domingo, 4 de mayo de 2008

FSCINACIÓN

FASCINACIÓN V/S ÁGAPE

Fascinacion


Fascinacion

FASCINACIÓN

fascinacion


fascinción v/s ágape amor


Fascinación v/s ágape deamor


FASCINACIÓN v/ságape de amor


Fascinacion v/ságape de amor divinisado


BIOGRAFIA

BIOGRAFIA DEL PADRE
JOSE PEPE FORBES

Llevo 58 años consagrado a Dios, y me he quedado sorprendido con lo que me ha tocado vivir. Me refiero específicamente a la experiencia maravillosa de los encuentros en el “Espíritu Santo”.

Desde que me encaminé por esta hermosa misión sacerdotal han pasado cosas que sin la intervención del ESPIRITU no habrían sucedido. Desde adolescente me di cuenta que DIOS me estaba cercando poco a poco. Yo venía del liceo "Baltasar Castro" de Rancagua mi ciudad.-El año 1942 me interné en el liceo Juan Bosco de Santiago. Donde me sentí acogido y apreciado.

Lo único que me dolió en el alma fue que después de una semana eché de menos a mi querida Madre. Ya que nunca nos habíamos separado. Luego me acostumbré, ocupando pequeños cargos entre mis compañeros como el de "Decurión" en el comedor, cargo que consistía en acompañar a 8 lolos durante las comidas.

Luego un día Sábado en una cancha, donde había una docena de niños humildes el Padre Juan Vitali me invitó a formar un "oratorio". Y partimos, me entusiasmé tanto que no paramos, en el primer domingo pasé el canasto pequeño pidiendo algo

para los niños, éramos como 300 internos y lo más increíble de todo era que cada domingo aumentaban las donaciones y los niños , la comida, los juegos y sobre todo el cariño.

El domingo era feliz para todos los que nos gastamos por Cristo.

Fui coordinador de la "JEC"(Juventud de Estudiantes Católicos). Nuestro asesor espiritual fue el Padre Alberto Hurtado del que tengo hermosos recuerdos. Durante mis años como estudiante muchos compañeros me hicieron la pregunta de por qué trabajaba en esto, lo único que recuerdo es que me encantaba ayudar en la Eucaristía ¿ sería por eso?.

De todas manera para salir de dudas comencé a salir con una hermosa dama, pero un día ella me miró y me dijo: "Pepe, te encuentro más pasta para curita que para pololo, ¿por qué no vas a probar?". Encontré interesante la proposición y fui a probar en las vocaciones, el 24 de enero de 1949, en HAHUEL, (San Felipe) y aquí me tienes, no hay dudas el Espíritu me estaba conduciendo. Durante este camino aprendí que las cruces nunca desaparecen, "si quieres ser mi discípulo, niégate a ti mismo, toma tu cruz cada día, ven y sígueme".

Se vence una y aparece la otra. El año 1949 se enseñaba latín, los libros de filosofía también lo eran, así que me puse a estudiarlo, con dificultad durante tres años.

Me lancé a trabajar en los colegios dando clases de química, orientación, doctrina de nuestra fe, ciencias naturales, biología, electricidad básica en una escuela industrial, donde pasaron los años felices y con una gran sensación de realización. Pero apareció una nueva cruz, cuando hice la petición para hacer mis votos perpetuos, ésta fue rechazada, me sentí traicionado, herido, rechazado y defraudado por los superiores de la comunidad, ya que con esto también rechazaban la posibilidad de que yo pudiera estudiar "teología" y el poder seguir en la Congregación. Gracias una vez más el Espíritu Santo, el padre provincial votó a favor. Me salvé. Entré al estudiantado de teología, me recibió el Sr. Cardenal Raúl Silva Henríquez, con gran cariño, quien fue mi confesor por un año.

Luego del gran llamado del Papa Juan 23 a llevar las inquietudes, sugerencias, sueños y aspiraciones del pueblo laico, como regalo al inundo, recibí la hermosa misión de ser delegado de pastoral en un colegio grande de Santiago. Con gran interés me dediqué a ellos conociendo sus verdaderas experiencias, descubriendo que la mayor de las problemáticas era la falta de comunicación de corazón a corazón; para nada usaban esa llave de los sentimientos y el testimonio.

Entonces fui hablar con cada mamá y cada papá, comprometiéndose a cambiar, y fue así que comencé a ver qué solución podría ofrecerle a los jóvenes. Asistí con los jóvenes de la escuela de medicina al curso de Psiquiatría, me hizo mucho bien, aprendí tantas cosas que me sirven a diario, me di cuenta que la causa de tantos males, la peor enfermedad es el pecado social y personal.-Después fui estudiar sicología para completar mi futura misión.

AUTOBIOGRAFIA


AUTOHIPNOSIS

AUTOHIPNOSIS

Si tengo la capacidad de influenciar a los demás, también la tengo para influenciarme a mi mismo. Y este el objetivo de la AUTOHIPNOSIS. La puedo emplear con fines muy diversos: quitarme un dolor de cabeza, aprender más y mejor, aumentar mi creatividad, impulsar la oración de Contemplación y desarrollo personal y así sucesivamente.

Sospecho que el Señor me ha enseñado a orar de manera tal, que ciertas técnicas hipnóticas son integradas en mí compartir con Dios AMOR.

En el primer capítulo he sugerido una forma de meditación u “oración contemplativa”, que he tomado la vida y enseñanzas de Jesús. Con su ejemplo él nos enseña a orar en “lugares solitarios”. Y en consonancia con su comportamiento, nos propone:

“Cuando OREN, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. Tú cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre, que esta en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar no hablen mucho como lo hacen los paganos, creyendo que DIOS va escuchar todo lo que hablaron. NO sean como ellos, pues su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan Mt6,5-8

A veces describimos el trance como la concentración en un foco interior de atención. Y esto lo hago, precisamente, durante la oración contemplativa. Antes que todo, de acuerdo al ejemplo de Jesús, nos apartamos del ambiente que nos rodea. Entramos en nuestro aposento “habitación, jardín, bosque, capilla”, etc.

En segundo lugar, adopto una postura corporal cómoda, apta para el trance y llena de respeto para el Señor allí presente.

El tercer paso consiste en reconocer, mediante la fe y el amor, la presencia amorosa de Dios en nuestro corazón. Así lo ha prometido Jesús: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” (Jn 14,23).

Así el foco de nuestra atención, mientras meditamos, se halla en nuestro interior. Nos adentramos hasta el más profundo centro de nuestra alma, donde Dios Padre, su Hijo y el Espíritu Santo habitan. Por ello, si oro como Jesús, concentrado, entregándome a Dios Padre y desplegando mi amor a El, caeremos en un trance verdadero. Experimentaremos un estado alterado de conciencia. Siento sus señales: relajación muscular generalizada, cambios en el ritmo respiratorio, simetría facial, etc.

Puedo concentrar mi atención en Dios por medio de la repetición de una frase corta de amor: “Dios mío, te amo; “Dios mío, te amo;” “Dios mío, te amo”

Si todas estas acciones fueran insuficientes para lograr un trance auto-inducido, contamos también con un cuarto momento dejar tranquilamente de lado los pensamientos (o actividad del cerebro izquierdo).

Jesús mismo nos recomienda que demos este paso. “Al orar, no seas palabreros como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados” (Mt 6,7).

Así que, de acuerdo a la enseñanza de Jesús, hemos de dejar a un lado la actividad del hemisferio izquierdo. Este es el efecto de suspender el diálogo interno o la palabrería. Así que apenas note que estoy hablando conmigo mismo, sin que el Señor sea el foco de nuestra atención, dejamos aparte tales pensamientos. Y de inmediato, sin entretenerme en luchar contra tales distracciones, volvemos nuestra atención hacia Dios Padre, hacia Jesús, su Hijo, o hacia el Espíritu Santo.

Aunque la meditación posee varios elementos en común con la hipnosis, no me parece que deba confundirla. Son dos actividades humanas muy diferentes. Ambas nos benefician e impulsan nuestro desarrollo. Las dos emplean técnicas similares. Sin embargo, tienen aspectos que las distinguen netamente. De ordinario, el trance que logro en la meditación es simple. En cambio, la hipnosis procura un trance profundo e, incluso, un estado sonambulismo.

