
las múltiples formas agregativas: asociaciones, grupos,
comunidades, movimientos, se presentan a menudo muy diferenciadas en
diversos aspectos, como su configuración externa, en los caminos y métodos
operativos. Sin embargo, todas confluyen en un mismo objetivo: participar
responsablemente en la misión que tiene la Iglesia de llevar a todos el
Evangelio de Cristo.
En orden teológico de
estas asociaciones es la razón eclesiología: "Ser
signo de comunión y de la unidad de la Iglesia en Cristo".
Criterios eclesiales: claros y precisos de
discernimiento y reconocimiento.
“ojo” la
mayoría de los jóvenes no han leído personalmente ningún evangelio
y lo tienen ¿que pasa, a quien le tienen miedo?
a) El primado que se da a la vocación de cada
cristiano a la VIVENVCIA DE JESÚS :UN SOLO MANDAMIEN LE DOY “AMA AL
SEÑOR TU DIOS CON TODAS TUS FUERZAS Y A TU PROXIMO COMO A TI MISMO =armonía amistad clamorosa;
en paz, en armonía equilibrio SANTIDAD(en paz dviniza)
b) La responsabilidad de confesar la fe CRISTIANA
c) El testimonio de una comunión firme y
convencida.
d) La conformidad y la participación en el
"fin apostólico de la Iglesia".
e) El comprometerse en una presencia en la sociedad
humana.
La Autoridad mía y social
debe discernir si son de Dios o no.
Es oportuno que algunas nuevas asociaciones y
movimientos, por su difusión nacional e incluso internacional tengan a
bien recibir un reconocimiento oficial, una
aprobación explícita de la autoridad eclesiástica competente.LA TENEMOS.
VA ADJUNTA; DEL CARDENAL CARRLOS OVIEDO CAVADA
(Juan Pablo II, Exh.
Ap. Post-Sinodal Christi fideles laici; Nos. 18 al 31. 1989)
CAPÍTULO III
LOS HE DESTINADO PARA QUE
VAYÁN Y DEN FRUTO. jesús.
La corresponsabilidad de nosotros
fieles laicos en la Iglesia -Misión.
La Comunión con Jesús, de
la cual deriva la comunión de los cristianos entre
sí, es condición absolutamente
indispensable para dar fruto.
La comunión genera comunión, y esencialmente se
configura como comunión misionera.
Los fieles laicos, NOSOTROS
precisamente por ser miembros vivos de la Iglesia, Tenemos la vocación y misión
de ser anunciadores del Evangelio VIVO DE JESÚS
Pablo VI decía: Evangelizar - Es la gracia y la
vocación propia de TODA la Iglesia, su
identidad más profunda.
Solo una nueva evangelización puede asegurar el
crecimiento de una fe límpida y profunda, capaz de hacer de estas
tradiciones una fuerza de auténtica libertad.
Esta nueva evangelización, destinada a
la formación de comunidades eclesiales responsables del depósito del AMOR
que nos dejo JESÚS.
No solo formando parte de las comunidades sino
también en su empuje misionero llegando a aquellos que todavía no conocen a
Jesucristo o no tienen fe. MILLONES DE JÓVENES
Es VITAL la labor catequética que ejercemos los
laicos, los padres cristianos por el sacramento del matrimonio son los primeros
e insustituibles catequistas de sus hijos.
Todo bautizado tiene el «derecho» de ser
instruido, educado y acompañado en la fe y en la vida cristiana.
«La Iglesia particular, debiendo representar en el
modo más perfecto la Iglesia universal, ha
de tener la plena conciencia de haber sido también enviada y
“sentida” a los que no creen en Cristo».
Laicos y Matrimonios.-
presencia activa en tierras de Misión.
«La mies es mucha y los obreros pocos.
Pues, roguemos al dueño de la mies que nos envíe obreros a su mies!»
(Mt
9,37-38).
Fomentar las vocaciones.
La Iglesia como comunidad evangelizada y
evangelizadora, se hace SIERVA de
los hombres.
La Iglesia revela A LAS PERSONAS, ESPECIALMENTE AL
JOVEN, le hace conocer el sentido de su existencia, le abre a la entera
verdad sobre él y sobre su destino MARAVILLOSO.