“El trance profundo es ese nivel de hipnosis que permite que la personita funcione adecuada y efectivamente con conciencia en el nivel de la mente inconsciente, sin interferencias de la mente conciente”.

Doy por supuesto que la meditación, tanto oriental como occidental, se orienta hacia ese nivel de conciencia en el que se evita la interferencia de la mente consciente. De hecho, quienes dominan el arte de la meditación son capaces de controlar las funciones biológicas que están bajo el poder de la mente inconsciente.

Este fenómeno revela la posibilidad de aprender, por medio de la meditación, cómo entrar en contacto con el sistema nervioso autónomo. Los resultados que otros obtienen a través de hipnosis y bio feedback, se logran también con la práctica diaria y profunda de la meditación.

JOSÉ FORBES F. sdb


sábado, 3 de mayo de 2008

PERSONA HUMANA


PERSONA HUMANA


Cocepto de persona humana en SAN JUAN BOSCO


CONCEPTO DE PERSONA HUMANA


Concepto de persona humana en SAN JUAN BOSCO


CONCETO DE PERSONA HUMANA EN SAN JUAN BOSACO


CONCEPTO DE PERSONA HUMANA EN SAN JUAN BOSCO


AMOR DEL BUENO-A

AMOR DEL BUENO.... LOS


CINCO PASOS DEL AMOR


1-El primer paso para amar como

Dios me ama, es ESCUCHARLO

con empatía no juzgar al otro

(Mt.7,1-5)

sino ponerme en su

lugar para sentir y vivir lo que él

vive y siente (Mt.7,12;

26,38.40); tratar de comprender

no sólo sus palabras,

pen­samientos y acciones, sino cuál

es su experiencia de la vida en este

momento (sentimientos); por qué

actúa o reaccio­na así, en qué cree

realmente, qué busca y necesita,

qué es lo más importante para él

(necesidades y valores).

Al mismo tiempo, debo ser tan

abierto, sincero y "vulnerable" en

la comunicación, como para p

ermitir que también el otro me

escuche así (Jn.15,15).

2-EL SEGUNDO PASO es aceptar a la otra persona con pacien­cia, tal como está en ese momento, pues es así como Dios me acepta a mí (Lc.6,36; Rom.15,7). ¿Puedo tratar a ese al­ alcohólico, ese drogadicto, ese hombre deshonesto, a esa mujer de mal carácter, a ese neurótico depresivo, a ese hi­pocondríaco manipulador, a esa escrupulosa obsesiva o a ese holgazán incorregible, con "el respeto y la sinceridad que vienen de Dios"? (2Cor.1,12; Rom.12,10)

Sin aceptar esa conducta evidentemente falsa, deshonesta, manipuladora o inmoral, ¿puedo cumplir con el mandato de Dios y acep­tar a esa persona? (Rm.14,10; 9,22; 15,1; Mt.5,22b).

3-EN TODOS NOSOTROS HAY UNA PERSONA MEJOR, capaz de dar más amor, de ser más libre y feliz. Sólo se necesita que al­guien la llame y la haga pasar adelante.

¿Soy yo ese al­guien para las personas con las cuales vivo? Este es el ter­cer paso del amor: animar al otro a descubrir el enorme po­tencial que tiene y alentarlo a crecer para realizar su yo más perfecto. Puedo llamar a los demás de muchas maneras: alentándolos (lTes.5,11); con alabanzas sinceras (2Tes. 1,3);

Enseñando y aconsejando


(Col.3,16); corrigiendo (Gal.6,1),


dándoles buenos ejemplos

(lPe.5,3; Hb.10,24;lTes.5,14-15).

4-EL CUARTO PASO DEL


AMOR ES AYUDAR AL OTRO

en sus necesi­dades,

hacer por él cuanto podamos en

esa situación con­creta, vivienda, salud... Todos los bienes de este

mundo nos pertenecen a todos y


Dios nos pide que los

compartamos (1Jn.3,17).


A NIVEL AFECTIVO, para

curar las heridas de la

afectividad y madurar


emocionalmente (Hch.20.37:


Co1.4,6; Rm.15, 32; 16,2.16;

Mt.7,12, Lc.5,29; 1Tes.5, 11).

A NIVEL INTELEC­TUAL: para

no estancarnos y no desperdiciar

los talentos que Dios nos ha

dado, necesitamos informarnos y

educarnos mutuamente mediante

el intercambio y el Compartir


(Col.3,16).


A NIVEL ESPIRITUAL: con la oración, el testimonio, la

ense­ñanza y la comunicación de

esos dones que el Espíritu nos da

para la edificación de su Iglesia


(Rm.1,11s, 12,6-8: 15,2;

15,30; 1Pe.4,10).

5- EL QUINTO PASO DEL AMOR ES EL PERDÓN. Esa misma actitud permanente de perdón sin límites (Mt.18.22) que Dios tiene conmigo (M1.5,44-48).

Siempre los demás tendrán que en­contrar en mí alguien que, a pesar de las heridas que le ha­cen, no se limita a no castigarlos y a no mantener una con­ducta ofensiva, sino que los ama y quiere su bien. El perdón de nuestro Padre celestial es el modelo (Ef.4.32; Lc.6.36.37b) y el motivo (Mt.18,32-33; 6.14; Co1.3,13) del mío.

Este amor paciente y bondadoso, que no se deja llevar por la ira ni guarda rencor, que aguanta todo y nunca muere porque perdona siempre (1 Cor.13,4-7), es un ideal al cual Dios me llama y que con su ayuda puedo realizar. Pero esto será imposible mientras no tenga una experiencia pro­funda de su amor misericordioso.

7. ¿QUIÉNES MI PRÓJIMO?

Sí, a lejos cada cano sabe quien es su prójimo; pero sólo Dios sabe cuantos lo saben realmente de cerca"

En la respuesta que da Jesús a esta pregunta (Lc.10,30-37), el prójimo no es solamente quien está desde un principio más cerca de mí (el próximo): los miembros de mi familia, de mi círculo de amigos, de mi clase social, de mi partido, de mi “fe” o Iglesia, de mi país. Prójimo puede ser también el extra­ño, el que encuentro en el camino, todo el que en este momen­to me necesita.

Jesús no intenta siquiera una definición, sino que insiste en la urgencia con que de mí se espera el amor en el caso concreto, en la necesidad del momento, más allá de las reglas conven­cionales.

La verdadera postura del que ama no es pregun­tarme quién es mi prójimo para delimitar exactamente mis obli­gaciones con los demás, sino: ¿Quién necesita de que yo me acerque y me convierta en su prójimo? El Señor me reclama un comportamiento activo, creador, que toma en serio la si­tuación ajena de necesidad y que ante ella se atreve a todo lo que haga falta para una ayuda eficaz (así lo han hecho siem­pre todos sus verdaderos seguidores).

El amor acaba con la casuística, el prójimo toma el puesto de la ley y las necesida­des del prójimo determinan lo que debe hacerse en cada si­tuación concreta. (Mt.7,1-5; Lc.6,37-38)

Lo decisivo en la parábola es que Jesús, después de consta­tar el fracaso del sacerdote y del levita la clase dirigente ju­día pone como ejemplo no al judío laico (como tal vez se es­peraban sus oyentes) sino al odiado enemigo del pueblo, al extraño y herético samaritano (judíos y samaritanos se mal­decían mutuamente en los servicios religiosos y no acepta­ban unos de otros ayuda alguna).

Jesús hace saltar todas las barreras, aun las más infranqueables: cualquiera que el Se­ñor ponga en mi camino y que se halla en apuros, se convier­te en mi prójimo, aunque sea mi enemigo.

"Han oído que antes se dijo: 'Ama a tu amigo y odia a tu enemigo'. Pero yo les digo: 'Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen" (Mt.5,43-44). "Hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan" (Lc.6.27-28). Aunque el prójimo se presente como enemigo, siempre debo tratarlo no con odio sino con amor, renunciando a toda réplica violenta y hasta a mis pro­pios derechos (0.5,39-411- I Cor. 6, 7).

¿Por qué? ¿No es esto excesivo, injusto e imposible de prac­ticar? "La bondad se compensa con la bondad -decía Confu­cio- la injusticia con la justicia".

La razón que nos da Jesús es que amar a Dios es amar como hijo suyo; y amar como hijo de Dios es amar a nuestro prójimo tratándolo como él nos trata a nosotros. No hay otra manera de ser hijos de Aquel que es el Padre de todos (Mt.5,45-48; Lc.6,27-36), que no hace distinciones entre amigo y enemigo, que hace salir el sol y manda la lluvia sobre buenos y malos y que,D-rinda su amor incluso a los indignos (¿y quién no lo es?). Si queremos ser sus hijos, de enemigos debemos volvernos hermanos.

Sólo puedo responder al Amor sin límites, aman­do sin límites: dando vida, recreando, salvando, perdonando siempre como El lo hace. El haber experimentado su amor y su perdón me enseña a amar y a perdonar (Mt.6,12; 18,23-35); y al esforzarme por hacerlo así, entro cada vez más profun­damente en la experiencia del amor y del perdón divino.

En el best-seller "Vida después de

la vida", el Dr. Moody rela­ta las

experiencias de personas que

volvieron a la vida des­pués de que

los médicos las creyeron

clínicamente muertas: "El Ser de

luz les presenta una revista

general de su vida: todo aparece

en forma simultánea y puede

abarcarse en un instante...

Mientras la observan, el Ser hace

hincapié en dos cosas: aprender a

amar a los demás y adquirir

sabiduría... A una mujer que se

avergonzaba en algunas

circunstancias de su vida, le dijo:

'Así pudiste aprender' Un hombre

que cono­ció al Ser de luz se sintió

totalmente amado y aceptado, aún

cuando toda su vida aparecía a la

vista de Aquél.

Le pareció que le preguntaba si

era capaz de querer al prójimo de

la misma forma. Ahora considera

que la misión en la vida es

aprender a amar así:


"No hay más que un error y una


desgracia en este mundo y es la


de no amar bastante.

" Jesús ha vivido y muerto inútilmente si no hemos

aprendido de Él a regular

nuestra vida sobre la ley eterna

del Amor. " Ama a tu prójimo

como a ti mismo.

"Pórtate como quieres que los

demás se porten contigo, ¡ ahí

esta toda la ley y los profetas. MT

12,7"Si no me amo a mi mismo,

¿como podría amar a mi prójimo

como a mi mismo?,

Jesús relata la parábola del buen Samaritano, no desde el punto de vista del sacerdote o del levita, ni del samaritano, sino de aquel que ha sido asaltado, obligando así al oyente a ponerse en el lugar de aquel. Es en la situación del herido que el fariseo oye cómo se acercan y se alejan los primeros dos viajeros; y así se da cuenta de cuán poco le sirven a ese pobre hombre los motivos, tal vez válidos que ellos tendrían para pasar de largo y justificar su comportamiento.

Sigue en esa misma situación cuando oye cómo se acerca el samari­tano, del cual ningún judío podía esperarse nada. Y es gran­de su sorpresa cuando aquél se compadece y lo ayuda. Y así, el que puso la pregunta se la ve proponer de nuevo de tal manera que, al identificarse con el necesitado, aprende qué significa amar al prójimo como a sí mismo.

Jesús propone en forma positiva la famosa "regla de oro", que todas las religiones, antes de Él, conocían en forma ne­gativa: "Trata a los demás como quieres que los demás te tra­ten a ti " (Mt.7,12; Lc.6,31).

Y añade: "como quieres que Dios te trate a ti" (en algunos textos, explícitamente, en otros en forma im­plícita, mediante el 'pasivo divino').

"Con cualquier otra forma de plantear el mandamiento del amor al prójimo habríamos en­contrado excusas y escapatorias, pero ninguna llave de lu­chador puede agarrar tan definitivamente al adversario como este 'a ti mismo' agarra nuestro egoísmo." La dificultad que experimento en amar a los demás, es direc­tamente proporcional a la que encuentro en aceptarme y amarme a mí mismo. Mientras no me escuche y no com­prenda mi verdadero yo, no escucharé verdaderamente a nadie. Y si no me acepto tal como soy, queda muy poca es­peranza que pueda alguna vez aceptar a los demás, porque proyecto hacia ellos la agresividad que engendro contra mí mismo.

El sentirme tan poca cosa, me lleva a demostrar mi valor con un exceso de actividad, reuniendo bienes materia­les y aparentando ser lo que no soy.- El culparme me induce a disculparme culpando a los demás. Si me estanco en la ruti­na y en la mediocridad y doy amor sólo cuando estoy seguro de ser correspondido, ¿cómo podré animar a los demás a realizar su yo más perfecto? Mientras no consiga vivir la presencia y el amor de Dios en mí, no podré dar testimonio a los demás que Dios habita en ellos y les ama.

"Lo que interesa a los demás, no son mis, máscaras, por muy deslumbrantes que sean. Lo que en realidad les interesa es saber cómo he resuelto yo el problema de mi propia existen­cia, pues, esto puede ayudarme a resolver el problema de su existencia. Y el problema de toda existencia es cómo llegar a reconocerme lo suficientemente habitado e impregnado por Dios, para poder soportarme y estimarme a mismo"

En lugar de esa mirada malévola y triste que me petrifica en el pasado o en el presente, quiero dirigirme una mirada de amor que me revele lo que estoy llamado a ser. En lugar de ese orgullo insatisfecho y humillado que me hace despreciar lo que no está a la altura de mis ambiciones, quie­ro ejercer conmigo mismo algo de esa bondad, de esa com­pasión y de esa admiración que el Señor ha puesto en mí para ejercerla conmigo mismo y con los demás."¿Qué debo hacer para amar a mi prójimo?", preguntó el discípulo al Maestro.

"Deja de odiarte a ti mismo",

respondió éste.

El discípulo meditó larga y seriamente estas palabras y regresó a de­cirle al Maestro: "Pero si yo me amo demasiado a mí mismo... Si soy un egoísta y un egocéntrico... ¿Cómo puedo librarme de mi egoís­mo?"

"Sé amigo de ti mismo y tu yo quedará satisfecho y te dejará en liber­tad para amar a tu prójimo".

Ve y haz tú lo mismo (Lc.10,25-37)

"Un maestro de la ley fue


a hablar con Jesús y para


ponerlo a prueba le


preguntó: '¿Maestro, ¿qué


debo hacer para alcanzar


la vida eterna?' Jesús le


contestó: '¿Qué está


escrito en la ley? ¿ Qué es


lo que lees?' El maestro


contestó: Ama al Señor tu


Dios con todo tu corazón,


con toda tu alma y con


toda tu mente; y ama a tu


prójimo como a ti mismo'.


Jesús le dijo: 'Has


contes­tado bien. Si haces


esto tendrás la vida'. Pero


el maestro de la ley,


queriendo justificar su


regunta, dijo a Jesús: '¿ Y


quién es mi


prójimo?'Jesús entonces


le contestó:

-

Un hombre iba por el


camino de Jerusalén a



Jericó, y unos bandidos



lo asaltaron y le



quitaron hasta la ropa;



lo golpearon y se fueron




dejándolo medio



muerto. Por casualidad,



un sacer­dote Judío



pasaba por el mismo


camino; pero al verle, dio


un rodeo y siguió


adelante, También un




Levita llegó a aquel lugar, y cuan­do le vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verle, sintió com­pasión.

-

- Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó dos monedas, se las dio al dueño del alojamiento y le dijo: 'Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo paga­ré cuando vuelva.'