“todo lo que he asuminido en fe:”
mi
dignidad inviolable de mi persona humana constituye
Una tarea esencial,
es más, en cierto sentido es la tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en
ella los fieles laicos, estámos llamados a prestar a la familia humana.
El efectivo reconocimiento de la dignidad personal
de todo ser humano exige el respeto, la defensa y la promoción de los derechos
de la persona humana.
“El derecho a la vida, la Iglesia no se ha dado
nunca por vencida frente a todas las violaciones que el derecho a la vida,
propio de todo ser humano, ha recibido y continúa recibiendo por parte tanto de
los individuos como de las mismas autoridades. El titular de tal
derecho es el ser humano, en cada fase de su desarrollo, desde el momento de su
concepción hasta la muerte natural; y cualquiera que sea su condición,
ya sea de salud que de enfermedad, de
integridad física o de minusvalidez, de
riqueza o de miseria”.
*Si bien la misión y la
responsabilidad de reconocer la dignidad personal de todo ser
humano y de defender el derecho a la vida es tarea de todos,
algunos fieles laicos son llamados a ello por un motivo particular. Se
trata de los padres, los educadores, los que trabajan en el campo de la
medicina y de la salud, y los que detentan el poder económico, político y
religioso.
¿Predomina una «Cultura de Muerte»?
Corresponde a los fieles
laicos que mas directamente o por vocación o profesión están implicados en
acoger la vida, el hacer concreto y eficaz el "si" de la Iglesia a la
vida humana.
Los fieles laicos,
comprometidos por motivos varios y a diverso nivel en el campo de la ciencia y
de la técnica, como también en el ámbito médico, social,
legislativo y económico deben aceptar valientemente
los «desafíos» planteados por los nuevos problemas de la bioética.
Esto tiene una repercusión mundial, ya que abarca
no solo a individuos, sino a grupos y
países enteros: hay desigualdades -han
sido denunciadas por la Encíclica.
“Sollicitudo rei sociales”.
Desde el principio "los hizo hombre y
mujer" (Gn 1,24, y esta sociedad de hombre y mujer es la expresión primera
de la comunión entre personas humanas.(G 2,24-NO ES BUENEO QUE EL HOMRE ESTE SOLO ;DEMOLE
UN COMPAÑERA SEMEJANTE A ÉL.
El matrimonio y la familia constituyen el primer
campo para el compromiso social de los JÓVENES fieles laicos.
El futuro de la humanidad pasa por la familia.
(Exhortación. "Familiaris
Consortio" Sínodo de Obispos de 1980 "Carta de los derechos de la
familia").
Para animar cristianamente el orden temporal
-para servir a la persona JOVEN y a la sociedad- los fieles laicos de ningún
modo pueden abdicar de la participación
en la «política» que no es poliquería; es decir, de la multiforme y
variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada
a promover orgánica e institucionalmente el bien común .
La Iglesia es plenamente consciente de la urgencia
pastoral de reservar a la cultura una especialísima atención.
Que los fieles laicos estén presentes con la
insignia de la valentía y de la creatividad intelectual, en los puestos
privilegiados de la cultura, como son el mundo de
la escuela y de la universidad; los ambientes de investigación científica y
técnica, los lugares de creación artística y de reflexión humanística.
(Juan Pablo II, Exh.
Ap. Post-Sinodal Christifideles laici; Nos. 32 al 44. 1989)
CAPÍTULO IV
NOSOTROS LOS JÓVENES ,tenemos el sacerdocio bautismal, con
todo lo implica: OBREROS DE LA VIÑA DEL SEÑOR
Buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios.
Edades: niños, jóvenes, ancianos. Las
distintas horas del día.
Jóvenes.- somos un desafío para el futuro de la
Iglesia. "La esperanza de la Iglesia".
Incitados a ser
sujetos activos ,comunitariamente de la
pastoral, protagonistas de la evangelización y
artífices de la renovación social .
La
gran tarea de nosotros los jóvenes
es el ' tiempo
de un descubrimiento particularmente
intenso del propio «yo» y del propio
«proyecto de vida»;ES EL TIEMPO DE DEL “HEROISMO JUVENIL PARA RESCATAR A MILES DE JÓVENES QUE VAN POR MAL CAMINO;” es el
tiempo de un crecimiento que ha de realizarse «en sabiduría, en edad .QUE VIVEN
Y COMPARTEN EN “COMUNIDAD DE VIDA” ; en gracia ante Dios y ante los hombres.» (Lucas
2,52).
Reino de los cielos, volver
a ser como JOVENES COMO JESÚS.
Los hijos en la familia «Iglesia doméstica»: «Los
hijos como miembros vivos de la familia, contribuyen a su manera, a la
santificación de los padres».
El don del anciano podría calificarse como el de
ser, en la Iglesia y en la sociedad, el testigo de la tradición y de fe, el
maestro de vida, el que obra con caridad.
Frente a la discriminación y marginación de la
mujer en variadas formas, los padres sinodales han
afirmado, la urgencia de defender y promover la dignidad personal de la
mujer, y, por tanto, su igualdad con el varón.
Misión dentro de la Iglesia. Muchas veces
escondida.
Recomendación.- para su vida y misión es necesario
que la Iglesia reconozca todos los dones de las “personas”(mujeres y hombres),
y los traduzca en vida concreta.
Los fundamentos
antropológicos y teológicos tienen
necesidad de profundos estudios para resolver los problemas relativos al
verdadero significado y a la dignidad de los dos sexos.
No existe ninguna discriminación en el plano de la
relación con Cristo, en quien «no existe más varón y mujer, porque todos ustedes
son uno en Cristo. (Ga 3,28).
Tareas principales de la mujer. Sobresalen:
- Responsabilidad de
dar plena dignidad a la vida, matrimonial y a la
maternidad.
- Asegurar la dimensión moral de la
cultura, esto es, de una cultura digna del hombre, de su vida personal y
social.
Se ha de urgir pastoralmente la presencia
coordinada de los hijos y de la Madre para hacer más completa, armoniosa y rica
la participación de los fieles laicos en la misión salvífica de la Iglesia
“”SALVIFICI DOLORIS””
Ustedes
, los abandonados y marginados por nuestra sociedad
consumista; ustedes enfermos,
minusválidos, pobres, hambrientos, etc.
La Iglesia participa de tu sufrimiento que conduce
al Señor, el cual los asocia a su pasión redentora y los hace vivir a la luz de
su resurrección. Contamos con cada uno de Ustedes para enseñar al mundo
entero qué es el amor.
"Civilización del
Amor”.-
Obreros de la viña somos todos los miembros del
pueblo de
Dios: los sacerdotes, los
religiosos y religiosas,
los fieles laicos, todos a
la vez objeto y sujeto de la comunión de la Iglesia y
de la participación en su misión de salvación. Todos y cada uno trabajamos
en la única y común viña del Señor con carismas y ministerios diversos y
complementarios.
Las diversas vocaciones laicales.
Dentro del estado de
vida laical se dan diversas «vocaciones», o
sea, diversos caminos espirituales y apostólicos que
afectan a cada uno de los fieles laicos.
(Juan Pablo II, Exh.
Ap. Post-Sinodal christifideles laici; Nos. 45 al 56. 1989)
CAPÍTULO V
PARA QUE DEMoS FRUTOS
La formación de los fieles laicos.
Madurar continuamente.
La Imagen evangélica de la vid y los sarmientos nos
revela otro aspecto fundamental de la vida y de la misión de los
fieles laicos: la llamada
a crecer, a madurar continuamente, a dar
siempre más fruto.
El laico es interpelado por Dios; es llamado y este
tiene que responder.
Se ha hablado de una formación integral y
permanente de nosotros los fieles laicos.
La formación de nosotros fieles laicos se ha de
colocar entre las prioridades de la diócesis y se ha de incluir en los
programas de acción pastoral de modo que
todos los esfuerzos de la comunidad (sacerdotes, laicos y religiosos)
concurran a este fin.
Descubrir y vivir la
propia vocación y misión. La
formación de los fieles laicos tiene
como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la
propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el
cumplimiento de la propia voluntad.
Dios llama y envía.
En la vida de cada
fiel laico hay además momentos significativos y
decisivos para discernir la llamada.
Momentos.- adolescencia y juventud pero a toda hora
del día.
No se trata sólo de saber lo que Dios quiere de
nosotros. Es necesario hacer lo que Dios quiere: (Bodas de Cana ).
Una formación integral para vivir en la unidad.