-

- -Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos? El maestro de la ley contestó: `El que tuvo compasión de él.' Jesús le dijo: - Pues ve y haz tú lo mismo. " (Lc. 10, 25-3 7)

"Cuando el judío preguntó: ¿quién es mi prójimo?, estaba preguntando: ¿quiénes es mi amigo? Pero el verdadero amor no deja espacio 'justificado' a nuestro egoísmo, y no conoce reservas, ni siquiera frente al enemigo"

"Cuando me vuelvo hacia el prójimo, no tengo que mirar de reojo hacia Dios; cuando se trata de ayudarlo, no tengo que hacer discursos piadosos. El samaritano presta auxilio sin andar buscando motivos religiosos; le bas­ta la necesidad del asaltado por los bandidos. Y hace por él simplemente

cuanto su necesidad requiere. Un amor que no actúa por amor del que está delante, sino por amor de Dios, no es verdadero amor"

“LO QUE MÁS IMPORTA ES EL “ (Mt.25,31-46)

... Entonces los justos preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o falto de ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo y en la cárcel y fuimos a verte?'El Rey les contes­tará: 'Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron'.

Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí ustedes que están bajo maldición: váyanse al fuego eterno pre­parado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre y ustedes no me dieron de comer: tuve sed y no me dieron de beber; andu­ve como forastero y no me dieron alojamiento. Me faltó ropa y us­tedes no me la dieron, estuve enfermo yen la cárcel, y no vinieron a visitarme'.

Entonces ellos le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?' El Rey les contesta­rá: 'Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas per­sonas más humildes, tampoco por mí lo hicieron.' Estos irán al castigo eterno, y los justos ala vida eterna'. (Mt.25,37-46)

Este pasaje señala la importancia última y definitiva de la ayuda prestada a los que están necesitados no importa quienes sean. El Hijo del Hombre ve a su hermano en todo hombre miserable, desnudo, desarraigado, marginado,

sin derechos ni protección, en prisión y con hambre... Y da un peso infinito y una gloria divina al más humilde gesto de amor para socorrer al más insigni­ficante de sus hermanos.

No son las intenciones ni los sentimientos, sino la ayuda concreta lo que cuenta en el juicio final. El verbo arameo que empleó Jesús significa a la vez hacer y servir. Ningún texto del NT enseña con más claridad la idea que no hacer nada por los necesitados y abstenerse de servir es tan grave como el

mismo crimen. ¡No amar es odiar! (1 Jn.3,14).

"Los benditos del juicio final no tienen ni idea de haberse encontrado con el Señor. Como en el caso del samaritano, su acción iba dirigida al hombre su­friente y no a Dios. A la inversa, los malditos replican que, si hubieran sabi­do que se trataba del Señor, habrían dispensado amor al prójimo. Este no es

sólo falso amor a Dios, sino falso amor al hombre" (H.KUNG).

"El amor de Dios y el amor del prójimo soca coleo las los hojas Oe Hija misataa lmNerta: sólo pieóen alarirse h cerrarse jaar1tns" (KIERKEGAARD )

La vida de Cristo, su muerte y el misterio de su persona, son la máxima expresión del amor de Dios al hombre y del hom­bre a Dios y a los hombres.

Después de Jesús, el modelo más perfecto es María, pues su amor al hijo es al mismo tiempo amor a Dios y al hombre que están indisolublemente unidos en la persona de su Hijo.

De un extremo a otro del NT el amor al prójimo, que Jesús une inseparablemente al amor a Dios, constituye la cumbre y la clave de toda la ley (Mc.12,28-33; Stg.2,8); el compendio de

toda exigencia moral (Gal.5,22; 6,2; Rm.13,8-10; Col.3,14); el mandamiento único (Jn.15,12; 2Jn.5); la obra de toda fe viva (Gal.5,6.22): "El que no ama a su hermano, al que ve, ¿cómo amará a Dios, al que no ve? Nosotros amamos a los hijos de Dios cuando amamos a Dios" (1Jn.4,20s: 5,2).

Separar o confundir estos dos amores es falsearlos. Ninguno puede reemplazar al otro. Un amor de Dios, sin amor al hombre, al fin de cuentas nada tiene de amor. Como en los je­fes del pueblo judío que, creyendo cumplir con la ley de Dios, crucificaron al Hijo de Dios (Jn.19,7).

Como en el sacerdote y el levita que dejaban desangrarse al hermano para dar culto en el templo (Lc.10. 31s), y no entendían que lo que quiere el Señor es compasión, no sacrificios" (Mt. 12,7). Como en el fa­riseo que "separa para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hace caso de lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la lealtad (Mt.23,23).

Como en los que olvidan que la reconciliación con el prójimo tiene 'prioridad sobre cualquier acto de culto a Dios (Mt.5,23-24) y que todos seremos juzgados por lo que hicimos o dejamos de hacer al hermano necesitado (Mt.25,40-45). Como en aquellos que buscan en Dios una unión mística soli­taria para evadirse del mundo (Jn.17,15), o una amistad, una relación afectiva y hasta una relación "conyugal" que les permita prescindir del afecto humano (lJn.4,20).

Pero Dios no es "esposo", "amigo" ni "persona" como cualquier persona humana, sino la fuente de nuestro amor a los humanos. Está presente en nosotros en la medida en que amamos a los de­

más (lJn.4.12). No pide una relación de reciprocidad (ámenme porque yo los amo), sino de semejanza (ámense como yo los amo)..

x Por otra parte, sin amor de Dios es imposible el verdadero amor al prójimo, pues éste consiste en imitar la conducta divina,

(Mt.5.44s.; Ef.5,1s.25; lJn.4,11.19; 5,lb lJn.3,16) y existe en noso­

tros por el hecho mismo de que Dios nos toma por hijos (lJn.4,7).

El modelo para imitar es el Servidor sufriente, el Hijo crucificado por amor de sus hermanos (Mf.20, 25-28; Jn.13, 34-36; 15,12-17: Fil.2,1-9; lPe.1,22-23). ¿Cómo ser compasivos como el Padre celestial (Lc.6.36) si no nos lo enseñara el Señor (1Tes.4,9)? ¿Cómo tener por hermanos al pobre, al extraño, al enemigo, si el Espíritu no derramara este amor en nuestros co­razones (Rm.5,5; 15 30)?

x

Un amor es piedra de toque del otro: ésta debe ser mi norma de conducta. Para saber cómo estoy con Dios, debo ver cómo es­toy con los demás. Y mi abertura a Dios mostrará si mi amor al prójimo es sincero y desinteresado. Para acercarme al Padre, debo ocuparme más y mejor de mis hermanos; y cuando me sienta incapaz de amar y servir a los hermanos, debo pedir luz y fortaleza a mi Padre.

"el padre nos da a su hijo para que dejemos que él, en nosotros, se entregue a los demás. y nosotros no hemos encontrado mejor manera de hacerlo, que ofreciéndolo "en sacrificio" al padre devuélvase al remitente qué contento se quedará dios' en realidad nunca le agradaremos tanto, nunca estaremos tan unidos a el y viviremos de el, como cuando le dejemos hacer todo lo que el quiere hacer en nosotros ¿servirse? ¿amarse? ¿honrarse? no, ni mucho me­nos. dejemos que el en nosotros respete, ame y sirva al hombre. entonces

SI NO VIVES AMAR.

NO SIRVES PARA VIVR

P PEPE FORBES sdb.

AMOR DEL BUENO


AMOR DEL BUENO


AMOR DEL BUENO


amor del bueno

amor del bueno

PADRE INTERIORI. PILARES IDIOMÁTICAS DE LAS CCEES

I. PILARES IDIOMÁTICAS DE LAS CCEES

ORIENTACIONES IMPORTANTES

1. El centro de interés está y debe estar en las personas jóvenes que componen nuestras comunidades particularmente en su situación DE Madures Espiritual y sicológica.

2. La riqueza del ENCUENTRO está en la intimidad de cada una de las personas cuando es mutuamente comunicada, manifes­tada y acogida, y no está en el tipo de problema o tema que se trate.

3. Los sentimientos son reacciones espontáneas, íntimas, inte­riores de cada uno. Son como “ARCOIRIS”fugaces, aparecen y se van: "hay que estar atentos para SENTIRLOS". Al descubrirlos, porque surgen de improviso, hay que apren­der a darles un nombre propio a cada uno, para poder expresarlos: Alegría, pena, preocupación, ganas de, susto, fastidio, desgano, ter­nura, rechazo, rabia, interés, curiosidad, distancia, y mu­chos otros.

Son como sensaciones, pequeños mensajes que nos está en­viando nuestro “ser profundo”, que siempre nos dicen "algo" de lo que nos pasa por dentro y que me sirven para orientarme. Expresan mi "exclusiva originalidad" en ese momento.

4. El ideal es que "TODOS ESTÉMOS PREOCUPADOS DE CADA UNO" y "CADA UNO DE TODOS", para Dar importancia a cada UNO de NOSOTROS.

Si MI COMUNIDAD funciona bien, cada persona se sentirá importan­te, tomada en cuenta, acogida en su realidad existencial, valorada en lo que es en ese momento, y nunca, juzgada, calificada, o descalificada. No hace juicios de bueno o malo, sino sólo "acoge".

5. Si alguien de nosotros se expresa de alguna manera no verbal (Ej.: lloran­do), o se manifiesta expresándose con algún gesto claro, es im­portante que alguien capte esa señal, le dé relieve y ponga esa señal en evidencia para dar importancia a esa persona. Nunca preguntar ¿por qué estas llorando" o peor ¿qué te pasa? Sino me llega tu emoción estas llorando? o peor: ¿que te pasa?; sino "me llega tu emoción". Las emociones son fugaces, pero revelan la originalidad de las personas"

6. Lo que se pretende lograr en este tipo de encuentros es que los sentimientos íntimos puedan ser expresados libremente, y no ser calificados o que aparezcan insignificantes. En estas circunstancias alguna idea brillante es inoportuna, rompe la emoción y la espontaneidad de los sentimientos.

Al no respetar esta condición, se despierta por debajo un sentimiento de distancia, pena, incomprensión, ganas de re­tirarse, de desaparecer, de huir de la incomprensión y final­mente alejarse del grupo.

"No me destacare con ideas brillantes, lo haré destacacándome con sentimientos profundos"

7. Si en la reunión se logra aplicar bien el método de dar im­portancia a la expresión libre de los sentimientos, y no de las ideas o juicios, se logra eliminar toda desviación intelec­tual, y el resultado será alentador, porque al emerger la satis­facción, estimulará a cada uno a profundizar más, formán­dose un ambiente de serenidad.

8. Las posibles desviaciones podrían ser:

Expresar ideas, juicios, opiniones, o puros elementos inte­lectuales.

Que alguien se quede en calidad de "espectador" (que obser­va y no se expresa).

No saber esperar delicadamente las reacciones (a veces lentas) de cada persona.

Interrumpir a otro impulsivamente, impidiéndole expresar sus sentimientos.

Evitando estas desviaciones, se crea un clima de confianza, se percibe claramente el mutuo aprecio, el respeto, y la de­licadeza de acoger a los demás en su intimidado

LOGROS DESEABLES

1. Un importante resultado de este tipo de ENCUENTROS será la calidez que se irá sintiendo en LA FAMILIA de amigo de “Encuentristas”. Esto dependerá del cómo cada uno querrá o se atreverá a exponer su situación personal a los demás, y de cómo reaccionarán los otros al” escucharse mutuamente”

"Es fundamental comprender y no sólo entender al otro"

2. Es importante distinguir la diferencia entre "Entender" y "Com­prender":

ENTENDER: Significa captar la idea solo para prepararse a con­testar teniendo por fin rebatir al otro y esto despierta resistencia.

"Entender para responder, es enfrentar al otro

COMPRENDER: Significa escuchar al otro para captar las razones que él

tiene para expresarse de ese modo, y al ponderar esas razones tratar de explicarse “ el por que esa persona SE EXPRESO ASÍ”

“comprender en el fondo es dar pasos sentidos con el otro”

Comprender no es aprobar, sino penetrar más en las razones del otro, de ahí la frase: ""no me siento comprendido porque veo que no captas mis Sentires que tengo para actuar o pensar de esta forma".

“Escuchar no es primero pensar en la respuesta sino valorar, sentir profundamente lo que estoy escuchando”

3-La riqueza del “Compartir profundo”la vamos desarrollando en el compartir en comunidades.

4-Si vivimos intensamente este compartir de corazón a corazón, APARECE LENTAMENTE PERO INTENSAMENTE un ambiente de plena confianza y calidad de fraternidad. Aquí puede ser yo mismo sin máscaras que me muestro tal como soy en armonía esencial.

Aquí me doy cuenta la diferencia en ser “personaje (un actor)

Y ser PERSONA sin máscaras

5-En las reuniones sociales hay muchas apariensas, discusiones, lucimiento de los más locuaces y entretenidos. No se comparten sentimientos profundos

En nuestros “encuentros”de los compartires profundos. Cada persona esta habitada por las tres divinas personas que irradian una amistad de origen divino. SIEMPRE ÚNICA ESCLUSIVA. Todos nos respetamos ya que nos estamos irradiando con las TRES DIVINAS PERSONAS.-Todos somos merecedores del respeto, amor aprecio. Incluso en los momentos más difíciles.

fumar.-Varios hablan a la vez, no se respetan. Se hacen muchos juicios. No hay silencios vivénciales. No aceptamos que nos contradigan etc. Es un camino que no me hace feliz.

6-Me siento feliz cuando puedo expresar todas mis bueno y malos momentos, sin ver malas caras. SOY cogido con respeto y aprecio. No me enjuician no me dan recetas frías.

7-A medida que experimento los compartires nacen amistades sinceras.

3. El tipo y profundidad de "comunicación"" que se irá desarro­llando, será fruto de cada una de las intervenciones personales

DIFERENCIAS ENTRE "CONVERSAR" Y "COMPARTIR"

1. Es muy importante tener en claro que en una CONVERSACIÓN se expresan: "ideas", "razonamientos", "Juicios", "im­presiones", "relatos de realidades" que han sucedido, o es­tán sucediendo "fuera de uno mismo"; lo que se ve, o se vio, y que todos pueden, o pudieron, ver u oír. Es hablar en frecuencia AM.

2. La COMUNICACIÓN, en cambio, consiste en COMPARTIR "sentimientos" y "emociones" que reflejan lo que sucede en esos momentos "dentro de MI mismo", y es expresamente lo que se quiere lograr en estas Comunidades. Es hablar en frecuencia FM.

Estas "REACCIONES ESPONTÁNEAS INTERIORES" (que son personalísimas), nacen dentro de MÍ según los diferen­tes estímulos o provocaciones que YO sienta o reciba, y serán siempre "originales" (es decir, son reacciones que sólo esa persona puede sentir y expresar; y que nadie puede sentir ni expresar en su lugar).

3. La COMUNICACIÓN siempre enriquece. Los sentimientos despiertan la empatía de sentimientos análogos, hace crecer la comprensión, la estima recíproca y la amistad.

Ciertas situaciones, que a primera vista podrían parecer ex­cepcionales y exclusivas de cada uno, cobran su realismo, pasan a ser muy humanas y comunes de la generalidad de las personas, y alivian la tensión.

DIFERENCIAS ENTRE "CONVERSAR" Y "COMUNICARSE"

1. Es muy importante tener en claro que en una CONVERSA­CION se expresan: "ideas", "razonamientos", "Juicios", "impresiones", "relatos de realidades" que han sucedido, o están sucediendo "fuera de uno mismo"; lo que se ve, o se vio, y que todos pueden, o pudieron, ver u oír. Es hablar en frecuencia AM.

2. La COMUNICACIÓN, en cambio, consiste en expresar "sentimientos" y "emociones" que reflejan lo que sucede en esos momentos "dentro de mi mismo", y es expresamente lo que se quiere lograr en estas “comunidades”. Es hablar en frecuencia FM.

Estas "REACCIONES ESPONTÁNEAS INTERIORES" (que son personalísimas), nacen dentro de nosotros según los diferen­tes estímulos o provocaciones que cada uno siente o recibe, y serán siempre "originales" (es decir, son reacciones que sólo esa persona puede sentir y expresar; y que nadie puede sentir ni expresar en su lugar).