En el descubrir y vivir la propia vocación y
misión, de nosotros los fieles
laicos “ASUMIMOS ESTA AUTOFORMACION
COMPARTIDA CON NUESTRA “MADRE LA IGLIESI A DEL “VATICANO II” han de ser
formados para vivir aquella unidad con la que está marcado su mismo ser de
miembros de la Iglesia y de ciudadanos de la sociedad humana.
En su existencia no puede haber dos vidas
paralelas: por una parte, la denominada vida «espiritual», con sus valores y
exigencias; y por otra, la denominada vida «secular» es decir, la vida de
familia, del trabajo, de las relaciones sociales, del compromiso político y de
la cultura.
El Concilio Vaticano II ha invitado a todos los
fieles laicos a esta unidad de vida, denunciando con fuerza la gravedad de la
fractura entre fe y vida, entre Evangelio y cultura. (EL CLERICARISMO SIGUE
VIVO)
.Aspectos de la formación.
Dentro de esta síntesis de vida se sitúan los
múltiples y coordinados aspectos de la formación
integral de los fieles.
Formación espiritual que
ocupa un lugar privilegiado. También la urgente formación
doctrinal, para poder «dar razón de la esperanza» que hay en ellos frente
al mundo y sus graves y complejos problemas.
Con una sistemática acción de catequesis adaptada a
la situación y edad de cada persona.
Una promoción humana de la cultura.
Que los fieles laicos Y TODA LA IGLESIA tengan un conocimiento más exacto de
La doctrina social de la Iglesia HOY,ACTUALISADA
Colaborar con los educadores
El primer educador de su pueblo es nuestro padre Dios.
La obra creadora de Dios se revela y cumple en
Jesús, el Maestro, y toca desde dentro el corazón de persona gracias a la
presencia dinámica del Espíritu.
La Iglesia madre también es educadora; los fieles
laicos son formados por la Iglesia y en la
Iglesia, en una recíproca comunión y colaboración de todos sus
miembros:
Sacerdotes, religiosos y fieles laicos.
Educadora es sobre todo, la Iglesia Universal en la
que el Papa desempeña el papel del primer formador de los laicos.
“NOSOTROS LOS FIELES CRISTIANOS LAICOS ESTAMOS
LLAMADOS A SER FERMENTO DE NUESTRA AMADA IGLESIA DE HOY”
En las Iglesias
particulares, el obispo tiene la responsabilidad
de formar a los fieles laicos dentro de esta - Iglesia particular - actúa la
parroquia.
Puede servir de ayuda también como han dicho los
padres sinodales, una catequesis post-bautismal a
modo de catecumenado, que vuelva a proponer algunos elementos de «Ritual
de la Iniciación Cristiana de Adultos», destinadas a hacer captar y vivir las
inmensas riquezas del Bautismo ya recibido.
Otros ambientes educativos.
También la familia
cristiana en cuanto «Iglesia
doméstica», constituye la
escuela primigenia y fundamental para la formación de la fe.
En las escuelas y universidades católicas.
También los grupos de asociaciones y movimientos.
La formación recibida y dada recíprocamente por
todos.
La formación no es el privilegio
de algunos, sino un derecho y un deber de todos.
Sobre todo a los pobres.
Formar a los formadores.
Cada uno por decirlo así, deberá también
«auto-formarse»; dejarse llevar por la acción de Dios.
El llamamiento y Oración
Id también vosotros a mi viña. Se puede
decir que el significado del Sínodo sobre la vocación y misión de los laicos
está precisamente en este llamamiento de nuestro Señor Jesucristo dirigido a
todos, y en particular, a los fieles laicos, hombres y mujeres.
Exhorta a todos y cada
uno, Pastores y fieles, a no cansarse nunca
y a mantener vigilante -en la mente, el corazón y en la vida- la
conciencia eclesial.
La Conciencia Eclesial, comporta, junto con el
sentido de la común dignidad cristiana, el misterio de pertenecer a la Iglesia
comunión.
También la necesidad del
mundo actual de una nueva evangelización.
Este documento se termina, pidiendo la intercesión
de María
Santísima, Madre del Redentor.
La llamada se hace oración.
“somos la gran familia eclesial”
(Juan Pablo II, Exh.
Ap. Post-Sinodal Christi fideles laici; Nos. 57 al 64. 1989)