3. La COMUNICACIÓN siempre enriquece. Los sentimientos despiertan la empatía de sentimientos análogos, hace crecer la comprensión, la estima recíproca y la amistad.

"COMPARTIR DE CORAZÓN A CORAZÓN ES ESTAR YA AQUÍ EN LA TIERRA EN EL AMBIENTE DIVINO

LA CON VERSACIÓN sólo entretiene, divierte, despierta interés, pero da poco DE SI

Una interesante aventura la puede relatar varias veces alguien que "sólo la escuchó" del protagonista, pero nadie podrá sentir y experimentar las emociones de quien la vivió. No hay “retorno”

EL COMPARTIR PROFUNDO siempre enriquece,

La conversación sólo entretiene.

Si surge una discusión o un debate, si hablan varias perso­nas a la vez, es una clara señal de que el grupo se está alejando del sistema indicado y se está abandonando el "La metodología del “compartir de corazón a corazón”

De esta manera, es fácil caer en el tradicional "Sistema de la Conversación", donde aparecen rápida y claramente las ideas y los juicios: "tú estas equivocada', "yo no dije eso', o no estoy de acuerdo",no miran a los ojos, fuman y varios hablan a la vez.

Se empieza a discutir para tener razón, para convencer al otro, para demostrar que uno tiene más verdad que el otro, y se rompe el encanto de la comunicación verdadera de corazón a corazón a todo nivel.

"Si yo gano o pierdo , ella también queda mal.

II. PASOS CLAVES PARA EL COMPARTIR FLUIDO-

El ideal de Reunión es que cada persona llegue a sentirse tomada en cuenta, me doy cuenta que siempre será valida su presencia, que toda intervención suya es Importante para el grupo, en cierta manera "insustituible". Es así como, si alguien falta a la reunión o no interviene en ella, se echará de menos su aporte.

2. El compartir de las pequeñas comunidades de crecimiento, pretenden mostrarnos tal cual somos, no como en las típicas reuniones sociales, donde se juega al "YO-YO personal", donde cada uno se ve forzado un poco a aparentar, como cada uno quiere ser, como los demás exigen que uno sea no como realmente uno es, protegiéndose con caretas por miedo de sentirse juzgado , descalificado.

3. Cada persona que se abre a su pequeña comunidad en espera siempre una reacción o una acogida de los demás. Yo envío un mensaje: yo existo en esta realidad mía interior",confío en que alguien me devuelva un mensaje de acogida que me haga sentirse bien, comprendida y no juzgada o rechazada. "Cuando aparece el miedo a sentirme juzgado, se corta la comunicación".

4. Si la necesidad de sentirme valorado queda satisfecha, en ese momento preciso, mi ser profundo manda "mensajes de paz" tales como: "me siento tranquilo", "estoy sereno", "me siento alegre", "tengo ganas de sonreír", "me siento con ganas de compartir", o "siento necesidad de manifestar satisfacción", Irradio amista profunda.

5. Si esa necesidad de sentirme valorado está en peligro, la reacción interna es: "me siento preocupado", "tengo temor", "siento sensación de susto", "tengo miedo", "me nace la autodefensa", estoy muy nervioso y se traduce por fuera en algún gesto (un rostro contraído, una cabeza erguida, ojos desencajado sen defensa, etc.).

6. Si la necesidad de sentirme valorado, amado está herida, aparecen la insatisfacción, la pena, el sufrimiento, las ganas de llorar, encerrarse en sí mismo, o buscar consuelo abriéndose a alguien que esté abierto a la comprensión y a la acogida.

7. Si además ese sufrimiento de sentirme desvalorado es interpretado como causado por una injusticia, un ataque indebido, o desproporcionado, aparecen la rabia y sus varias ramificaciones que hacen acumular fuerzas para la defensa y el contraataque.

8. Cuando Yo logro identificar mis sentimientos y puedo expresarlos, siento alivio, descargo mis tensiones, y logro recuperarme siento equilibrio interior. El desahogo me es necesario e indispensable para una vida interior sana. Mis Sentires están orientados a su manifestación, para ser comunicados y sobre todo “acogidos”.

9-Mis sentires sanan las heridas del alma, son orientados para comunicarnos de corazón a corazón y así vivir el mandato de Jesús “AMENSE UNOS A OTROS”

10. Los sentimientos surgen espontáneos y son reacciones que brotan de la misma naturaleza, como es sentir ham­bre o frío, susto o rabia, y como tales no son controlados por la voluntad.

Pero la expresión exterior (que dependen de mi voluntad) si son y deben ser controlados y bien guiados. Ejemplos: El ruborizarme…no depende de mi voluntad. Y “Patear una puerta”…si depende de mi voluntad.

11-Cuando comunico mis propios sentimientos, y los manifiesto civilizadamente”Siento ganas de pegarte pero me domino.”Lo contrario sería pegarle sin más. Es un acto de mala educación y de autocontrol.

12-Cuando aparecen mis sentimientos “dolorosos”y no los comparto, por que no me arte, y no quiero dejar la grande entonces los escondo y quedo lleno de RESENTIMIENTOS.

Luego si no expreso mis sentimientos de SOMBRA, estos se vuelven en RESENTIMIENTOS.

13. Los "Resentimientos" se concentran y explotan de repente, y así se van acumulando tensiones que estallan a veces sin control y fuera de contexto, en forma desproporcionada

“AGUA ESTANCADA…SE PUDRE.”

“Mis emociones y sentimientos sólo las puedo experimentar y compartir en el momento que aparecen, y si son expresados oportunamente provocan empatía y emociones similares. QUEDO LIBRE DE”RESENTIMIENTOS”.

Nadie puede (aunque deseara repetir una "experiencia emotiva personal", porque ella es siempre instantánea y fugaz. Relatada después de cierto tiempo, pasa a ser un recuerdo o una simple idea de la emoción vivida, pero deja de ser la emoción viva, original e irrepetible. Si después surge una nueva emoción de frustración o alegría, ésa será auténtica y podrá expresarse como surge en ese momento.

No hay que confundir un "recuerdo" de una emoción con una emoción nueva, viva y real.

Los mensajes se miden como llegan, (resultado) y no como son enviados.(intención)

La buena intención de enviar al otro un mensaje válido no es suficiente para que el mensaje llegue claro y sea bien interpre­tado como se quisiera. Si se equivoca el que lo recibe y lo inter­preta en forma diferente, a veces hasta contraria, se debe acep­tar siempre esta regla fundamental: los mensajes deben evaluar­se como son recibidos y no como son enviados.

El fin del mensaje es que llegue bien, claro y comprensible por quien debe interpretarlo. De nada sirve que sea claro, bien in­tencionado, bien expresado -a su manera- por quien lo envía, si el otro, por su situación concreta, lo traduce mal y le provoca una reacción impensada o contraproducente. Lo que importa es la buena recepción, no sólo la buena emisión del mensaje.

Una palabra, un gesto, una sonrisa pueden tener muchos significados para quien los capta desde afuera, lo que importa es controlar el resultado final, la buena recepción y es un acto de amor al otro.

III. ESTRATEGIA SENTIDA PARA EL“ENCUENTRO”.

CONOCIENDO EL MÉTODO

Para realizar un”ENCUENTRO DE COMUNIDADES :CCEE” que beneficie a todos los asistentes con un verdadero crecimiento tanto para la comunidad CCEE, como para cada persona, se requiere un "método" de participación que nos exige conocer y respetar algunas "reglas de esta nueva “hermandad.”

1. Estas "reglas de las CCEE" deberán ser conocidas y aceptadas lealmente por todos los del grupo, con el compromiso de esforzarse en REALIZARLAS Y respetarlas. Aunque a veces será inevitable equi­vocarse y contundir las ideas con los sentimientos, lentamente se aprenderá a manejar el "lenguaje de los sentimientos".

2. No se debe proponer nunca un tema abstracto o intelec­tual para ser tratados con ideas, discusiones, debates, o reflexiones. El contenido de la reunión saldrá sólo a través de la realidad misma de las personas, en cuanto la expresen y cada uno refleje su propia experiencia.

3. La regla general, por tanto, es de "hablar de lo que le pasa por dentro a mi mismo en ese momento", por sobre cualquier otro centro de interés.

Para que el grupo realmente funcione bien siguiendo este método, todos deben estar de acuerdo en dos exigencias fundamentales:

a) Reunirse con una clara intención de

"crecer como comunidad y como personas".

b) Haber aprendido, y saber claramente diferenciar'` conversación de una comunicación verdadera

Después de cada intervención, es muy importante que otro exprese lo que le pasa por dentro, cual es su propia emoción íntima, su reacción espontánea al haber escuchado. Esta es "La gran regla de oro" que alivia las tensiones, que aparecen fácilmente después de haber escuchado alguna intimidad dolorosa o desconcertante.

6. Otra gran "regla de oro" es ésta: Si uno se abre, todos, uno tras otro, sentirán el compromiso de abrirse "para mojarse todos en la misma piscina". Al hacer esto, se logrará manifestar lo que cada uno siente en ese momento, evitando dar consejos, o enjuiciar lo escuchado.

7. Sin embargo, de acuerdo a los puntos anteriores, en los grupos de crecimiento, los silencios (llenos de amor) deben ser respetados, al contrario de lo que ocurre en la típica vida social, donde hay silencios que son mortales, ya que aparecen como se­ñal de aburrimiento, de falta de interés, de desgano.

En los grupos de CCEE, en cambio, los silencios se dan naturalmente porque: "cada persona en ese momento está entrando en sí misma, para reconocer e identificar los propios sentimientos que surgen espontáneamente".

Es muy importante que se valoren y se respeten esos silen­cios, sobre todo si responden a las preguntas claves en este tipo de reunión:

¿Con qué ánimo vengo hoy?

¿Qué siento en este momento?

¿Qué siente cada uno por dentro?

¿Qué me pasa ahora al haber escuchadote?

Ej: el asesor o alguno de los presentes puede entrar en escena para romper ese silencio, diciendo: en este momento me siento preocupado porque todos están muy concentrados... me dan ganas de... etc.

8. Para el grupo, que debe ser siempre un número reducido de personas (máximo 9), es muy importante que cada persona esté siempre preocupada de cada uno y de todos los demás. Atentos a captar reacciones para acogerlas, tales como: sonrisas, gestos, y toda otra reacción espontánea.

9. Si en el grupo empieza una discusión, que a veces es inevitable, alguien más atento deberá intervenir y declarar:

"Estamos fuera de camino".

"Por favor, volvamos a nuestro método de frecuencia FM, nos cambiamos y estamos en plena frecuencia AM" "Pura cabeza... volvamos a hablar desde el corazón, desde lo que siente por dentro cada uno y no desde lo que piensa y razona emitiendo juicios".

10. Expresar los sentimientos, y con mayor razón cuando son profundos e intensos, como ciertas emociones, cansa, desgasta y se siente necesidad de alivio, de distensión, de soltarse, y a veces produce el brote de un espontáneo y oportuno chiste para bajar la tensión.

Por eso, las reuniones de este tipo deben tener un límite de tiempo. La experiencia nos, el responsable o alguien que asuma la responsabilidad, deberá hacer algunas de las siguientes preguntas al grupo

1-¿Con que sensación me voy? enseña que no pueden, ni deben prolongarse más allá de una hora máxima dos horas. Alguien, o de común acuerdo, debe responsabilizarse en cerrar o concluir la reunión.

11-Para concluir una reunión me hizo

2¿Qué descubrí y que me dejó este Encuentro comunitario?

3-¿En que crecer y con lo que me quedo?

Debemos lograr que sistemáticamente cada uno pueda expresarse libremente o uno ala vez

12. Un encargado, designado por el grupo, escribirá cada una de las decisiones finales indinando el nombre de quien la expresó, para ser leída al comenzar la próximo encuentrito. De este modo, en Encuentro siguiente se formará con un mayor el “clima”de amistad sincera.

Al recordar los buenos momentos de confianza se revive la fraternidad y las propias emociones expresadas en la reunión anterior. Cada uno se sentirá más

Fácilmente motivado abrirse y a confiar en los demás, Pues cada uno se sentirá reconocido en su intimidad una vez más, y acogerá la nueva invitación a disponerse mejor para entrar en el crecimiento recíproco.

13. La pertenencia a un grupo no debe nacer en principio, de la amistad ya existente, sino que al contrario, de personas no conocidas logrando así un mejor resultado

Según este, el grupo se reúne no por ser amigos, sino porque BROTÓ DEL COMPARTI PROFUNDO. Y deciden ayudarse a crecer como personas, y como comunidades

14. Lo esencial para empezar no es la amistad va probada, sino el interés común de vivir a fondo el método de comunicarnos en profundidad. La amistad nacerá como resultado no como requisito inicial. "Es la capacidad de amar lo que nos interesa a todos desarrarrollar",

15. La última exigencia, y quizás una de las más importantes es: que este tipo de CCEE se construyen sobre la base de la confianza. Es fundamental comprometerse a "NO Traicionarla"

Se traiciona cuando se comentan fuera de la comunidad, las confidencias recibidas o descubiertas en ellas.

El compromiso tácito de quienes, deciden participar en estos pequeñas comunidades, es el de ser leal al grupo, en valorar y proteger la intimidad de las personas que confiaron en el grupo.

CÓMO COMENZAR LA REUNIÓN

Te sugiero empezar una reunión invitando a los hermanos en la fe a intervenir desde su situación actual. Llamamos "pagar la entrada" el aportar lo profundo de cada uno. Este aporte personal enriquece la reunión. "Es una comunicación" de lo que le pasa a cada uno por dentro en ese momento pre­ciso. Mis penas y alegrías. Mis temores etc.

2. Para empezar la reunión alguien deberá tomar la iniciativa concentrándose en el propio interior, expresándolo con libertad, invitando así a los demás a comunicar lo que cada uno siente por dentro, o la sensación personal del momento, interés, susto, confianza, satisfacción, etc..

3. El responsable después de haber escuchado lo que expresó cada miembro del grupo, podrá hacer las siguientes pre­guntas:

¿Qué nos llegó más?

¿Qué cosa despierta en mí, en ti de lo escuchado?

4. Esta reunión siempre debe presentarse para todos como una "aventura", llena de expectativas por lo que va a pasar, y que nadie podrá prever.”DIOS, siempre tiene algo importante que decirnos.

Es por esta razón que no hay, ni debe haber un tema preestablecido. El contenido de la reunión debe nacer espontáneamente de las situaciones personales que trae cada uno y que se decide entre todos profundizar, para enriquecerse mutuamente.

Es el método de la "comunicación", diferente de la conversación que discurre sobre un tema desde afuera de las personas, desde las ideas y no desde los sentimientos profundos de las personas.

CÓMO INTERVENIR EN LA REUNIÓN

1. Se debe siempre evitar el hablar de otra persona, de lo que se ve, o lo que se constata fuera de mí, como por ejemplo: ¡Te veo muy preocupado Encuentro que estás molesto o enojado!, ¡Veo tu rabia! (la preocupación, molestia, o enojo en este caso está en el otro y no en mí : "No es un sentimiento mío").

Lo que siento en mi interior es mío: pena, susto, desilusión o ganas de ayudar. Estos sentimientos son mi reacción personal, es lo que sucede en mi interior, y sólo yo puedo expresarlo.

2. Es importante aprender a no formular "juicios": no sólo exteriores (expresados con gestos o palabras), sino sobretodos los interiores (tácitos), que predisponen a descalificar a las personas, a encerrarlas en un nicho de inteligentes o tontas, de buenas o malas, que valen o que no valen. Sentirse juzgado provoca rechazo, desconfianza y sufrimiento.

"TODO ENJUICIAMIENTO ES FATAL PARA LA REUNION”.

La expresión es contraproducente presionar a una persona para que exprese sus sentimientos. Mientras más se insiste, más esa persona se retrae y se cierra, porque los sentimientos son reacciones espontáneas que bajo presión hacen que la persona se sienta amenazada, obligándola a defender la propia intimidad, y no ayudada a "expresar" sus emociones.

Para que un caracol saque sus cachitos... debe "sentirse libre y seguro.

Si le golpeamos el caparazón, "se retrae y asusta.

4. Otro peligro consiste e confundir una "reacción espontáneamente exteriorizada, con un sentimiento" (hay mucha diferencia).

Un sentimiento es una reacción espontánea interior (lo que se siente). No es en sí, ni mala, ni buena. Es lo que es: Es siempre una reacción personal, y como tal; válida, "sagrada", digna de ser acogida y valorada como expresión de la propia originalidad o manera de ser de cada cual. No puede ser "juzgada", "descalificada", y menos "rechazada".

En cambio, es muy diferente una reacción espontáneamente exteriorizada, ya que con todo gesto, palabra, o actitud externa, "traduce una reacción interna o sentimiento".

La manifestación de estos sentimientos en gestos exterio­res, depende de la voluntad, puede y deben ser controlados, y pueden ser catalogados de moralmente buenos o malos, dignos o indignos, deseables o indeseables.

Por ejemplo: SENTIR RABIA por una injusticia es un sentimiento normal, válido, digno de ser acogido, sagrado. EXPRESAR LA RABIA con un gesto grosero, un insulto, lanzando un objeto, o agrediendo, es moralmente vicioso, condenable y repudiable.

Podría decirse que fue un "gesto espontáneo", realizado sin reflexionar ¡Es cierto! pero es un gesto que debía estar sometido a la razón, podía y debía evitarse. Esa "espontaneidad" fue sólo falta de control, mala educación de las propias reacciones, que deben estar siempre sometidas al dominio de la inteligencia y la voluntad.

Solamente las reacciones deben estar sometidas a la inteligencia y a la voluntad... no así los sentimientos.

¿CÓMO REACCIONAR A LAS Intervenciones de OTROS?

Una de normas más importantes y fundamentales

Si se siente descalificada, esa persona tendrá ganas de es­conder sus sentimientos, y de no hablar más porque no se sintió acogida.

Guía de Funcionamiento

2. La reacción que siempre espera quien habla a otros, es que la persona que hable a continuación, también exprese lo que ella siente o sintió por dentro al escuchar a quien habló: "Me emociona lo que dijiste' "Yo también siento ganas de abrirme", "Me doy cuenta de que es más fácil abrirse de lo que yo pensaba, y me siento animado a hacerlo".

Si decimos "es fácil" o "es difícil" abrirse, ¡ES UN JUICIO!, y no UNA EMOCIÓN.

Pero si se agrega "me siento animado(a) a meterme en el juego", la frase cambia inmediatamente de sentido, y expresa una emoción o un sentimiento. De esta forma se en­tra en confianza y hace sentirse acogido a quien se abrió anteriormente.

3. Hay que evitar el peligro de que ciertos silencios puedan dar pie a una interpretación negativa, que alguien pueda estar juzgando o calificando lo que el otro dijo, y se puede provocar un sinfín de suposiciones. La manera más fácil y expedita para manifestar a todas luces que se está acogiendo y que no se está juzgando a la persona que acaba de expresar lo que sentía, consiste en entrar en el juego, y expresar seguidamente cuál es el sentimiento que en ese momento surge al haber escuchado.

4. Cuando hay transparencia, cuando todos o la mayor parte entra en el mismo juego, revelando lo que cada uno siente y cuál es la reacción personal auténtica que le provocó lo escuchado, se tranquilizan los ánimos, tanto de quien habló, como de quienes escucharon.

Cómo Lograr una Buena Comunicación en los Grupos Matrimoniales de Crecimiento

5. Cuando una persona se abre a un grupo y revela algo de su intimidad, sin darse cuenta, envía siempre este mensaje oculto: "Ahora que me ven por dentro, ¿qué soy para Ustedes?, ¿valgo o no valgo para Ustedes?", ¿merezco aún su estimación? A esa pregunta, tenemos siempre el deber de contestar de alguna manera, pero nunca dando consejos, ni juicios, sólo haciéndole sentir, que pase lo que pase, uno está con esa persona, que valoramos lo que ella es: ¿Cómo?, expresando lo que tú sientes, o hacerle sentir que lo acogiste bien.

6. En todo momento recibimos estímulos que despiertan re­acciones interiores, por lo tanto, NUNCA SERÁN VERIDICAS ESTAS AFIRMACIONES: 'No siento nada'"no me nace ningún sentimiento en este momento'etc.

No somos muebles y siempre estamos reaccionando, para ventaja o desventaja, para sentir agrado o desagrado, o algo que se acerca a sentirse bien o mal. Al principio es difícil de identificar (de ida a veces muy sutil, como por, fastidio, curiosidad, disponibilidad, o de defenderse, etc.)

"Puede ser que a veces no nos demos cuenta de lo que nos pasa por dentro, y decimos que no sentimos nada... pero, siempre reaccionamos de alguna manera y siempre sentimos ALGO.”

Cómo Logra una Buena Comunicación en los Grupos Matrimoniales de Crecimiento

28IV GUÍA RAPIDA PARA ALGUNAS SITUACIONES QUE SUELEN VIVIR LAS PERSONAS QUE INTEGRAN Eh

GRUPO.

Estamos desordenados y hablamos todos al mismo tiempo: les pido que cada lino se concentre un m mento para encontrar los propios sentimientos íntimos.

o ¡CUIDADO!... Estamos dando consejos y emitiendo juicios, que es muy peligroso: Volvamos a expresarnos desde el corazón, desde lo que cada uno siente.

© Nuestra asistencia no es constante, ni puntual: ¿Cómo siente cada uno este problema?

Una persona del grupo manifestó un sentimiento, y está muy dolida al no sentirse escuchado: ¿Qué despierta en cada uno de nosotros esa actitud?

Un cónyuge expresó su dolor y su angustia: antes que hable su pareja, es conveniente que cada miembro del grupo exprese cómo le llegó esa angustia, qué sintió al escuchar ese dolor, o esa revelación de malestar, (se trata de absorber primero la tensión ínter conyugal)

VI. "RESUMEN GENERAL".

1. El ser humano está hecho para ser feliz, y para gozar de la existencia: "ES SU NECESIDAD FUNDAMENTAL".

2. No debemos destacarnos con ideas brillantes (que siempre serán inoportunas), sino que con sentimientos profundos.

3. Las emociones son fugaces, pero revelan la originalidad de las personas.

4. Es importante aprender a diferenciar entre entender y com­prender: "ENTENDER para responder es enfrentarse al otro"; "COMPRENDER es dar algunos pasos con el otro".

5. Debemos aprender a escuchar a los otros, sin pensar respuesta que les brindaremos.

“CONVE RSAR es expresar ideas, razonamientos, juicios, etc.

"COMPARTIR es expresar sentimientos y emociones que viven dentro de mi no mismo".

8. La COMUNICACIÓN siempre enriquece. La CONVERSACIÓN sólo entretiene.

9. Si uno gana en una discusión... el otro pierde, pero los dos quedan mal.

10. Cuando aparece el miedo a sentirse JUZGADOS, se corta la comunicación.

11. Conocerse más a fondo es amarse.

12. El tono es el hijo legítimo de los sentimientos.

13. Los sentimientos están hechos para ser expresados, comunicados, y acogidos.

14. Los SENTIMIENTOS DOLOROSOS no expresados, se transforman en RESENTIMIENTOS.

15. Los mensajes se miden como llegan, y no como son enviados.

16. Nadie puede discutir o descalificar los sentimientos de otro, porque son personales y exclusivos de quien los siente.

17. De los SENTIM IEN TOS, no somos responsables. De las REACCIONES POR ESOS SENTIMIENTOS, sí somos responsables, sobre torio si ofendemos o herimos.

18. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que sentimos, lo que nos pasa por dentro, o decimos que no sentimos nada. Pero, siempre estamos reaccionando de alguna manera, y siempre estamos expresamos lo que somos realmente, nuestros sentimientos, estamos siempre sintiendo algo.